Por otro lado, quedó de manifiesto que la medida del BCRA lanzada este lunes, que en un primer momento excluía a los productores agropecuarios que vendieron soja a través de este incentivo de la compra de dólares financieros y que pocas horas después llegó con una aclaración que dejaba afuera a las personas físicas y abarcaba a las empresas agropecuarias, acopios y cooperativas, no movió la aguja. En total esa medida afectaría en forma directa a unas 17.000 empresas dentro de la cadena del agro y por eso algunas voces advirtieron que la comercialización de soja caería drásticamente en pocos días.
Lo cierto es que las ventas de soja continuaron a toda máquina durante el martes y el miércoles y se movieron en el promedio de 400.00 toneladas diarias, acumulando así en dos días ingresos por u$s686 millones.
Finalmente, la medida del BCRA abarcaría a un total de 17.000 empresas agropecuarias pero excluye a los productores agropecuarios quienes a cuenta propia pueden comprar dólares financieros
En este marco, luego de conocerse que se habían superado los u$s5.000 millones en liquidación, desde CIARA–CEC destacaron: “Los productores, acopiadores, cooperativas y la cadena de valor en su conjunto han demostrado una vez más que están a la altura de las circunstancias para reaccionar rápidamente, si están dadas las condiciones de mercado. Esto demuestra que bajar la carga impositiva en el complejo sojero o mejorar el tipo de cambio, genera un movimiento económico inigualable. La política debe tomar nota para evitar seguir castigando al sector agroindustrial”.
Haciendo un poco de memoria esta es la primera vez que el Gobierno de Alberto Fernández lanza un mecanismo de incentivo para que se venda más soja y obtiene el resultado esperado. En octubre de 2020, el ex ministro de Economía Martín Guzmán dispuso la baja temporal de las retenciones a la oleaginosa por tres meses y de forma escalonada. Lo cierto es que esa medida no dio sus frutos en un contexto de bajos precios internacionales y una cosecha magra producto de la sequía y en medio de la pandemia y los interrogantes económicos que planteaba el futuro.
Más acá en el tiempo el BCRA lanzó en agosto de este año el mecanismo 70/30 mediante el cual los productores podrían convertir el 30% del volumen comercializado al valor del dólar ahorro, pero claro primero recibían pesos. Un mecanismo engorroso con el que se hicieron apenas 200 operaciones.
El mensaje parece haber llegado claro y contundente al flamante equipo económico que comanda Sergio Massa porque apenas asumió busco instrumentar un tipo de cambio diferencial que tiente a los productores a vender la soja acumulada en los silos. En ese momento el stock superaba las 20 millones de toneladas, y apenas tres semanas después e incentivo mediante se redujo a la mitad. (ámbito)