En el dinámico mundo de la biotecnología agrícola, las start-ups están marcando una gran diferencia en la producción sostenible. En diálogo con SUENA A CAMPO, Victoria Coll, bióloga y cofundadora de Semion, una empresa emergente de base biotecnológica en Tucumán, nos compartió su visión sobre la innovación en el sector, así como las técnicas que están desarrollando en Semion Bio para combatir la chicharrita del maíz, un problema persistente para los productores locales.
– ¿Como nació Semion y cual es la motivación principal detrás de su creación?
– Soy biologa pero hice un doctorado en Química Analítica, comencé a estudiar las interacciones entre plantas e insectos, el primer sistema que vi en ese momento fue el de maíz y desde entonces comencé a trabajar con el sistema.
– En términos de sostenibilidad… ¿cómo contribuyen ustedes a las soluciones y también a una agricultura económica?
– Trabajo con este sistema hace muchos años. El año pasado acepté una propuesta de una aceleradora que me venía buscando desde hace rato. Decidí fundar esta empresa y renunciar al Conicet. La idea es desarrollar cosas nuevas, disruptivas a las que hay en el mercado, que sean más amigables. Que no sean insecticidas sino que sean otras maneras de abordar el problema, yo tengo una especialidad en Botánica y en Química Vegetal y hace tiempo trabajo en interacciones.
– ¿Quienes trabajan con vos?
– El año pasado cuando acepte la propuesta de la aceleradora y convoque a la gente que trabajaba conmigo, así se sumó Jorge Hill y Alejandro Forlín, que se especializa en citrus, entre los tres comenzamos con el proceso del armado del negocio. Ahí conocimos a Emilio Molina, que es ecuatoriano y se sumó al proyecto, al igual que la ingeniera agrónoma y entomóloga Paula Páez Jerez.
– ¿Qué técnicas están desarrollando para poder combatir a la chicharrita de maíz?
– Hace muchos años que trabajo con la chicharrita, entiendo qué olores le gustan y cuales la repelen. Entiendo como manejar esos olores, aprovecho esos años de ventaja que tengo trabajando sobre esto. Conocemos el sistema muy bien, la solución que proponemos se basa en manipular las vias metabolicas de las plantas para que el bicho no las elija y estimular una respuesta fisiológica que hace que la tolere mejor la infección y los patógenos.
– ¿Cómo ves la efectividad en base a lo que utilizan ustedes con los métodos tradicionales?
– Este año hicimos el primer ensayo a campo, lo pudimos hacer por que teníamos la plata. La destinamos para montar un ensayo a campo y nos sorprendieron los resultados que fueron muy prometedores, lo que nos dio esperanzas y ganas de seguir trabajando. Las plantas hasta visiblemente se las notaba mejor. Lo ventaja de lo nuestro es que lo controlamos nosotros con una aplicación de insecticida.
– ¿Qué técnicas utilizan para la manipulación de plagas?
– Se basan en la manipulación del comportamiento de los insectos que son plagas a través de silenciar o activar vías metabólicas específicas en las plantas. Además del maíz trabajamos con citrus y tenemos un convenio con la Universidad de Florida, en Estados Unidos tenemos cuatro ensayos a campo en marcha, donde volvemos a la plantas de citrus menos atractivas para el vector del HLB e instalamos trampas bilógicas o sintetitcas que son atractivas para el vector. Con esto logramos bajar los niveles de colonización natural en un 91 por ciento lo cual es muy llamativo, queremos sacar un producto que sirva para la industria citrícolas.
– ¿Cúal es la ventaja da la startup?
– Las startups podemos ser disruptivas, podemos darnos el lujo de probar tecnologías nuevas sin miedo al fracaso y sin necesidad que pasen por varias comisiones, eso se traduce en velocidad y estamos acostumbrados a trabajar con poca plata y logramos muchos resultados. La velocidad, capacidad de funcionar con bajo presupuesto y la formación de los cientificos en argentina que es de primer nivel, nos permite posicionarnos bien en el mapa de desarrollo biotecnológico de Latinoamérica.
(Fuente: Suena a Campo)