El sistema de crianza de gallinas libres o “free range”, supone una moderna tendencia que evita el uso de jaulas buscando reducir el estrés de las aves.
El Free Range o crianza de gallinas libres, consiste en una forma de crianza de los animales que implica que, al menos una parte del día, estos puedan desplegarse libremente, sin jaulas; buscando disminuir el estrés que genera la competencia por el espacio físico, acceso a bebederos y comederos, etc. Esta tendencia tiene su origen en algunas regiones de España y el sur de Estados Unidos, donde gran parte de la comunidad está dispuesta a pagar un canon adicional por el huevo proveniente de “gallinas felices”.
Los defensores del “free range” sostienen que presenta innumerables ventajas, entre las que se cuenta la posibilidad de obtener huevos totalmente limpios, ya que las aves realizan la postura en un nidal perfectamente acondicionado, lo que va acompañado de una recolección constante de los huevos de los nidales, impidiendo que el huevo se contamine. Además las aves tienen una mayor vida útil, al encontrarse en un ambiente confortable, libre de hacinamiento y estrés.
Por otro lado, quienes apuestan a este sistema aseguran que, al poseer una alimentación más rica y variada, a partir de la ingesta de insectos y pasturas naturales, las gallinas producen huevos de mejor calidad nutricional, mayor tamaño, yema de color intenso, entre otras cualidades.
En la actualidad creció incesantemente un segmento de consumidores que antes pasaba desapercibido, ávido de productos obtenidos responsablemente. Consultado por Suena a Campo, el Ingeniero Zootecnista y especialista en avicultura, Marcos Auat opinó que “hay una franja etaria de la población que busca adquirir alimentos que provengan de establecimientos donde se respeten las pautas de cuidado y bienestar animal, por supuesto las grandes cadenas de supermercados se anticiparon a dicha situación y en sus góndolas ya se comercializa este tipo de productos. La avicultura no fue la excepción, ya que creció la demanda de huevos de gallinas criadas en sistemas a campo o en semi confinamiento, sin jaula (a piso)”.
La tendencia y demanda por parte de la población impactó también sobre las normativas alimentarias. “Por parte del gobierno incluso se evalúa la posibilidad de establecer una fecha límite para que, en algunas ciudades del país, los supermercados cesen con la venta de huevos de gallinas a jaula. Esto significa que alrededor del año 2025 la totalidad de los huevos comercializados deberán ser originarios de sistemas libres de jaulas” remarcó Auat.
Por su parte las cámaras que nuclean a los avicultores (CAPIA Y CEPIA) que aportan el 85% de la producción de huevos en nuestro país, manifestaron un cierto malestar al respecto. “Existe cierto fastidio en la mayoría de los productores, ya que migrar de granjas de gallinas a jaula hacia sistemas de semi confinamiento implica destinar más superficie de tierra y modificar instalaciones, lo que se traduce en grandes inversiones a corto plazo” concluyó el especialista.
Argentina es un país productor de alimentos, pero modificar la cultura del consumo es una empresa difícil de llevar a cabo, sobre todo teniendo en cuenta que el consumidor deberá pagar un sobreprecio por el huevo, por lo que el cambio de hábitos de consumo no se logrará de inmediato.
Si bien este fenómeno recién empieza, el que tiene la última palabra es el comprador, ya que al momento de elegir entre un huevo producido a jaula y otro proveniente de una cría a campo (más costoso), seguramente lo hará con el bolsillo y no con el corazón.
Suena a Campo es una matriz de comunicación multimedios dedicada exclusivamente al rubro agropecuario.