Las principales plagas que afectan al cultivo de la soja, entre ellas el «picudo negro de la soja» (Rhyssomatus subtilis), las «orugas defoliadoras» y el «complejo de chinches».
El productor debería seguir muy de cerca a estas problemáticas a través del monitoreo, por ser las plagas de mayor incidencia en las etapas reproductivas del cultivo.
En el caso del «picudo negro de la soja», se está trabajando en forma conjunta con productores de la región NOA, en el seguimiento de la emergencia de este picudo desde el suelo, a través de una red que tiene como objetivo aportar información correspondiente a las zonas productoras de las provincias de Tucumán, Salta y el oeste de Santiago del Estero. Actualmente, este picudo está distribuido en toda el área sojera del NOA, desde el norte de Salta hasta el sudeste de Catamarca. Se mencionó que hubo una baja de ocurrencia en diciembre y durante gran parte del mes de enero, debido a que las precipitaciones fueron escasas e irregulares durante dicho período.
Actualmente, este proceso se ha generalizado en la mayoría de las localidades relevadas, situación a tener muy en cuenta, ya que la mayoría de los lotes de soja están por ingresar a las fases reproductivas críticas al ataque del «picudo negro», correspondiente al llenado de los granos.
En lo que respecta al «complejo de orugas defoliadoras» en soja no Bt, los técnicos resaltaron que durante la segunda quincena de febrero se comenzó a observar un aumento de las orugas defoliadoras, registrándose entre las medidoras, más de un 70% de la «falsa medidora» Chrysodeixis includens. Esta especie se caracteriza por situarse en el tercio medio de la planta, donde se alimenta consumiendo el follaje y respetando las nervaduras de las hojas.
En la entrevista compartimos la nota completa