Esta semana, el Consejo Apícola Regional NOA, celebrado en la provincia de Salta, reunió a referentes del sector apícola provenientes de distintas provincias para abordar desafíos cruciales como la sanidad apícola, la trazabilidad de productos y la sostenibilidad del sector. En este marco, la Ingeniera Zootecnista Verónica Albarracín, especialista en apicultura, compartió con SUENA A CAMPO su análisis sobre los avances y las oportunidades que este evento representa para el desarrollo de la apicultura regional.
«Es muy importante que desde Nación, en conjunto con las provincias de la región, podamos reunirnos y, en contacto directo con los productores, identificar sus necesidades. A partir de ahí se generan las demandas necesarias para ayudar y promover la apicultura regional», Albarracín destacó al inicio de la entrevista. Argentina, tercer exportador mundial de miel, tiene una presencia destacada en los mercados internacionales gracias a la calidad de su producción.
Según la especialista, mantener esta posición implica cumplir estrictamente con los protocolos de trazabilidad y los requerimientos sanitarios exigidos globalmente. No obstante, la amenaza del pequeño escarabajo de la colmena (Aethina tumida), presente en países vecinos, ha encendido las alarmas. “Argentina no está exenta de esta patología, y desde el Senasa se están articulando medidas para el control y monitoreo, especialmente en provincias limítrofes. Es crucial estar preparados para evitar perder mercados internacionales”, enfatizó Albarracín.
La participación de los productores en encuentros como este resulta esencial, según la experta. Albarracín subrayó la importancia de su asistencia no solo para estar al tanto de las amenazas sanitarias, sino también para acceder a nuevas oportunidades, como las que ofrece Tucumán. En esta provincia, se están desarrollando iniciativas académicas, como diplomaturas y tecnicaturas en apicultura, junto con la implementación de sellos de calidad como la Indicación Geográfica (IG) para mieles locales. Entre ellas destaca la miel de azahar de limón, una marca registrada que busca posicionarse tanto en mercados internos como externos. “Es muy importante mostrarles a los productores que es posible obtener un sello de calidad y que cuentan con el apoyo de las instituciones del Estado. Pero también, es necesario que ellos se conviertan en el motor de estas iniciativas, exigiendo a las autoridades el apoyo necesario para concretarlas”, explicó Albarracín.
En este Consejo, además de la miel de Tucumán, se presentaron otras IG relevantes, como la miel de Atamisqui en Santiago del Estero y la miel orgánica de Chaco. Albarracín detalló que estas denominaciones no solo destacan las características organolépticas y fisicoquímicas del producto,sino que también involucran una historia y una trayectoria de producción que garantizan la calidad y la trazabilidad. “Eso debe impactar en el precio, porque el consumidor sabe exactamente dónde y cómo se produjo esa miel”, señaló.
Por último, el especialista resaltó que los retos del sector no pueden enfrentarse de manera aislada. “Cuando uno pretende abordar mercados internacionales, donde las principales exigencias son calidad, cantidad y continuidad, es necesario trabajar en conjunto. Esto incluye a productores, actores de la cadena comercial y las oficinas del Estado en sus distintos niveles. La integración es clave para detectar nichos de comercialización y facilitar el cumplimiento de los protocolos necesarios”, concluyó Albarracín.
El Consejo Apícola Regional NOA no solo puso sobre la mesa los desafíos de la apicultura en el contexto actual, sino que también ofreció una visión esperanzadora para su desarrollo sostenible. Los esfuerzos de integración entre productores, académicos y el Estado son un ejemplo de cómo el trabajo colaborativo puede impulsar el sector hacia un futuro prometedor
(Fuente: Suena a Campo)