El SENASA ha emitido una alerta ante la posible presencia de langostas en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy. Esta plaga representa una seria amenaza para la producción agrícola de la región, y por ello, se han intensificado los esfuerzos de monitoreo y control. En diálogo con SUENA A CAMPO, el Ingeniero Agrónomo Héctor Medina, coordinador general de contingencias y emergencias del SENASA, dio algunos detalles sobre las medidas que se están implementando y los desafíos que enfrenta el organismo en la lucha contra esta plaga.
– ¿Cuál es la situación actual en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy con respecto a la amenaza de langostas?
– A nivel nacional, tenemos una emergencia declarada. En realidad, empezamos a trabajar a mediados de febrero con una alerta fitosanitaria. Eso llevó a que se controlaran más de mil focos de la plaga de langosta en distintas provincias. Recientemente se declaró una emergencia, así que elevamos ese nivel de alerta, porque entendemos que se han encontrado entre 30 y 40 mangas de langosta, pero hay al menos tres que no se han podido terminar de controlar. Entonces esa situación llevó a la declaración de emergencia. Puntualmente, estamos trabajando en la zona de Catamarca, cerca de la provincia de La Rioja. Y hay dos mangas que estuvimos trabajando y siguiendo en la provincia de Córdoba, y en estos días no tenemos el paradero exacto, básicamente porque hay bajas temperaturas y no se ha facilitado mucho la detección.
– ¿Son las imágenes que se viralizaron los últimos días de la provincia de Córdoba?
– Exactamente. Fue la que más llegó a los medios de comunicación por el impacto que tuvo. Fueron las mangas que estuvieron en la ciudad de Córdoba, que recorrieron la zona de las Sierras Chicas, Punilla, incluso una de las mangas atravesó la ciudad, algo que había pasado también en 2017 y eso generó cierto impacto mediático. Y se dirigieron para la región del Noa, Santiago de Tucumán, Salta, estas mangas que nosotros seguíamos en la provincia de Córdoba empezaron a moverse hacia el norte, pero las temperaturas frías o bajas, hacen que por ahí la ubicación no sea tan exacta, entonces la búsqueda que nosotros teníamos en la provincia de Córdoba se amplió, al sur de la provincia también que apelamos al aviso por parte de los productores en caso de encontrar la plaga.
– ¿Qué factores climáticos han contribuido al aumento de la actividad de estas plagas en la región?
– Tiene una relación directa con la temperatura. Una característica que siempre mencionamos sobre las langostas es su capacidad de formar mangas. Las mangas son nubes de millones y millones de insectos que se mueven en forma conjunta y pueden desplazarse más de cien kilómetros en un día. Pero ese desplazamiento está determinado por dos factores fundamentales: el viento, que les proporciona dirección, y la temperatura. Entonces, a mayor temperatura, el desplazamiento es mayor; a menor temperatura, se mueven mucho menos. Esos son los dos factores que inciden.
– ¿Qué pasó que se llevó a la declaración de emergencia?
– Tuvimos un invierno bastante estricto, pero se había controlado mucho la langosta. Sin embargo, cuando la temperatura subió un poco, hubo algunos días de mayor calor y la langosta volvió a aparecer. Entonces, bueno, la declaración de emergencia. Nosotros tenemos un sistema de vigilancia permanente a nivel nacional que se complementa con las acciones que realizan países vecinos. Paraguay, por ejemplo, también ha declarado una emergencia recientemente. Esta vigilancia permanente, que monitorea el campo constantemente, fue lo que nos llevó a detectar la langosta en febrero, a hacer un control temprano y a seguir trabajando. Claramente, había muchas mangas, por eso seguimos con varios equipos tratando de seguir el movimiento de un evento natural. Hacemos ese trabajo con un objetivo claro: poder controlar esa langosta una vez que desciende y se asienta.
– ¿Cuál es el protocolo de acción que sigue el SENASA cuando se detectan focos de langostas en áreas agrícolas?
– Nosotros lo que estamos pidiendo es que nos notifiquen, ya sea a través de la oficina local del SENASA o utilizando un número de WhatsApp habilitado que tiene un bot, que es el 104. Los productores mandan un mensaje y el bot los va guiando; les pedirá la ubicación y fotos de lo que están viendo. Eso nosotros lo procesamos rápidamente y lo podemos enviar a los equipos que están trabajando en el campo. Esto ayuda mucho al seguimiento de la plaga. Pero también pueden avisar a las direcciones de agricultura de la provincia, al INTA, o a las asociaciones de productores. La verdad es que estamos trabajando hace muchos años de forma mancomunada y en red, por lo cual, si cualquiera de estos actores se entera, la información llega rápidamente a nosotros.
