Con la mirada puesta en la próxima cosecha de soja en Tucumán, atravesamos un período crucial que determinará los rendimientos desde finales de marzo hasta fines de julio. En este escenario donde cada variable climática cuenta, José Sánchez, experto en granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), en diálogo con SUENA A CAMPO se refirió al contexto y a las complejidades técnicas de este ciclo agrícola. Desde la incertidumbre de las sequías hasta el respiro que brindaron las recientes lluvias.
– Según la situación climática en esta campaña, ¿cómo evalúa el estado actual de los cultivos de soja en Tucumán?
– Las lluvias recientes tuvieron una distribución irregular, tanto en tiempo como en espacio. Hay lotes que recibieron buena cantidad de agua, otros donde fue mínimo. Por eso se advierten diferentes condiciones hídricas para cada campo, por lo que puede variar el rendimiento de la soja.
– Con las lluvias recientes, ¿cómo ha cambiado el panorama para los productores de soja y cuáles son los desafíos que aún persisten?
– La soja está en una situación intermedia, hay muchas variables, la mayoría de los cultivos fueron sembrados en diciembre, pero las lluvias empezaron a faltar desde mediados de enero a fines de febrero, en algunos casos fueron baches de 15 días, en otras zona fue un mes. Por lo que creemos que hay una disminución en el potencial de rendimiento.
– Hablando de cifras, ¿cómo se proyecta el rendimiento de la soja en esta campaña y cómo se compararía con años anteriores?
– Es temprano para hablar de rendimiento, si comparamos con la campaña anterior estamos mejor, pero el 2023 fue el peor escenario en cuanto a precipitaciones de los últimos 40 años en la provincia, por eso en esta campaña creemos que vamos a superar en rendimiento, aunque no sé si llegaremos al promedio histórico de la provincia. La soja está en estadíos reproductivos avanzados, de R4 a R5, por ejemplo, los desafíos en este momento pasan por enfrentar a las enfermedades de fin de ciclo, recordemos que hace menos de una semana fue detectada la roya en esta campaña, en la zona de Los Pereyras, y el otro gran desafío a tener en cuenta es que puede aparecer el picudo negro.
– Teniendo en cuenta el contexto, ¿cuáles serían los consejos para los productores?
– Hay que seguir monitoreando los lotes, haciendo énfasis en la roya y otras enfermedades importantes. La última lluvia hizo que aparecería una nueva camada del picudo negro y hay pronósticos que indican lluvias para los próximos días, por lo que hay que tener cuidado y realizar el monitoreo correspondiente. Estamos saliendo casi del momento de máximo peligro.
– ¿Cuáles son las proyecciones a futuro para el cultivo de soja en la región?
– Hay que ver si los lotes que están destinados a semillas se deben hacer aplicaciones de fungicidas; si las precipitaciones siguen bien durante marzo o abril, nos daría un inicio de que se podrá hacer un cultivo invernal, por lo que deberíamos mantener los campos lo más limpios de maleza, o prepararlo para hacer el barbecho ni bien se pueda cosechar.
– Que se pronostiquen lluvias para los próximos días, ¿podría tener un impacto positivo antes de la cosecha?
– Queda una o dos semanas para que las lluvias puedan causar efecto en el rendimiento del cultivo de la provincia; ya estamos cerrando ciclo prácticamente y todas las precipitaciones que caigan a fines de marzo, ya impactarán para el cultivo de invierno. De todas maneras el pronóstico dice que la próxima semana tendremos lluvias y eso terminará de definir cual será el rendimiento de la cosecha.
(Fuente: Suena a Campo)