El presupuesto 2025 presentado recientemente en el Congreso ha generado diversas reacciones en el sector agropecuario. Las proyecciones y asignaciones impactarán significativamente en la economía del agro, con especial énfasis en el debate sobre las retenciones. Eduardo Robinson, economista, nos ofrece a través de SUENA A CAMPO su visión sobre el impacto que tendrá este nuevo presupuesto en la actividad agropecuaria y profundizaremos en las implicancias para el campo y los desafíos que se avecinan para el próximo año.
El acto de presentación del presupuesto fue inusual, ya que fue el propio presidente quien lo anunció ante el Congreso. «Muchas expectativas giraban en torno a la presentación del presupuesto por parte de Milei«, comenta Robinson. Este gesto, poco común en la historia reciente del país, fue visto como una señal del enfoque personal del presidente en lo que respecta a las políticas económicas que guiarán el país el próximo año. Generalmente, es el Ministerio de Economía el que presenta el proyecto de ley a la Cámara de Diputados, pero en esta ocasión Milei prefirió tomar las riendas personalmente.
El discurso del presidente se centró principalmente en el equilibrio fiscal. Robinson destaca que este tema fue predominante: «Aferrarse a lo que tiene que ver con mantener las cuentas públicas, evitar el financiamiento mediante emisión de dinero o deuda, ha sido el mensaje central del presidente». Esta visión se alinea con la posición que Milei ha defendido desde su llegada a la presidencia, subrayando que el financiamiento a través de la emisión monetaria o deuda ha generado más problemas que beneficios para la economía argentina en los últimos años.
En el aspecto político, Milei también ofreció cifras que han sido motivo de controversia. Un punto que generó revuelo fue el mencionado ajuste de 60 mil millones de dólares que, según el presidente, debían realizar las provincias y municipios. «Sin embargo, tras el discurso, los gobernadores y los intendentes inmediatamente negaron que esto fuese necesario, argumentando que ya se han hecho los ajustes pertinentes», comenta Robinson. Este debate refleja las tensiones políticas que rodean la implementación de medidas de ajuste, y plantea interrogantes sobre la factibilidad de los objetivos fiscales planteados en el presupuesto.
El sector agropecuario, uno de los más importantes en términos de generación de divisas para el país, también ha seguido de cerca el anuncio del presupuesto. Robinson señala que el campo, acostumbrado a soportar cargas tributarias como las retenciones y la fluctuación del tipo de cambio, recibió el discurso del presidente con expectativas mixtas.
«El campo viene haciendo un gran esfuerzo desde hace años. Entre retenciones, tipo de cambio y precios internacionales, el productor agrícola tiene que estar pendiente de múltiples frentes», explica Robinson. En este contexto, cualquier señal del gobierno que afecte las proyecciones de ingresos y gastos para el año próximo es de suma importancia para el sector.
Uno de los puntos que más expectativas genera es el futuro de las retenciones. Milei ha mencionado en ocasiones anteriores la necesidad de eliminarlas, pero el equilibrio macroeconómico actual no lo permite, al menos en el corto plazo. «El campo ha estado pendiente de si habrá o no una baja de retenciones al comienzo del 2025, y este tema sigue siendo una gran incógnita«, señala Robinson.
Tras el anuncio del presupuesto, hubo una aclaración importante por parte del ministro de Economía, Luis Caputo, que generó preocupación en el sector agropecuario. Un cuadro comparativo del presupuesto mostraba un incremento del 100% en los derechos de exportación, lo que encendió las alarmas en el campo. «Este aumento despertó dudas sobre si habría un incremento real en las retenciones«, comenta Robinson.
Caputo aclaró que este aumento se debía a una base de comparación baja del año 2024, afectada por políticas erráticas en materia tributaria y cambiaria. En 2023, muchas exportaciones se adelantaron debido a la incertidumbre sobre el tipo de cambio, lo que afectó las proyecciones de ingresos del año siguiente. «El ministro trató de calmar las aguas, señalando que este incremento en las proyecciones de derechos de exportación no implica un aumento real en las retenciones, sino una corrección estadística», aclara Robinson.
En términos fiscales, el sector agropecuario continúa siendo uno de los pilares del equilibrio económico del país. Según Robinson, «el campo aporta no solo divisas, sino también una gran cantidad de recursos tributarios. En la última década, el campo ha contribuido con más de 120 mil millones de dólares en impuestos». Esta contribución es vital para el sostenimiento del andamiaje fiscal en Argentina, en un contexto donde las reservas del Banco Central están bajo presión y la economía enfrenta desafíos de liquidez.
El sector agrícola y ganadero también requiere estabilidad y reglas claras para poder planificar a mediano plazo. «Las decisiones en el campo necesitan previsibilidad, y es ahí donde el presupuesto juega un rol importante, al enmarcar la política económica dentro de ciertas pautas«, explica Robinson.
Finalmente, Robinson advierte que los últimos meses de 2024 serán clave para determinar el rumbo de la economía en 2025. «Es difícil hacer proyecciones claras para los próximos meses, especialmente con tantas variables en juego como el dólar, las condiciones climáticas y la incertidumbre política», comenta.
El productor agrícola, por ahora, deberá planificar con las condiciones actuales, sin esperar cambios significativos en las retenciones a corto plazo. «Habrá que cruzar los dedos y esperar que el clima y el tipo de cambio no generen más complicaciones en lo que queda del año», concluye Robinson.
(Fuente: Suena a Campo)