La caña de azúcar es uno de los cultivos más emblemáticos de Tucumán y constituye un pilar fundamental de la economía regional. En esta época del año, la fertilización de los cañaverales cobra una importancia vital para garantizar cosechas abundantes y de calidad. Para saber más sobre este momento clave, desde SUENA A CAMPO, nos comunicamos con el ingeniero Agrónomo Arturo Felipe, jefe del grupo de Cultivos Industriales de la Estación Experimental Agroindustrial Famaillá.
El ingeniero agrónomo compartió sus observaciones sobre el estado actual de los cañaverales en la región, destacando el impacto positivo de las condiciones climáticas recientes: «los cañaverales están muy bien, después de las temperaturas que tenemos, sabemos que las cañas son un cultivo tropical que prefiere las altas temperaturas, además tuvimos muchas lluvias en relación a lo que fueron los años anteriores que tuvimos primaveras muy secas. Ahora se ven a los cañaverales bien dispuestos para recibir los fertilizantes, estamos en la época justa para hacerlo«.
La ventana de oportunidad para la fertilización es un aspecto crítico que el ingeniero Felipe enfatizó: «el estado de crecimiento del cañaveral es una de las condiciones que debemos tener en cuenta para la fertilización, la ventana se dice que es entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre, no es exacto pero es el momento en el que uno espera realizar la fertilización. El cañaveral está preparado para recibir los fertilizantes y preparar sus estructuras para el periodo de crecimiento que se da a mediados de diciembre aproximadamente. Otro de los puntos a tener en cuenta es el tema de las malezas, debemos tener limpio el cañaveral para que el fertilizante sea absorbido por la caña de azúcar y no por las malezas, para mejorar la eficiencia«.
La rentabilidad de la fertilización es un aspecto crucial para los agricultores, Felipe hizo un análisis positivo en este sentido: «en relación a la rentabilidad, tenemos que decir que estamos frente a precios muy buenos de la azúcar, venimos con precios tonificados y el precio del fertilizante está por debajo del precio de la bolsa de azúcar. Hoy con una bolsa de azúcar nos alcanza para comprar una bolsa de abono e incluso nos sobra un poquito, por lo tanto estamos frente a un momento de buena rentabilidad. Partimos de la base que el abono que compre lo voy a enterrar y me va a devolver con creces en buenos rendimientos y se va a pagar sobre todo«.
Además, Felipe destacó que no existen diferencias significativas en la fertilización entre la caña destinada a la producción de azúcar y la destinada a la producción de etanol: «no hay diferencias en la fertilización entre la caña que será azúcar y la que será etanol. Mientras aplique el fertilizante óptimo en la cantidad correcta, obtendré mejores respuestas agronómicas y mejores rendimientos. A mayor cantidad de caña, tendré más jugo para producir azúcar o etanol«.
En cuanto a los componentes del fertilizante, el especialista subrayó que el nitrógeno es uno de los elementos fundamentales: «la fertilización se basa en nitrógeno, es lo que más se aplica. Hay algunas alternativas con otras formulaciones que hacen que sea más eficiente, se degrada menos el fertilizante en el suelo hasta que la planta lo toma, lo que permite reducir las cantidades aplicadas, volviéndolo más económico y favoreciendo su absorción por la planta. Estas nuevas formulaciones tienen diferentes formas químicas que las hacen más eficientes. Elegir un buen fertilizante es importante, al igual que algunas prácticas de manejo. La fertilidad del suelo se va perdiendo con el tiempo debido a más de 200 años de cultivo de caña, por lo que debemos cuidar y preservar el suelo. Una buena práctica es dejar el rastrojo después de la cosecha«, finalizó.
(Fuente: Suena a Campo)