El departamento de Trancas, en Tucumán, se ubica a 70 kilómetros de San Miguel, la capital. En un paraje llamado Tuna Sola, Rubén Usandivaras lleva adelante la finca familiar de 307 hectáreas, donde comenzó criando cabras y ahora sumó otras unidades de negocio. “Este es el lugar donde nació y aún vive mi padre, donde con mi madre crearon la familia, donde nacimos mi hermana Silvana y yo”, cuenta Rubén, que en 2008 empezó a manejar el rodeo caprino hasta llegar a las 220 cabezas. “Yo me dedico a la producción y ella participa activamente con su esposo e hijos en la venta de lo que producimos”.
La raza de las cabras es Anglo Nubian cruza con criollo y trabajan con un sistema extensivo, con solo 5 hectáreas limpias en las cuales se hace pasturas, y 37 con potreros donde las mismas cabras retornan a la tarde, luego de haber estado todo el día por el campo. También tuvieron vacas “desde siempre”, y que intentaron mejorar con un toro Braford, pero no se pudo: “Lo intentamos pero falló porque es un animal de estructura demasiado grande para las características del campo y además le resultaba muy largo el trayecto para llegar a tomar agua”, dice Rubén. “Mucho monte y demasiadas lomas para ese animal”.
“Hace 3 años soy integrante de un grupo ganadero bovino (Visión Ganadera Trancas) y con ayuda de técnicos decidimos que debido a lo agreste del campo lo que más nos convenía era un toro criollo. Hoy contamos con 67 hembras y 3 toros (criollos todos) que, al igual que las cabras se alimentan de las pasturas naturales y alguna suplementación con alfalfa y maíz en las épocas más complicadas, o sea entre agosto y diciembre o hasta que llegan las lluvias; acá tenemos un promedio de unos 380 a 410 milímetros anuales pero hace dos años hice un canal para levantar agua del río Salí para riego por manto y gracias a Dios está dando resultados, así que el año pasado en octubre sembramos más alfalfa”.
Uno de los toros es un doradillo mocho del INTA y los otros dos los compraron a la Dra. Alicia de Sal Paz, integrante de la Asociación Argentina Criadores Ganado Bovino Criollo. Buscando q sean de una sola capa y que sean mochos ya que los compradores no quieren animales con astas. “El INTA de Leales hizo un gran trabajo de genética y sacaron los doradillos mochos; lo que más me gusta de este animal es la adaptación que tuvo en el campo”, se entusiasma Rubén.
El negocio de la familia consiste en vender terneros de 120 a 150 kilos a los feedlots de la zona y el principal objetivo es mantener el buen estado de los animales en un ambiente tan agreste y producir más terneros que lo habitual. A pesar de que les está yendo muy bien con las vacas, lo cierto es que la parte caprina es la que más rentabilidad da a la empresa, ya que producen entre 250 y 300 cabrito por año y alrededor de 1.000 kilos de quesos que venden tanto en el mercado local como en Tafí del Valle y en Rosario de la frontera (Salta).
Ahora Rubén y familia han encarado un nuevo proyecto, que tiene que ver con probar con tener un sistema silvopastoril, para lo cual plantaron una serie de algarrobos con el apoyo del INTA y de la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia. “Me trajeron alrededor de 30 plantas ya hechas y luego tengo 36 plantas más cuya germinación realizamos acá con semillas de Santiago del estero”, detalla Rubén. “Las que llegaron como plantines ya van a cumplir 4 años, aunque algunas se helaron este año y el año pasado, dado que nuestra zona es de mucho calor en primavera verano y muy fría en otoño invierno, pero la idea de probar el sistema de que las vacas se beneficien de los árboles sigue en pie”.
Fuente: Bichos de Campo