Durante los últimos años se ha extendido por los diferentes cultivos de la provincia una maleza que se destaca por su llamativa flor amarilla. En esta época aparece como más evidente en los campos de caña de azúcar, donde debido a su gran tamaño sobresale por encima del cañaveral. También resulta notable su presencia en diversas rutas y caminos aledaños a diversos cultivos, sobre todo en aquellas banquinas, en las cuales se realiza poco o nada de mantenimiento.
Se trata del “pasto (o yuyo) cubano”, cuyo nombre científico es Tithonia tubaeformis; una maleza que preocupa en la región.
Esta dicotiledónea originaria de Centroamérica es pariente cercana del girasol, y se considera que fue introducida involuntariamente a mediados del siglo pasado en Jujuy. Desde hace varios años viene causando preocupación en el norte del país, debido a su avance. En 1983 fue declarada plaga nacional por las entonces autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación. En la actualidad ya es un problema importante para algunos productores locales, a raíz de su alta capacidad invasiva.
“El ‘pasto cubano’ es una especie muy invasora y es importante identificarla en esta época, por su flor y porte característicos, e informarse para su manejo en la próxima campaña” indicó Sebastián Sabaté, de La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
Consultado sobre las alternativas para su manejo, Agustín Sánchez Ducca indicó: “venimos evaluando numerosas alternativas tanto en preemergencia como en posemergencia de esta maleza en la caña de azúcar”.
En sendas encuestas realizadas por la Eeaoc en 2015 y en 2018, fue considerada por los productores como la maleza con mayor potencial para convertirse en un serio problema en mediano plazo en el cultivo de la caña de azúcar en Tucumán.
Debido a ello se realizó un importante trabajo desde la institución para brindar alternativas de manejo para esta especie. “En ensayos realizados durante la última campaña se observó que presiones altas de esta maleza pueden resultar en pérdidas de producción de hasta un 40%; principalmente, como consecuencia de un mal manejo” enfatizó el profesional.
Rasgos e identificación
El pasto cubano es una planta anual que se propaga por semillas; erecta y de gran porte -en algunos casos supera los cuatro metros de altura-.
Los primeros flujos de emergencia se registran a fines de la primavera, momento en el cual se debe comenzar con los monitoreos, por lo que resulta sumamente importante reconocer al pasto cubano en sus primeros estadios, generalmente en plántula.
Florece y fructifica hacia el fin del otoño y el comienzo del invierno. Sus flores son de color amarillo, de alrededor de 4 cm de diámetro.
Las semillas son aquenios cónicos, que son dispersados mediante el agua de riego y la maquinaria.
“Esta maleza posee diferentes flujos de emergencia primavero-estivales, por lo que el manejo con herbicidas residuales resulta una importante estrategia” resaltó Sánchez Ducca.
Fuente: La Gaceta