Según una encuesta realizada por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), los productores cañeros, consideraron que el pasto cubano se convertirá en un verdadero problema en el corto plazo si no se controla correctamente.
Consultado por Suena a Campo el ingeniero Agustín Sánchez Ducca de la sección de agronomía de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) dijo que: «el pasto cubano es una maleza originaria de México y Guatemala, que llegó en 1956 a la Argentina desde Jujuy y desde entonces viene bajando. Hoy en día, la tenemos cada vez más presente en nuestra zona productora«.
Asimismo, precisó las características del pasto cubano: «es una maleza de ciclo anual. Una planta puede llegar a tener hasta 40.000 semillas, con camadas numerosas que nacen todos los años. Así también, tienen una gran capacidad de competencia. Una planta de un año puede crecer hasta 5 metros de altura. Cuando florece es muy fácil detectar esta maleza. Aunque lo ideal es detectarla cuando las plantas son pequeñas, en estado cotiledonar o cuando salen las primeras hojas verdaderas».
Si bien la detección de la planta invasora no es un proceso difícil, es necesario conocer sus características y haberla visto previamente. Cómo detalle de identificación, señaló que «sus hojas tienen una textura aterciopelada y cuando son chiquitas, puede hacer un control pos emergente«.
Una vez confirmada la presencia de pasto cubano en el cañaveral, los controles pre emergentes resultan imprescindibles.
«Esta maleza se encuentra en casi toda la zona cañera. Aunque, una de las zonas de Tucumán más afectadas es La Ramada. Es por eso que realizaremos una charla en la Expo Apronor para tratar este tema que preocupa a los productores. Además en esta zona es donde hicimos la mayoría de nuestros ensayos».
Respecto a la capacidad de pérdida del cañaveral a causa del pasto cubano, Sánchez Ducca indicó que «con alta presión de pasto cubano podemos tener pérdidas de hasta un 40% si los controles no son efectivos. Esto es un valor bastante importante y por eso debemos conocer los métodos de control disponibles para mantener la presencia de esta maleza en un umbral relativamente bajo para que no nos generen estás pérdidas«.
Como recomendaciones, el ingeniero explicó que lo fundamental es la prevención. Para ello es necesario eliminar la maleza que haya alrededor como banquinas y alambrados. Además recalcó que una de las formas de dispersión más habituales es a través de la maquinaria. «Es importante limpiar las máquinas antes de ingresar a los campos». Cómo así también, otra manera de dispersión es a través del agua de riego.
Por otro lado, resaltó la importancia en el uso de los herbicidas pre emergentes y post emergentes. «Otro aspecto fundamental es dejar el residuo agrícola de cosecha o maloja en el lote. Esta práctica disminuye entre un 80 a 85% el número de individuos emergidos».
El pasto cubano es una maleza que genera resistencia fácilmente. «Por eso es importante la rotación de cultivos y los mecanismos de acción para cambiarle las reglas de juego a esta maleza«, explicó Sánchez Ducca.