Macarena Ramos es ingeniera agrónoma y hoy produce cereales y oleaginosas en el noreste de la provincia. Su paso por la universidad fue brillante, y siempre tuvo una marcada inclinación por la investigación. Sin embargo, luego de la muerte de su padre, la vida la puso al mando de la empresa familiar que lleva adelante junto a su madre y su hermana.
«Fui investigadora en la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) hasta el año 2020. En ese momento perdí a mi padre y decidí dejar a un lado la carrera de investigadora y sumarme al grupo que hoy componemos con mi mamá y mi hermana en la empresa familiar, para continuar la actividad productiva a la que nos dedicamos toda la vida», recordó Ramos
Un equipo solo de mujeres
Cabe destacar que hoy la empresa de la familia Ramos está compuesta por un equipo de mujeres al mando de la producción. Consultada por las diferencias del rol en la investigación y en el área productiva, Ramos contestó: «el ámbito de la investigación está más adaptado y es más ameno para la mujer. En cambio, ser productora y asesora es un poco más complejo y con más dificultades».
En rigor, la ingeniera indicó que trabaja en el este de la provincia, en el departamento de Burruyacu con cultivos de soja, maíz, trigo, poroto y caña de azúcar. A su vez, «en conjunto con mi hermana, que también es ingeniera agrónoma, estamos trabajando con productores de la zona y asesoramos campos también en las provincias de Salta, Catamarca y Santiago del Estero«, señaló.
En cuanto al papel de la mujer rural en el norte: «Somos como una rareza. Lo defino como un desafío y algo transgresor«, dijo la ingeniera y agregó: «ser una mujer rural no es fácil. Existen muchos prejuicios y obstáculos en las actividades que queremos realizar. Y, al día de hoy seguimos siendo una ínfima minoría. Creo que todavía tenemos mucho lugar por ganar».
Una campaña gruesa donde hay lugares en los que no habrá cosecha
Consultada por situación actual de la presente campaña gruesa en el este de la provincia, Ramos explicó: «es una campaña muy difícil. La heterogeneidad es lo que está caracterizando al desarrollo de la campaña. Tanto por la condiciones climáticas como por los estadíos fenológicos de los cultivos. Hay mucha soja recién implantada y soja que ya está en estado reproductivo. Sumado a estos días, con olas de calor, y déficit hídrico, estamos muy preocupados y a la espera de una lluvia que nos alivie un poco. Al día de hoy, todas las zonas están comprometidas de alguna manera«.
Así, dado el retraso en la implantación de los cultivos, «es complicado dar expectativas de cosecha». «Estamos en un punto de quiebre dónde si se regularizan las condiciones podemos tener expectativas de cosecha medianamente aceptables a pérdidas«, indicó.
Asimismo, las condiciones desfavorables golpean no solo a Tucumán, sino a todo el país. «Estamos con números definidos en cuanto a pérdidas a nivel país. Hay sectores en la pampa húmeda con pérdidas totales o que no pudieron llevar a cabo la implantación de sus cultivos. Tampoco tenemos certezas de que va a pasar con los productores al momento de la cosecha ni que va a pasar con los mercados», concluyó.
Ana Luz Llobril Ayala – Suena a Campo