La carne vacuna argentina sigue ganando terreno en el mercado internacional, con un crecimiento en las exportaciones del 23% en el último año. Este avance, según el Ingeniero Zootecnista Rafael Mortarotti, CEO de Ganadería Caburé, se debe a una combinación de factores tanto internos como externos que han permitido a la industria cárnica argentina recuperar su competitividad en mercados clave. En diálogo con SUENA A CAMPO el Ingeniero Mortarotti, se refirió al notable crecimiento de las exportaciones de carne vacuna en Argentina.
Uno de los principales impulsores de este crecimiento ha sido la variación en la cotización del dólar. “El cambio en la cotización del dólar ha sido clave para las exportaciones. La devaluación ha beneficiado enormemente a las exportaciones, aunque el costo argentino ha reducido parte de ese impacto. Aun así, ha tonificado mucho al sector”, explicó Mortarotti. Además, mencionó la actitud del gobierno actual, que ha adoptado una postura más favorable hacia la exportación, en contraste con administraciones anteriores. “Este gobierno ha intentado exportar la mayor cantidad posible, algo que antes no se fomentaba. La combinación de un mejor valor del dólar y un gobierno con actitud exportadora ha sido clave para volver a los niveles de exportación que alguna vez tuvimos”, destacó.
En cuanto a los mercados, Mortarotti señaló que se han abierto nuevos destinos, aunque algunos de menor volumen. “Es importante que se sigan abriendo mercados, aunque sean chicos, porque esos mercados exigen una calidad alta, y una vez que uno entra, se asegura la continuidad en otros mercados competidores. Es fundamental demostrar que como país tenemos la calidad y la capacidad para producir de manera constante”, comentó.
El contexto internacional también ha jugado un rol crucial, especialmente la creciente demanda de proteínas de calidad. “Hoy en día hay una demanda muy ávida por proteínas, especialmente de carne bovina. Hay dos mercados bien diferenciados: uno de alto valor, como Estados Unidos y Europa, y otro más masivo, como China, que tracciona grandes volúmenes”, señaló Mortarotti. Mencionó también que China es un mercado clave por su volumen, mientras que Europa se ha convertido en un destino más exigente en términos de calidad. “Europa se está transformando en un mercado de carne especialidad, no en un commodity. Los cortes que se exportan allí son cada vez de mayor valor, pero en menor volumen. Y para integrar bien la media res, necesitamos otros mercados como China que compran cortes de menor valor”, aclaró.
Sin embargo, a pesar del éxito en las exportaciones, el ingeniero destacó algunos desafíos que enfrenta el sector, sobre todo en términos de producción. “El principal desafío es el clima. Venimos de años de mucha sequía, y aunque ha llovido en algunas zonas, otras siguen complicadas. La ganadería depende del forraje, y sin lluvia no hay producción. Además, los costos son otro factor a tener en cuenta. Trabajamos con insumos agrícolas como el maíz y sus subproductos, cuyos precios están subiendo, y hay que ver si el negocio ganadero acompaña ese incremento”, explicó.
Otro aspecto relevante en la competitividad de la carne argentina son las certificaciones de calidad y trazabilidad, que se han vuelto cada vez más importantes, especialmente en mercados de alto valor como Europa. “Las certificaciones son fundamentales si queremos acceder a mercados valiosos. Europa, por ejemplo, exige que la hacienda provenga de campos libres de deforestación, como parte de la agenda 2030. Además, la trazabilidad es clave para garantizar la transparencia en la cadena de producción”, afirmó Mortarotti. El ingeniero también hizo hincapié en la necesidad de avanzar hacia una trazabilidad electrónica más eficiente. “La trazabilidad electrónica es una gran ventaja, porque permite rastrear a los animales de manera mucho más precisa y rápida. Aunque su implementación tiene un costo, creo que es necesario para mantener la competitividad a nivel internacional”, comentó.
Finalmente, Mortarotti abordó la situación del consumo interno de carne vacuna, que ha disminuido en los últimos años debido a la recesión económica. “El consumo interno viene bajando por la situación económica, no por el aumento de las exportaciones. A medida que la economía se recupere y los salarios mejoren frente a la inflación, el consumo va a volver a subir. No llegaremos a los niveles históricos de consumo, pero con que el país consuma entre 40 y 45 kilos de carne per cápita, Argentina podrá abastecer el mercado local y exportar el excedente”, aseguró. Según el ingeniero, es fundamental que el país mantenga un equilibrio entre el consumo interno y las exportaciones para garantizar el ingreso de divisas y evitar los problemas económicos actuales.
En conclusión, la industria cárnica argentina atraviesa un momento de crecimiento impulsado por una combinación de factores favorables, pero también enfrenta desafíos que requieren atención a largo plazo. Mortarotti destacó la necesidad de continuar abriendo mercados, mejorar la trazabilidad y adaptarse a los cambios en el contexto internacional para seguir siendo competitivos. “Tenemos que pensar a largo plazo y asegurarnos de que tanto el mercado local como el internacional estén bien abastecidos. Solo así podremos garantizar el crecimiento sostenible de la industria”, concluyó.
(Fuente: Suena a Campo)