La última semana de agosto marca un punto clave en el año para los tucumanos, no solo porque nos acercamos a la primavera, sino también por la expectativa generada en torno al fenómeno de Santa Rosa, una lluvia que históricamente se asocia con estas fechas. En diálogo con SUENA A CAMPO, Cristofer Brito, observador meteorológico del Servicio Meteorológico Nacional, nos contó su visión sobre cómo se presentará el tiempo durante esta semana y cuáles son las perspectivas para septiembre en Tucumán.
Cristofer Brito, destacó durante su último informe la particularidad de la situación climática que atraviesa la provincia de Tucumán y gran parte del país. Brito señaló que este año se espera que la tradicional tormenta de Santa Rosa, que suele llegar a fines de agosto, se manifieste de manera leve y focalizada. Aunque históricamente esta tormenta solía marcar un cambio significativo en el clima de invierno a primavera, en los últimos años su presencia ha sido cada vez más tenue, un fenómeno que Brito atribuye al cambio climático.
«Este año parece que podría ser una Santa Rosa a medias», afirmó Brito, refiriéndose a las precipitaciones esperadas para el 30 de agosto. Según sus previsiones, las lluvias serán localizadas principalmente en el centro y sur de Tucumán, con acumulados de entre 5 y 10 milímetros. Sin embargo, estas lluvias no llegarán a convertirse en tormentas, lo que refuerza la idea de una Santa Rosa menos intensa de lo habitual.
El cambio climático influyó en la frecuencia y la intensidad de las lluvias en esta época del año, reduciendo las probabilidades de tormentas debido a la falta de humedad y las temperaturas moderadas. «Lamentablemente, el cambio climático hizo que se acrecentaran las épocas de sequía en el oeste del país y en gran parte de la Argentina«, explicó Brito, señalando que agosto se ha convertido en uno de los meses más secos del año junto con julio.
A pesar de este panorama, Brito anticipa un cambio radical en el clima a partir de septiembre, cuando las temperaturas comenzarán a subir significativamente, marcando el inicio de un período cálido que se extenderá por varios meses. «Septiembre pinta ya preferiblemente como un mes no tan invernal, sino más bien primaveral, y te diría, casi veraniego«, comentó, advirtiendo que las temperaturas máximas podrían superar los 35 grados en la primera quincena del mes.
Este ascenso térmico será un cambio brusco, considerando las bajas temperaturas experimentadas recientemente. Brito sugirió a la población que comience a guardar las prendas de invierno más gruesas, ya que no se esperan frentes fríos intensos en lo que resta del año. «Vamos en tendencia clara a temperaturas más agradables«, aseguró.
El observador también mencionó la posibilidad de que este período cálido se extienda más allá de lo habitual, con temperaturas elevadas desde septiembre hasta febrero o marzo, lo que podría configurar un verano prolongado. Sin embargo, Brito fue cauteloso al referirse a las predicciones para el verano, ya que la inminente llegada del fenómeno de La Niña, aunque en su versión más débil, podría alterar los patrones climáticos esperados.
Para los productores agrícolas de la región, Brito ofreció algunas recomendaciones basadas en las previsiones actuales. Destacó que las lluvias en la región amazónica, que son cruciales para la generación de humedad en el norte argentino, se han retrasado, lo que sugiere un septiembre con pocas precipitaciones en Tucumán. Esta falta de humedad, combinada con las altas temperaturas, podría generar un estrés hídrico significativo en los cultivos, por lo que instó a los agricultores a estar preparados para enfrentar estas condiciones adversas.
(Fuente: Suena a Campo)