Los fuertes calores del verano pueden resultar para las plantas tan perjudiciales como los fríos del invierno. Por ello, para cuidarlas es preciso tener en cuenta algunas recomendaciones.
Para poder mantener a nuestras plantas en buenas condiciones, María José Nuñez, propietaria del Vivero Floricienta explicó que, los calores típicos del verano tucumano afectan a las plantas ya que la tierra que las contiene se deshidrata con más rapidez, por lo tanto necesitan más agua que de costumbre, de lo contrario en un par de días podrían morir.
Muchas plantas que se encuentran en el exterior ya sea en macetas o en tierra requieren de riego a diario. El momento ideal para regar por la mañana temprano, o al atardecer. Si regamos en los horarios más calurosos podríamos perjudicarlas en vez de ayudarlas ya que al caer las gotas de agua sobre las hojas, el sol podría quemarlas. En el caso de que una planta no se haya regado, y en los horarios más calurosos se encuentre en estado de marchitamiento, se puede regar en la tierra y no sobre la planta.
Existen plantas que requieren menos agua y por lo tanto, si las regamos todos los días podrían secarse, por ejemplo los cactus, las plantas suculentas o carnosas que tienen mucho contenido de agua en sus hojas, no requieren de tanta humedad como las demás. Si las regamos todos los días las perjudicamos y podían iniciar procesos de putrefacción y morir.
También hay plantas de jardín como por ejemplo los geránios o malvones, o las gazanias, que requieren de menos cantidad de agua. Regándolas cada dos o tres días se puede cobrar sus requerimientos de humedad.
Pulverización
Esta práctica no es necesaria para la supervivencia de las plantas ya que no absorben humedad a través de las hojas, sólo lo hacen a través de las raíces. Se realiza para limpiar las hojas para que se vean más limpias y decorativas.
En el caso de las orquídeas, María José explicó que esta especie requiere de menos cuidados y pueden regarse una vez por semana o cada diez días. “Son plantas parásitas que viven pegadas a los árboles sin riego y bajo la sombra de las copas. Cuando adquirimos una planta, debemos imitar su hábitat natural, para conservarlas en buen estado” añadió.
Las orquídeas tienen un proceso de floración que puede durar hasta 6 meses desde que larga la vara floral hasta que se marchita la última flor. Dicha vara puede volver a florecer o no dependiendo de cómo está alimentada la planta. Si el tallo se marchita debemos cortarlo, de lo contrario la planta pierde energía.
Según la viverista, las plantas que viven en macetas, requieren de más cuidados y mayor frecuencia de riego que aquellas que se encuentran en la tierra ya que estas pueden absorber humedad de capas más profundas del suelo y se deshidratan más lentamente.
“Algunas plantas de maceta deben ser regadas hasta 3 veces por día en los días de elevadas temperaturas, más aún en aquellas macetas que son de menor tamaño. Las plantas que se encuentran dentro de los hogares pueden regarse 2 veces por semana” dijo.
Si bien existe infinidad de variedades de plantas, las típicas que requieren de la radiación solar directa son árboles, arbustos, plantas florales, aromáticas y de las huertas. En cambio, las de interior, son plantas que por lo general carecen de flor.
Finalmente, la especialista recomendó revisar los pronósticos meteorológicos, y en el caso de que se anuncien elevadas temperaturas, proteger a las plantas de jardín, llevándolas a la sobra en el caso de macetas y colocando una tela mediasombra a las que se encuentran en la tierra de manera tal de que queden menos expuestas a los intensos calores.