En un escenario donde la agricultura orgánica cobra relevancia, surge la pregunta fundamental: ¿Son las frutillas orgánicas más saludables que las convencionales? Para abordar esta cuestión, en SUENA A CAMPO conversamos con el Ingeniero Daniel Kirschbaum, Coordinador Nacional del Programa de Hortalizas, Flores Aromáticas y Medicinales del INTA, y mencionó algunos detalles puntuales respecto a la comparación.
– Dada la creciente demanda de frutillas orgánicas, ¿cómo evalúa el INTA la superficie cultivada y la tendencia de exportación de estas frutas en Tucumán?
– Tucumán cuenta con la mayor cantidad de empresas productoras exportadoras que certifican orgánico en todo el país; además, el consumo de alimento orgánico a nivel mundial va en franco aumento, ya que creció aproximadamente un 70% en los últimos 10 años. Por esto me animo a decir que están dadas todas las condiciones básicas para que el negocio crezca; sin embargo ahora en el umbral del inicio de una campaña frutillera la inflación ha llevado a las nubes los costos de producción, lo cual es probable que impacte en la decisión de plantar o no frutilla, además el mercado interno está deprimido y si el contexto no mejora, demandará menos frutilla. La frutilla orgánica tiene un precio mayor a la convencional, en el mercado interno estará complicado vender frutilla convencional, imagínate la orgánica, además para el mercado externo habrá también limitantes por los altos costos de producción que limitarán a esta campaña.
– Según las investigaciones, existen opiniones dispares sobre la calidad nutricional de las frutillas orgánicas en comparación con las convencionales. ¿Cuáles son los principales factores que modulan estas diferencias y cómo afectan a la salud del consumidor?
– Hay varios estudios tratando de ver las diferencias entre la frutilla orgánica de la convencional en cuanto al contenido de fitoquímicos bioactivos y de nutrientes beneficiosos para la salud humana. Estos estudios han demostrado que más que con el sistema de producción(orgánica o convencional), estas características están atadas a la variedad y lugar geográfico donde se cultiva, el momento que se cosecha y el manejo agronómico; cada material genético tiene un potencial de máxima, si nosotros no logramos aprovechar ese máximo potencial, no vamos a tener alimentos orgánicos que sean mejores a uno obtenido convencionalmente.
– ¿Qué beneficios tiene la frutilla orgánica?
– Es importante destacar que la frutilla orgánica es más saludable porque está libre de residuos de agroquímicos de síntesis, además son más amigables del medioambiente porque son producidas con técnicas de bajo impacto sobre el entorno, generando una menor huella ambiental.
– ¿Qué contribuciones específicas ha realizado el INTA al desarrollo de la producción orgánica de frutillas, especialmente en términos de prácticas sostenibles y bioinsumos?
– Desde el INTA estamos generando información sobre el comportamiento varietal en la provincia, rendimientos, plagas y enfermedades, recomendaciones de manejo; estamos aprendiendo a conocer las variedades para saber cuales se adaptan mejor a una producción convencional u orgánica, aportamos con conocimientos y estrategias sobre control biológico de plagas a través de enemigos naturales, así como también sobre aislamientos de microorganismos benéficos del suelo nativos, hongos antagonistas y de otros hongos que producen enfermedades a los insectos que atacan los cultivos de frutilla. Tenemos muchas líneas de trabajo a nivel país y también en el plano local.
-¿Qué expectativa tienen respecto el 2024?
– En base a la situación económica, está todo muy incierto, sabemos no será un año fácil, somos optimistas sobre lo que puede ocurrir en el mercado externo con respecto a la demanda creciente de la frutilla orgánica, esperamos que mejore el aspecto interno y posibilite que haya una buena oferta.
(Fuente: Suena a Campo)