El gobierno oficializó que eliminará los derechos de exportación para un grupo de economías regionales y rebajará algunos puntos porcentuales la alícuota de otros, como parte de las medidas que anunció el Ministerio de Economía para compensar a distintos sectores del impacto de la devaluación del peso el día después de las elecciones primarias.
Además, implementará un esquema para que los exportadores de soja, con parte de los dólares que obtengan de sus ventas externas, importen porotos desde países vecinos para mantener en funcionamiento la molienda y que el nivel de actividad del sector no se resienta ante la falta, según interpretan en el Gobierno, de soja en el mercado local para abastecer a la industria.
Según confirmó este martes el secretario de Agricultura Juan José Bahillo: “la eliminación de retenciones para las economías regionales es la continuidad de medidas que tomamos en ese sentido durante el 2020 y el 2021. En este caso avanzaremos en arroz, maní, tabaco, foresto industria, mosto, aceites esenciales y cáscara de naranja”, expresó en conferencia de prensa en la Secretaría de Agricultura.
En este sentido, explicó que “se eliminan por completo algunas alícuotas, con la excepción de los productos primarizados” y detalló que, “en algunas cadenas, la posición arancelaria baja a cero y, en otras, bajan de 2 a 3 puntos, es decir a mayor valor agregado, menor alícuota”.
Por su parte, el secretario de Desarrollo y la Competitividad Federal Jorge Neme señaló que el gobierno “financiará con dos programas del Banco Mundial (BM) el acceso a 5.000 kilos de fertilizantes para 70.000 productores en emergencia de hasta 50 hectáreas”. De esta manera, destacó que se “va a poder cumplir íntegramente con el plan de fertilización a partir de la semana que viene, ingresando a la página web de la Secretaría de Agricultura”.”Ese fertilizante estará disponible en depósitos cercanos a los campos de los productores”, agregó.
Una de las medidas que más expectativa había generado tenía que ver con la liberación del 25% de los dólares que liquiden los exportadores de soja para abastecerse de porotos de soja y mantener el nivel de actividad del procesamiento de ese poroto. El 75% restante deberá, como es habitual, ser liquidado en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC).
Bahillo precisó que esa proporción de divisas podrán ser utilizadas solamente para la importación de soja desde países vecinos, y no podrán ser destinados para la compra a los productores locales, según aseguran en Agricultura, porque hay una “situación de estrés en el mercado local” por impacto de la sequía. Hay, según estimó el funcionario, unos 11 millones de toneladas de granos de soja, de los cuales la disponibilidad es de 8 millones.
Si bien se especuló con que los exportadores podrían hacer un paso, en ese esquema, por el mercado de contado con liquidación (CCL), lo que les significaría un tipo de cambio levemente más favorable (una suerte de dólar soja indirecto), fuentes de Agricultura aseguraron que no está previsto que haya un precio diferencial del tipo de cambio con un mecanismo de ese tipo. “Con ese 25% de libre disponibilidad, se dan vuelta y compran a Uruguay o Paraguay los porotos”, indicó un funcionario de esa cartera.
Una ventaja que podría implicar importar soja con esos dólares es la de no tener demoras en el giro de divisas que implica un trámite en el SIRA, el sistema general para la importación de bienes. “Eso nos permitirá mantener el nivel de empleo y las exportaciones del sector. Estamos pasando una sequía, la disponibilidad del poroto es una limitante. Ha pasado a ser un bien casi escaso esta campaña. Más allá de eso, estamos pensando en medidas de como mantener el nivel del actividad del sector”, mencionó Bahillo.
Consultados sobre por qué no aplicaron directamente un esquema de dólar soja nuevo que implicara que el Banco Central pudiese hacerse de mayor cantidad de divisas, Jorge Neme aseguró que, al permitir que las cerealeras usen el 25% de su liquidación de exportaciones para importar porotos, esas divisas “vuelven más adelante con la exportación de aceite”, un derivado de la soja que se vende al exterior a un precio más alto que el poroto.
El secretario de Agricultura aseguró que el costo fiscal de las medidas de su área son, aproximadamente, $190.000 millones, especialmente por la eliminación de retenciones a las exportaciones de economías regionales. Respecto al potencial ingreso de divisas por ese sector, Bahillo aseguró que “liquidan unos USD 6.500 millones por año. Esto les va a permitir ampliar algún mercado o transferir a otros sectores de la cadena”.
Por último, Massa había asegurado que “vamos a continuar con el programa “Puente al Empleo” para el sector agropecuario, que transforma los planes sociales en empleo registrado para quienes tomen trabajo en el sector rural”.
(Fuente: La Nación)