En el marco de la dinámica de trabajo del Grupo Visión Ganadera del Programa Cambio Rural (CR), se llevó a cabo un estudio de evaluación y una secuencia de charlas técnicas sobre forrajes conservados en silo bolsas para la alimentación de bovinos. Se trata de una tecnología utilizada y muy difundida en los rodeos de cría presentes en distintos ambientes de Tucumán.
Esta experiencia está enmarcada institucionalmente en el Proyecto Local (PL) “Manejo Sustentable de los Sistemas Pecuarios”, dependiente de la EEA Famaillá, en articulación con el Instituto de Investigación Animal del Chaco Semiárido (IIACS). Desde la coordinación del proyecto se viene fortaleciendo este tipo de actividades referidas a la producción animal, a través de la trasferencia de conocimiento genuino y logrado de manera participativa con los productores, lo que permite consolidar aún más los procesos y vínculos para actividades técnicas futuras.
“Particularmente, en el trabajo con este grupo consideramos de alta importancia el estudio y atención de los distintos recursos forrajeros orientados a manejos con una planificación estratégica, eficiente y sustentable que conlleve a mejorar la producción de kilos de carne de los rodeos de cría”, explicó la Ing. Zoot. María Emilia Hernández del IIACS Leales.
En esta línea, el Grupo Visión Ganadera desarrolló el seguimiento y evaluación de materiales como maíz y caña de azúcar ensilados para alimentación del ganado durante dos campañas (2020/2021). El muestreo se hizo en varios puntos de distintos establecimientos del grupo, incluyendo algunos productores de cría de otros departamentos de la provincia que se sumaron en la última campaña. El trabajo, además, contó con el aporte de referentes del Área de Economía de la EEA Famaillá en el tema de costos de los silos.
Los datos obtenidos demostraron una gran variabilidad entre los establecimientos evaluados. Los resultados del análisis químico de los materiales estuvieron dentro de los rangos esperables en su mayoría. Mientras, los valores de densidad (kgMS/m3) fueron, en general, inferiores (150 kgMS/m3) a los recomendados (250 kgMS/m3).
Figura 1. Contenido de MS (%) de los silos analizados. Ventana de picado: 32-38% de MS.
“Con estos resultados, consideramos que el uso del silo como tecnología de manejo para la alimentación de los rodeos de cría del NOA es clave”, aseguró Hernández.
Dentro del Proyecto Local, también, se logró incorporar parte del instrumental necesario para los muestreos, a fin de determinar densidad y tamaño de partículas, lo cual contribuye a un análisis integral de la información. “En el trabajo particular con este grupo, detectamos que los valores del parámetro ´densidad´ presente en los bolsones muestreados indica la cantidad de alimento que hay en un determinado volumen, permitiendo estimar la cantidad de Tn almacenadas y de aire que tendrá el silo durante su almacenaje. Esto define las pérdidas por calidad. Por lo tanto, esa densidad está influenciada por el grado de compactación, %MS, la cantidad de grano en el silaje y el tamaño de las partículas. Se trata de un dato técnico clave referido a las características físicas del alimento, que se complementa con los reportes de laboratorio relacionados a la calidad del mismo, es decir, a las características químicas del silo”, sostuvo la ingeniera.
Y, agregó que “de esta manera, luego de un análisis correlacionado de los valores obtenidos y según rangos teóricos de referencia, se podrá definir cómo usar un silo, constituyéndose en un componente más en la dieta. Del mismo modo, en términos alimenticios, su destino y proporción en las dietas de un rodero de cría será en función de la composición antes descripta y la categoría animal”.
Para socializar avances y resultados de este trabajo se realizó una serie de encuentros de formación e intercambio entre productores, asesores, investigadores y extensionistas del INTA en distintos campos pertenecientes a los integrantes del grupo de Cambio Rural.
En base a esta experiencia, la especialista del INTA concluyó que “las actividades de seguimiento, muestreo y análisis de datos técnicos como calidad, tamaño de partículas y densidad en su conjunto resultan esenciales para la identificación de puntos críticos en el proceso de picado-ensilado y la toma de decisiones de manejo del rodeo. Es decir, son herramientas necesarias para elaborar una planificación forrajera anticipada, que se base no sólo en cantidad de raciones para los animales sino fundamentalmente en una distribución de las mismas acorde a la calidad del material obtenido en el proceso de picado y ensilado”.
Por último, en referencia a la utilización de la bolsa de silo, Hernández indicó que “el silo constituye un componente más en las dietas que se usan, generalmente, en los sistemas ganaderos del NOA. Por lo tanto, amerita prestar atención a las recomendaciones para su correcto suministro y a los costos de producción que implica su uso”.
Fuente: INTA