La industria de la carne vacuna enfrenta desafíos significativos en medio de un panorama cambiante en los hábitos de consumo y las condiciones económicas. El reciente descenso en el consumo de carne vacuna a mínimos históricos y la falta de convalidación de aumentos en los mostradores plantean interrogantes sobre el futuro del sector. Para explorar estas cuestiones y comprender mejor la situación actual, desde SUENA A CAMPO decidimos entrevistar a Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina.
– ¿Cuál es su análisis sobre la reciente caída en el consumo de carne vacuna y cuáles considera que son las principales causas detrás de esta tendencia?
– El consumo bajó, la gente para el 15 de cada mes, no tiene más plata en el bolsillo y se está volcando a la carne de cerdo que es más barata. Es un tema económico, independientemente que si evalúas, la carne comparada con otro producto está barata. Los 52-50 kilos de consumo per cápita bajó en los últimos tiempos a 40-42, que es algo lógico por lo que está pasando en el país. Nosotros en dólares estamos quedando caros según los productos con el que se compare, como por ejemplo, el arroz. La carne en Argentina sale 8 dólares en mostrador, pero en Estados Unidos y Europa vale el doble, por eso no sabemos cual es el precio internacional real al que debería equilibrarse cuando Argentina sea un país más lógico.
– ¿Cómo está afectando esta situación a los actores del sector cárnico, desde los productores hasta los comerciantes?
– Yo creo que los más afectados son los comerciantes, los carniceros. Con estos altibajos como matarifes nos damos cuenta que nuestros clientes están teniendo problemas, entonces nosotros al vender menos, al tener menos ganancias, los plazos de pagos y cuestiones financieras se complican, el último eslabón de la cadena lo está sintiendo. Hoy el productor no lo sufre demasiado, porque un novillo te sale 1.80 dólar y siempre costó aproximadamente 1.20 dólar. Hoy los exportadores se encuentran con un mercado internacional estable y en baja, entonces los precios no están tentadores para seguir exportando en gran cantidad. Y como muestra de eso está que el año pasado hubo un aumento del 5% de exportación nada más. Estamos en un momento de revolución hasta que sepamos bien como continuará la parte económica. Hay algunos precios que deberán bajar, porque se pensaba que el dólar iba a ir a $1500 y se estancó en los $1000. Bajar los precios es complicado, pero al no vender no queda alternativa.
– ¿Qué medidas están implementando desde CAMyA para abordar los desafíos actuales del mercado de la carne vacuna?
– Nosotros nos llevamos de la oferta y demanda, cuando vemos que no se vende algún producto, lo envasamos al vacío, pero eso hace que se tenga un stock en una cámara esperando vender, y si no se hace tenes que bajar el precio si o si. Hoy tenemos la zafra de los terneros, la invernada llegó a precio de 2.20 2.30 dólares, pero ya empezó a bajar porque es oferta y demanda, realmente no sabemos si pagar 2 dólares va a ser rentable. Teniendo un panorama más claro, sabiendo que no van a intervenir las exportaciones, el productor puede ponerle más kilos a esos terneros que tiene a campo y sacar novillos más pesados para vender a restaurantes, exportaciones y para el consumo interno.
– Esa oferta-demanda en el mostrador… ¿se va sintiendo semana a semana?
– Sí. Por ejemplo, con las lluvias de Buenos Aires, la gente obviamente no tiene luz, están inundados, los mercados están con poca tienda, con precios que subieron Entonces no hay consumo. El mostrador no puede pagar más de lo que está pagando.
– ¿Cuál es su perspectiva sobre la evolución futura del mercado de la carne vacuna?
– Realmente vemos con buenos ánimos estos cambios, esta libertad. Los matarifes estamos viendo que el libre comercio será importante sin intervenciones, desde CAMyA queremos que todos los matarifes puedan exportar, vemos que la ganadería será próspera porque hay un futuro que antes no se veía porque estaba muy intervenido. Los carniceros, nuestros clientes, en este momento la están pasando mal, pero si se estabilizan los precios, los insumos, se debería ir regulando, creemos que andaremos mejor, pero en el inmediato hay que pasar como se pueda estos meses, porque la herencia que quedó es muy mala.
(Fuente: Suena a Campo)