La polución ambiental asfixia a varios lugares del país. Y mientras el humo por la quema de las islas del Paraná llegó hasta Capital Federal, la “lluvia negra”, a causa del hollín que emana de algunos ingenios azucareros y la quema de cañaverales, no da respiro en el sur tucumano.
El problema se ha profundizado en los últimos días. Entre Monteros y Aguilares se llegaron a producir por día en esta semana hasta cuatro incendios en campos, según Eduardo Figueroa, jefe de la dotación de Bomberos Voluntarios de Concepción. “El problema nos desborda. No podemos dar respuestas a todos los focos. Esto genera un enorme desgaste en nuestro personal y en el presupuesto de movilización. Pero lo más grave es el impacto que genera en la salud de la gente”, advirtió. Al mismo tiempo en Aguilares, Monteros y La Trinidad los vecinos aseguraron que las calderas de las fábricas locales continúan liberando partículas contaminantes, aunque con menor virulencia que semanas atrás. Sin embargo el ambiente se muestra bastante enrarecido al intensificarse la aparición de focos de incendio de cañaverales. “Las calles y nuestras casas siguen amaneciendo con una alfombra negra”, denunció el vecino Mario Gómez, de Aguilares.
El pasado miércoles el sector oeste de Concepción quedó sumergido en una nube de humo producto de una quema de caña en una finca cercana y en la que tuvieron que intervenir los bomberos voluntarios. El jefe de la Regional Sur de la policía, comisario mayor Julio Gutiérrez, dijo que este inconveniente, que se repite todos los años y para esta época, ha llevado a la fuerza a multar a propietarios de campos. Él mismo atravesó una difícil situación en la traza nueva de la ruta 38 cuando el jueves en su auto y de repente quedó inmerso en un banco de humo, cerca de Famaillá. Fue producto de una quema de cañas y pastizales. “Son situaciones difíciles y que pueden desencadenar una tragedia. De ahí que estamos intensificando los controles a fin de tratar de contrarrestar estos siniestros”, sostuvo. Sin embargo, Figueroa dijo que si los incendios se han hecho más frecuentes “es porque hay algo que no se está haciendo bien”. “Este drama, que al final lo tenemos que cargar y atender nosotros, es evitable”, insistió.
Gustavo Mahmud, de la fundación ambientalista Ave Fénix dijo que en estos días los que más sufren el ambiente enrarecido, además de los asmáticos, son las personas convalecientes de la covid-19. “No se recuperaron totalmente de los problemas respiratorios que les generó la enfermedad y en consecuencia acusan una complicación de su cuadro. Es una situación lamentable y que también la padecemos todos, especialmente los niños”, advirtió. “Mientras los operativos de control no sean permanentes y rígidos al momento de aplicar una sanción, este drama no va a desaparecer. Y en esto también tienen responsabilidad los representantes del pueblo, entre estos concejales e intendentes”, apuntó. Añadió que observa que “se dan situaciones que nos hace sospechar –dijo- que hay connivencia entre los controladores, cañeros, industriales y amigos”, añadió. “Y la justicia no aparece. Es un actor distraído. Hay jueces y fiscales que conviven en medio de este problema y no intervienen de oficio pese a las consecuencias que causan en su salud a muchas personas”, finalizó Mahmud. (La Gaceta)