En un contexto de cambios constantes en la economía nacional y global, el sector agropecuario enfrenta nuevos desafíos que impactan directamente en la competitividad y rentabilidad de los productores. La pérdida de competitividad, reflejada en la reducción de los precios recibidos por las cosechas, y el creciente desgaste de los márgenes de ganancia, plantean interrogantes sobre el futuro del sector y la sostenibilidad de las actividades agroindustriales. En este escenario, el licenciado en Economía, Eduardo Robinson, a través de SUENA A CAMPO, ofreció su visión sobre los desafíos económicos que enfrentan los productores agropecuarios en la actualidad.
– ¿Cuáles son los principales factores que están contribuyendo a la pérdida de competitividad en el sector agropecuario argentino, especialmente en lo que respecta a los cultivos de soja y maíz?
– La macroeconomía viene teniendo un problema severo de competitividad, yo diría en las últimas décadas. Todo lo que tiene que ver con el sector agropecuario es muy dinámico, tiene un perfil que fue mermando por distintas razones, tiene un tipo de cambio que no ayudó, impuestos muy altos, cierres de mercados. Hay distintos factores que fueron disminuyendo la competitividad. Si nos centramos en la región noroeste, desde hace tiempo perdimos la brújula de la competitividad, porque es un sector que está envuelto en todo lo que tiene que ver con los vaivenes de la política argentina.
– ¿Cómo ha evolucionado la relación insumo/producto en los últimos meses y qué impacto está teniendo en la rentabilidad de los productores?
– Hay una cuestión de rentabilidad del sector, sobre todo en productores medianos y pequeños, todo, que fue bajando por esto que comentábamos. Hablamos que se intenta darle un perfil de inserción internacional, en un contexto que lamentablemente tuvo una suba de costos importantes, impuestos, los salarios, productos que están dolarizados, pero que debemos pesificar a la hora de venderlo y diferentes regulaciones que lograron una permanente merma en competitividad y rentabilidad del sector, sobre todo para los pequeños y medianos productores.
– ¿Qué medidas considera necesarias para revertir esta tendencia y mejorar la competitividad del sector agropecuario?
– Lo que necesita cualquier sector, en particular el agropecuario, para recuperar la competitividad y rentabilidad es la previsibilidad del negocio, ese es el componente número uno. Saber cuáles serán las reglas de juego, hoy tenemos un tipo de cambio que se va atrasando con impuestos que subieron muchísimo y eso perjudica a todos los sectores. Se puede decir que también se necesita un sistema tributario que ayude a los sectores a poder invertir y tener retornos atractivos para reinvertir. Me parece que esos son los factores que se necesitan para mejorar.
– ¿Cuál es su análisis sobre la eliminación del Registro de Operaciones de Exportación (ROE) por parte del gobierno y cómo afecta esta medida a los productores?
– Todo lo que tiene que ver con trabas a las exportaciones es negativo, tenemos que pensar en devolverle al sector la competitividad. El gobierno de Milei retiró los reintegros a las lecherías por ejemplo. Creo que hay que competir, pero también incentivar, muchas de esas trabas hay que dejarlas de lado, Argentina necesita la reinserción internacional de sus principales productos.
(Fuente: Suena a Campo)