La ciencia lleva tiempo advirtiendo de que debe limitarse el aumento de la temperatura a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales. Porque superar esa frontera supone el riesgo de sufrir una calamidad planetaria. Limitar el aumento de la temperatura global ya es una “cuestión de supervivencia”. Porque “al mundo se le acaba el tiempo para frenar el cambio climático”, ha alertado la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados centígrados, tal y como se estableció en el Acuerdo de París, es “una cuestión de vida o muerte para los países vulnerables al clima que están en primera línea de la crisis”, ha asegurado el secretario general de la ONU, António Guterres.
En su intervención en la primera Cumbre de Financiación de los Países Vulnerables al Clima, formada por 48 naciones expuestas sistemáticamente a desastres relacionados con el clima, Guterres señaló que se necesitan garantías de que el apoyo financiero y técnico estará disponible para afrontar esta delicada situación.
“Para reconstruir la confianza, los países desarrollados deben aclarar ahora cómo van a entregar efectivamente 100.000 millones de dólares anuales de financiación climática al mundo en desarrollo, como se prometió hace más de una década”, indicó Guterres.
El máximo dirigente de la ONU expresó que para que el «mundo se recupere», se restablezca la cooperación entre los gobiernos y se supere la pandemia de una manera “resistente al clima”, los países más vulnerables tienen que recibir el apoyo adecuado.
Objetivos de financiación climática
Guterres reclamó un “plan claro” para alcanzar los objetivos de financiación climática establecidos para el año 2025. Algo que volvió a recalcar el sábado a los ministros de finanzas del G20 durante la reunión que celebró en Venecia este grupo, cuyos integrantes representan a países que suman el 66% de la población y el 85% del producto interior bruto (PIB) mundial.
Las instituciones de financiación del desarrollo desempeñan “un gran papel” de apoyo a los países a corto plazo, añadió. Ahora tienen dos opciones: “O bien facilitan una recuperación baja en carbono y resistente al clima, o bien se atrincheran en inversiones de alto contenido en carbono, que siguen siendo las mismas, y que hacen un uso intensivo de los combustibles fósiles”, manifestó Guterres. “No podemos permitir que esto último ocurra”, añadió.
El secretario general de la ONU resaltó que los impactos climáticos que se están registrando en la actualidad, con 1,2 grados por encima de los niveles preindustriales, dan al mundo una idea de lo que está por venir: “Sequías prolongadas, fenómenos meteorológicos extremos e intensificados e inundaciones horribles”.
El responsable de la ONU destacó que sólo el 21% de la financiación climática se destina a la adaptación y la resiliencia, y que debería haber una “asignación equilibrada” tanto para la adaptación como para la mitigación.
Según los cálculos de la ONU, los costes actuales de adaptación a la emergencia climática para los países en desarrollo ascienden a 70.000 millones de dólares al año, y podrían aumentar hasta 300.000 millones de dólares al año en 2030.
Ayudar a los países en desarrollo
“Pido que el 50% de la financiación climática global de los países desarrollados y de los bancos multilaterales de desarrollo se destine a la adaptación y la resiliencia en los países en desarrollo. Y debemos hacer que el acceso a la financiación climática sea más fácil y rápido», insistió.
El jefe de la ONU también acogió con satisfacción un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que revela que se podrían salvar unas 23.000 vidas al año –con unos beneficios potenciales de al menos 162.000 millones de dólares anuales– mediante la mejora de las previsiones meteorológicas, los sistemas de alerta temprana y la información climática, conocida como hidrometría.
Con motivo de la publicación del primer informe sobre las carencias en materia de hidrometría, Guterres afirmó que estos servicios son esenciales para aumentar la resiliencia frente al cambio climático.
Señaló que los pequeños estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados, donde siguen existiendo grandes lagunas en los datos meteorológicos básicos, serían los más beneficiados con la mejora de esos servicios.
“Las carencias afectan a la calidad de las previsiones en todas partes, especialmente en las semanas y días críticos en los que las acciones anticipatorias son más necesarias», apuntó.
Sistemas de alerta temprana de peligros múltiples
Según la OMM, las inversiones en sistemas de alerta temprana de peligros múltiples generan beneficios que valen al menos diez veces su coste y son vitales para aumentar la resiliencia ante los fenómenos meteorológicos extremos. En la actualidad, sólo el 40% de los países cuentan con sistemas de alerta eficaces.
El informe de la OMM describe el camino que queda por recorrer para aprovechar los beneficios que reportarían unos servicios meteorológicos y climáticos eficaces. Y señala que para alcanzar ese objetivo, debe acometerse “una compleja empresa a escala local y mundial”.
“Nuestro clima está cambiando a gran velocidad. El decenio anterior fue el más cálido del que se tiene constancia. La temperatura media mundial supera en aproximadamente 1,2 °C los valores de la época preindustrial. Y estamos muy lejos de reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero para evitar los peores efectos del cambio climático y limitar el aumento de la temperatura a menos de 1,5 °C, en consonancia con los objetivos del Acuerdo de París», alertó el secretario general de la OMM, profesor Petteri Taalas, en sintonía con las manifestaciones de Guterres.
Acuerdo de País: https://unfccc.int/sites/default/files/spanish_paris_agreement.pdf
Informe de la OMM (en inglés): https://alliancehydromet.org/gap-report/
Fuente: ONU