En nuestra búsqueda por comprender a fondo la situación que preocupa a los criadores de caballos en Tucumán frente a la encefalomielitis equina, desde SUENA A CAMPO nos comunicamos con Mery García, criadora de caballos peruanos de paso y una de las propietaria de la Finca Dos Haras. Su experiencia personal nos arrojó luz sobre los desafíos y cuidados que enfrenta la comunidad equina en primera persona.
¿Qué es la encefalomielitis equina?
La encefalomielitis equina es una enfermedad exótica para Argentina, con el último registro oficial en 1988. Se trata de una infección viral causada por un virus de la familia Togaviridae, que se transmite por la picadura de mosquitos. La encefalomielitis equina ―como su nombre lo indica― afecta a los equinos, como caballos, yeguas y burros, y puede causar encefalitis grave en animales y humanos debido al daño que ocasiona al sistema nervioso central.
Dentro de las encefalomielitis equinas existen tres tipos: del Este, del Oeste y de Venezuela. Estas enfermedades se consideran exóticas en Argentina, con un último registro oficial que data de 1988. Según el Senasa la tasa de letalidad en equinos que se enferman puede llegar al 90% en la variante del Este, y del 20 al 30% en la variante del Oeste, mientras que la de Venezuela oscila en un rango mayor, que va del 40 al 90%. Los animales que sobreviven a cualquiera de las enfermedades, pueden quedar con secuelas. En los humanos, se estima que la letalidad es menor.
¿Cómo se transmite?
Esta enfermedad viral se transmite de las aves o pequeños roedores a los mosquitos, y estos a su vez infectan a los equinos y los seres humanos. De acuerdo con el Colegio de Médicos Veterinarios de la Provincia de Santa Fe, los mosquitos que transmiten la enfermedad generalmente se encuentran en zonas cálidas y húmedas. Estos se infectan al picar a un caballo o a otro animal que esté infectado con el virus. Luego, pueden transmitir el virus a otros caballos o a los humanos al picarlos.
Los virus que producen la encefalomielitis equina del Este y del Oeste generalmente se desarrollan en las aves y los roedores, y luego se transmiten a través de los mosquitos. La investigación médica indica que los caballos, los humanos y otros mamíferos son huéspedes incidentales.
¿Hubo casos en Tucumán?
«Nosotros tuvimos dos, uno no lo pudimos salvar, el primer caso lo tuvimos el 12 de diciembre. Hay criadores en la zona de Burruyacu en La Ramada de Abajo que también tienen, conozco de casos en Leales, en Monteros, en casi todos los departamentos«, contó Mery García en SUENA A CAMPO.
En su relato, García, también hizo mención a la comunicación y solidaridad que hay entre los criadores de la provincia. «La colaboración la estamos haciendo entre todos telefónicamente , nos vamos previniendo de lo que vamos haciendo, estamos fumigando constantemente«, detalló y agregó: «nosotros ante el primer caso hicimos una fumigación aérea que nos sirvió mucho. Esto es mas o menos como el dengue, pero en los equinos. Hay que ponerle repelente a los caballos, es importante la fumigación, sobre todo con tanta lluvia y vapor que tenemos en estos días».
Desde Senasa tomaron algunas medidas, como por ejemplo suspender las actividades que implique el traslado de los equinos. «En realidad no se pueden contagiar entre caballos, pero es lógico que esté todo paralizado porque nosotros sin saberlo podemos llevarlos a alguna zona en la que haya un foco«, detalló García.
En cuanto a la vacunación y la contención brindada por el Senasa, García admitió que recién el miércoles unos agentes visitaron su criadero. «Yo los entiendo porque hay muchas sospechas y andarán visitando uno por uno los criaderos, nos explicaron todo sobre la enfermedad y tomaron muestras, ahora estamos a la espera de los resultados«.
En relación a las vacunas, García admitió que hay disponibilidad. «Hay de todos los precios, depende del distribuidor, se vuelve un poco pesado según la cantidad de caballos que haya en el criadero«, explicó.
(Fuente: Suena a Campo)