– En cuanto a la colaboración interprovincial, ¿cómo se están coordinando las acciones entre Tucumán, Salta y Jujuy para enfrentar esta amenaza?
– El SENASA lidera a nivel nacional. Nosotros tenemos lo que se denomina el Comité de Crisis Nacional, en donde generalmente citamos a todas las provincias y a los productores, y les contamos un poco la situación y las acciones que vamos llevando adelante. Además, hay algunas mesas que son más a nivel local, ya sean interprovinciales, como mesas a nivel de la región del NOA. Es muy frecuente la reunión entre Tucumán y Santiago, por ejemplo, o entre Salta y Jujuy, y a veces con todas las provincias del NOA, donde se ven específicamente las acciones que se implementan en esa zona. Actualmente, el NOA, en comparación con otros años, no tiene un riesgo inminente; no está sufriendo lo que está pasando en este momento en Córdoba o Catamarca, por lo cual no es tan frecuente que nos reunamos. Pero las comunicaciones, los teléfonos, y el diálogo son permanentes en el marco de esta emergencia. Eso es lo importante del mensaje: no estamos en una situación normal, sino que claramente es una emergencia, por lo cual hay una comunicación fluida.
– ¿Podría explicarnos las principales diferencias entre las langostas y otras plagas comunes, y por qué su control es más complicado?
-Estamos hablando de una plaga bíblica, una de las plagas de Egipto, mencionada tanto en la Biblia como en el Corán. Es una plaga que tiene mucha, mucha historia. De hecho, fue la plaga más importante para Argentina en la década de 1950 y para todos los países de Sudamérica. En particular, está categorizada a nivel mundial como una plaga migratoria y transfronteriza. Es decir, no tiene ningún tipo de barrera ni frontera que la pueda frenar. Se mueve, como mencionaba, en forma de manga. Por lo cual hoy está en Paraguay, mañana en Argentina, y pasado mañana puede cruzar a Brasil y Uruguay, situaciones que estuvimos muy cerca de vivir en Argentina años atrás. Se desplaza rápidamente entre países y provincias. Como decía, no tiene ningún tipo de frontera. Esto implica que debe haber una coordinación general muy importante, una comunicación fluida, y una preparación significativa para poder responder a este tipo de eventos. Otra característica crucial es su alimentación. Nosotros estamos acostumbrados en el agro a ver plagas específicas de maíz, plagas de la naranja, de los cítricos, o de otros cultivos. Sin embargo, la langosta es una plaga que predomina técnicamente como polífaga, es decir, se alimenta de cualquier planta. Entonces, cualquier cultivo puede verse afectado por el avance de una manga de langostas o por la población de langostas en general. Y el daño que puede hacer en muy poco tiempo es muy alto. Debido a la intensidad del daño y la capacidad de afectar cualquier cultivo, se la considera una de las plagas más importantes a nivel global.
– ¿Qué proyecciones tienen para el futuro cercano en cuanto al control de la plaga y la protección de la producción agrícola en las zonas afectadas?
– Ahora estamos abocados a conseguir la ubicación precisa de estas tres mangas que entendemos que todavía están en la región, en la provincia de Catamarca, como ya mencioné, y en la provincia de Córdoba, con el objetivo claro de poder controlarlas. En paralelo, seguimos vigilando otras zonas. Hemos tenido focos extraños en Salta, en Formosa, en Chaco, por lo cual estas zonas siguen siendo vigiladas de forma permanente. En caso de que aparezcan, se hará un control para evitar que la población crezca. Al mismo tiempo, estamos fortaleciendo las acciones de cooperación que tenemos con otros países. Como ya mencioné, no solamente importa lo que pasa en Argentina, sino que también estamos atentos a lo que sucede en Bolivia y Paraguay, porque en años pasados hemos tenido invasiones provenientes de estos países. Por lo tanto, es muy importante estar al tanto de las acciones que estos países lleven adelante. Si ellos tienen algún escape de alguna manga, es altamente probable que, al igual que en años anteriores, ingresen a Argentina. Por eso, hay un trabajo de cooperación muy importante con los países vecinos para estar atentos y ver qué sucede. Así que, mientras miramos y trabajamos en lo nacional, trataremos de controlar lo más rápido posible esta población de langostas tan pronto como las detectemos. Mientras tanto, observamos y cooperamos con los países de la región para ver qué pasa al otro lado de la frontera.
(Fuente: Suena a Campo)