De acuerdo a lo publicado por el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), en enero y febrero de este año, la producción de leche cruda aumentó un 5% en la comparación interanual, mientras las ventas externas repuntaron un 16% en el mismo período, con Brasil, Rusia y Argelia como principales destinos.
Estos datos que, de acuerdo a estimaciones oficiales, resultan positivos para la producción y la exportación de leche, no se condicen con el precio recibido por los tamberos, que sigue estando por debajo de sus costos de producción.
Directivos del OCLA dijeron que a fines del año pasado, esos precios se encontraban retrasados, debido a la suba de los costos de producción asociados a la inflación y el tipo de cambio, pero que “a principios de 2021 empezaron a recomponerse”.
El último valor que publicó el Ministerio de Agricultura fue de 24,20 pesos el litro correspondiente a febrero, pero según relevamientos de algunos eslabones de la industria, podría cerrar marzo sobre los 27 pesos por litro.
Escenario alcista
De acuerdo a la evolución estacional habitual, en los próximos meses crecerá la demanda exportadora y caerá la producción, lo que tendrá un impacto alcista en los precios.
De todos modos, los productores tamberos se muestran muy preocupados por los costos de producción atados al valor internacional de la soja y el maíz y el costo de los alquileres, que oscila de acuerdo a la cotización internacional de la oleaginosa.
Con respecto a la exportación, y luego de las demoras en los envíos sobre finales del año pasado, las ventas externas crecieron un 30% en enero y se nivelaron en febrero. “Los precios se mantienen interesantes y las ventas crecieron un 14,4% en el primer bimestre del año”, calculó el directivo.
Un dato a tener en cuenta es que en este período, las exportaciones representaron el 30% del total producido, mientras que en 2020 ese porcentaje no superó el 25%, con un volumen comercializado (medido en litros) de 2.800 millones. En la actualidad, la leche en polvo tributa 9% de retenciones y el resto de los productos 4,5%.
Reclamos de Carbap
Recientemente, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), emitió un comunicado, donde advierte por la carga fiscal, el aumento de costos indirectos y la falta de financiamiento en las tres cuencas lecheras bonaerenses. Si bien los datos son sobre el centro del país, podría proyectarse un escenario similar en las cuencas lecheras del NOA, donde todavía hay que sumar el costo del transporte por la distancia a los puertos.
Directivos de la entidad vinculados a la actividad láctea sostuvieron que en los últimos ocho meses, se profundizó el impacto de la rentabilidad negativa en esta cadena de valor.
Además de la problemática en el eslabón primario, afirmaron que se suman a esta situación el impacto de las retenciones y la falta de reembolsos a la exportación.
Otro eslabón golpeado, de acuerdo a Carbap, son las pequeñas y medianas empresas lácteas, a causa del desfasaje entre el precio que reciben por su materia y el de venta, que se encuentra un 25% por debajo de los costos de producción.
Peligra la cadena de valor
En su último informe sobre la cuestión lechera, Zorraquin Meneses y Asociados detallan que, según datos del Indec, la canasta láctea en el Gran Buenos Aires aumentó el 14% en un año debido a política de precios máximos y otros controles, versus una inflación minorista del 40,7%.
“Esto está afectando seriamente el negocio de la industria enfocada al mercado interno (La Serenísima declaró una pérdida de 2300 millones de pesos) y genera dudas a futuro sobre la competitividad de la cadena”.
Señala el informe que la producción de leche a nivel nacional está estable lo cual es una manera indirecta de señalar la falta de expectativas y la falta de inversión. Los tambos chicos van cerrando y el rodeo se mantiene absorbido por otros tamberos.
“El principal responsable es el Estado con sus políticas anti inversión y de precios regulados que quitan incentivos a la inversión”, sostiene el documento.
La exportación muestra precios en suba mayores a los 3500 dólares por tonelada en leche en polvo, representando una salida para Argentina del 25% de la producción. Las lluvias recientes mejoran la expectativa de generación de forraje en tambos con base pastoril mientras que la producción de materia verde de los maíces para silo ya está definida y con alta correlación según el impacto de la sequía en cada región.
“El precio de los alimentos jaquea el resultado. El valor de las vaquillonas preñadas está muy firme con valores equivalentes a 6000 litros de leche por cabeza”, dicen desde Zorraquin Meneses.
“Somos repetitivos”, agregan. “Hay que sacar las retenciones del 9% y revisar las restricciones que generan los precios máximos; esto permitirá que el tambero cobre un precio competitivo y evitará a mediano plazo un daño en la cadena de valor que puede ser importante”.
Fuente: El ABC Rural