El sector porcino en Tucumán ha ganado relevancia en los últimos años, con inversiones y proyectos que buscan impulsar su crecimiento. En un contexto donde el precio de la carne porcina se compara cada vez más favorablemente con otros tipos de carne, la provincia se presenta como un mercado en expansión. La médica veterinaria Carolina Cizek, docente de la Facultad de Agronomía y Zootecnia y referente en el tema, en diálogo con SUENA A CAMPO, analizó la situación actual del sector, el comportamiento de los precios y el consumo de carne porcina en Tucumán.
Este avance no solo se refleja en el aumento del número de madres reproductoras, sino también en la mejora genética, un factor clave para la calidad del producto final. “El sector porcino ha venido creciendo estos últimos años, ha mejorado un poquito lo que es el núcleo genético que tiene la provincia”, señaló Cizek, resaltando cómo esto ha impulsado la apertura de carnicerías especializadas en carne de cerdo, algo que anteriormente no era tan frecuente en la región. A pesar de este progreso, el crecimiento en Tucumán ha sido más lento en comparación con provincias vecinas, como Salta o Santiago del Estero.
El aumento del consumo de carne de cerdo a nivel nacional ha influido directamente en el mercado tucumano, lo cual también ha impulsado a la industria. Sin embargo, Cizek menciona que el 2024 ha sido un año particularmente desafiante para el sector. Entre febrero y julio, el precio del cerdo en pie sufrió una importante caída, lo que afectó considerablemente a los productores locales. “Muchas granjas tuvieron que cerrar sus puertas”, destacó, enfatizando la gravedad de la situación. Este impacto se debe en parte a la competencia con la carne vacuna, que suele posicionarse como la opción principal para los consumidores. “En la góndola la gente va a elegir cerdo cuando realmente un corte vacuno está por arriba de lo que podría pagar”, explicó la docente, subrayando el rol del cerdo como alternativa más accesible cuando la carne de vaca se encarece.
Pese a los desafíos, algunos municipios han apostado por el crecimiento del sector a través de inversiones puntuales. En La Cocha, por ejemplo, se han hecho inversiones significativas, como la instalación de una fábrica de chacinados y la creación de una granja que busca beneficiar a la comunidad local. “Se vienen haciendo algunas inversiones a nivel de los frigoríficos, se está trabajando con la Secretaría de Ganadería y Agricultura, que ha hecho muchos convenios con el Senasa para tratar de unificar lo que es la calidad de la faena y la inocuidad”, detalló Cizek, señalando el esfuerzo institucional por mejorar la producción y estandarizar los controles de calidad.
Uno de los aspectos que más afecta a la producción porcina es el margen de ganancia, que se mantiene ajustado. Según Cizek, la realidad es que tanto el sector porcino como el de carne aviar y vacuna enfrentan estrechos márgenes de rentabilidad debido a los altos costos de producción. “Nosotros ahora nos estamos acomodando, hemos estado a pérdida desde marzo a junio, con los índices por debajo de las ganancias, y hoy repuntó el precio del cerdo y estamos con márgenes estrechos, pero el productor está viendo por lo menos resultados”, explicó, aliviada por una reciente recuperación en los precios.
A pesar de ser una opción más accesible que la carne vacuna y la aviar, la carne de cerdo aún enfrenta el reto de ganar mayor aceptación entre los consumidores. Cizek señaló la necesidad de incrementar la difusión sobre las bondades nutricionales del cerdo, un producto que, además de ser más económico, ofrece una carne magra y de alta calidad en la provincia. “Es una carne sumamente magra, es una carne que hoy en día en Tucumán se consigue carne de muy buena calidad”, expresó, agregando que los controles sanitarios garantizan la ausencia de enfermedades como la triquinosis. Asimismo, comentó que los distintos cortes del cerdo pueden ofrecer alternativas tan versátiles como la carne vacuna, desde milanesas de cerdo hasta el sabroso “techito”.
Además de la calidad y variedad de cortes, la carne de cerdo se destaca por su contenido de proteínas de alto valor biológico, aminoácidos esenciales y vitaminas como la B12, que contribuyen a una dieta equilibrada. Según Cizek, también es una carne de fácil digestión, lo cual la convierte en una opción adecuada para una alimentación saludable. No obstante, aún persiste el estigma de que el cerdo tiene un “sabor fuerte” o “aromático”, una percepción que, según la especialista, ya no se corresponde con la realidad actual debido a las mejoras en la alimentación de los animales. “Hoy con la alimentación de los animales ha cambiado rotundamente y hoy la calidad es muy buena”, afirmó, convencida de que una mayor divulgación sobre estas características podría ayudar a cambiar la percepción pública.
El sector porcino en Tucumán cuenta con una base de productores comprometidos que se esfuerzan por mantener altos estándares de calidad. Cizek aprovechó para destacar el trabajo de productores locales, como aquellos de Burruyacu, quienes, según ella, “trabajan muy seriamente, dan de comer a sus animales una buena calidad de alimento y, por lo tanto, tienen un producto muy bueno”. Además, desde la facultad y la mesa porcina de la provincia, se están promoviendo iniciativas para que los productores se asocien y formen cooperativas, con el objetivo de fortalecer la estructura del sector y aumentar sus beneficios.
A medida que se acerca la temporada festiva, la demanda de carne de cerdo suele aumentar, lo cual representa una oportunidad para los productores locales. Con el trabajo de las instituciones educativas, los productores y los medios de comunicación, se espera que la carne de cerdo continúe ganando terreno en la preferencia de los consumidores, demostrando ser una alternativa saludable, accesible y de calidad.
(Fuente: Suena a Campo)