En los Valles intermontanos de nuestra provincia, donde se resguarda un potencial vinícola distintivo, se despierta la curiosidad de los entusiastas del vino y la uva de mesa. Es precisamente en este escenario donde encontramos al ingeniero agrónomo Gonzalo Bas Nahas, magister en viticultura y enología. El Ingeniero que es también la mente detrás de Convinoa, consultora vitivinícola, dialogó con SUENA A CAMPO y contó sus perspectivas dentro de la vitivinicultura además de contar sus proyectos y las capacitaciones que brinda Convinoa que, sin dudas, está dejando su huella en los Valles Intermontanos.
– ¿Podría compartir con nosotros cómo fue la travesía y qué lo motivó a tomar la decisión de trabajar en nuestra provincia, más precisamente en los Valles Intermontanos?
– Empecé trabajando aquí, estudié en la provincia, pero me fui a capacitarme afuera con la idea de volver a ejercer en Tucumán. Sabía que debía volver porque el cultivo no estaba muy desarrollado y había mucho potencial. Todo empezó en 2007, cuando cursaba el último año de Agronomía y surgió la posibilidad de hacer una pasantía en Cafayate. La hice y me quedé trabajando ahí un tiempo. Me apasionó, fui recorriendo otras zonas, pasé por Mendoza y San Juan, donde hice un posgrado y luego viajé a Francia para mi tesis en posgrado de magister. Directamente volví con la intención de desarrollarme en la provincia.
– ¿Qué características tienen los valles Intermontanos favorecen la producción de vino y uva de mesa?
– En la zona es principalmente semiaridas, donde históricamente no llueve demasiado, pero la planta se adapta bien y entrega buenas calidades para el consumo, que es lo que se comercializa el racimo. Para ubicarnos geográficamente debemos decir que hablamos de la región de los Valles Intermontanos que se ubican en la cuenca Tapia- Trancas, es decir por la ruta 9 y comienza en Choromoro y nos acompañan hasta el norte de Trancas. Es una zona generalmente ganadera, por lo que no está desarrollada la actividad como en los Valles Calchaquíes, que es lo que la gente más conoce. Los proyectos que tenemos con la consultora apuntan a desarrollarnos en esta zona norte de Tucumán, creemos que tiene grandes potenciales, la planta demostró gran aptitud agronómica y creemos que son oportunidades para desarrollar el cultivo donde no hay una actividad desarrollada o están postergados. Además, también es importante porque le damos trabajo a la gente de esos pueblos.
– La zona donde se realiza la producción es una zona históricamente ganadera, cómo se les ocurrió cambiar el paradigma y comenzar este proyecto?
– Los primeros ensayos que hicimos, fueron con variedades de uva de mesa y esas respuestas fueron muy buenas desde el punto de vista de la fecha de madurez. Nosotros estamos saliendo con la uva madura en la primera semana de diciembre, casi un mes antes que en Cuyo, en esos momentos a nuestro país entra uva de otros países. Nosotros entramos en la primera quincena con fruta madura para entrar al mercado y eso es algo muy positivo. Otros ensayos que hicimos en las zonas de Rodeo Grande, de Chuschas hacia el oeste, fueron muy positivos, creemos que esa zona tiene un potencial altísimo para trabajar de forma orgánica, casi sin agroquímicos porque es una zona que no tiene contaminación, son valles con una sanidad excelente y aparecen como una oportunidad importante en también en lo turístico. Estamos llevando adelante los primeros resultados, es una actividad nueva, a partir de ellos vamos a seguir creciendo en superficie.
– Con respecto a las condiciones climáticas desafiantes que tuvimos este año, cómo ser la sequía y más recientemente las altas temperaturas para la época, repercutieron en la finca estas condiciones?
– El año pasado tuvimos los calores, que adelantan la madurez. Nuestro proyecto es competitivo siempre y cuando sea en época de calor. A nosotros nos sirve salir en la primera semana de diciembre porque nos anticipamos a otros mercados. Por otro lado, debemos estar atentos porque por las altas temperaturas en esta época la brotación se adelanta, eso nos genera algunos inconvenientes si aparecen heladas tardías, pero en general las condiciones de alta temperatura y semiarides la necesitamos complementar con riego.
– ¿Cómo visualiza el futuro de la viticultura y la enología en Tucumán y cuáles son las aspiraciones a largo plazo que planean desde Convinoa?
– La uva de mesa tiene un gran potencial, haciendo referencia a las fechas y a la calidad. La actividad vitivinícola, aparece que con muchos proyectos de enología, viticultura y turismo, tienen que ir de la mano. Son oportunidades para desarrollar una actividad y diversificar el mapa productivo de la provincia, para darle trabajo a la gente del pueblo, un trabajo bien remunerado. Creemos que estos proyectos responden a esas inquietudes, desde el Ministerio de Producción se mostraron interesados y dispuestos a cooperar.
– ¿En qué otros proyectos están trabajando con la consultora?
– Tenemos el orgullo de poder contar una primicia, porque nosotros desde hace un año y medio estábamos gestionando junto a la Facultad de Agronomía Zootecnia y Veterinaria, para dictar la diplomatura en Viticultura y Enología y hace unos días nos informaron que ya está aprobado por el Consejo, si todo sale bien la diplomatura en Viticultura y enología se va a dictar en la FAZ a partir del año que viene con profesores de Mendoza y de Tucumán.
(Fuente: Suena a Campo)