La presencia de la mosca de los frutos representa una constante amenaza para los productores y agricultores. Maximiliano Villone, director del centro regional Entre Ríos de SENASA, lidera los esfuerzos para contrarrestar esta plaga y preservar la salud de los cultivos. En el episodio de hoy, profundizamos en las estrategias implementadas y las medidas sanitarias adoptadas para salvaguardar las áreas protegidas contra la mosca de los frutos, así como en el papel crucial que desempeña la colaboración entre diversos actores en esta lucha constante por proteger la agricultura regional.
– ¿Cuál es el impacto económico de la mosca de los frutos en la agricultura del Noreste argentino y cómo ha evolucionado en los últimos años?
– Esta plaga es famosa por las pérdidas que ocasiona, nosotros vemos pérdidas directa que las tiene el productor, en esos frutos donde las moscas ponen su huevo, se genera una pudrición que cae al piso y también afecta mucho por las restricciones a los mercados que exigen ciertos tratamientos para poder ingresar, todo eso significa costo de comercialización y producción. Hace 10 años cuando comenzaron todos estos controles las pérdidas directas eran de un 20%, pero en el 2015 comenzamos con aplicaciones aéreas en simultaneo lo que hizo que baje a un 3 o 5%, en 2020 se hizo la última entrega de un producto para que todos los productores apliquen en simultaneo, pero las pérdidas siguen en ese número bajo.
– ¿Qué aspectos del ciclo de vida de la mosca de los frutos hacen que sea una plaga tan desafiante de controlar?
– El ciclo es el siguiente: la hembra ovipone en la fruta madura y el huevo a 20° está dos días en ese estadío, luego está cinco días como larva, que es donde come la pulpa, haciendo el daño y luego la larva sale de la fruta y termina empupando en el suelo, ahí está siete días más y cuando sale el adulto demora alrededor de siete días más para poder oviponer nuevamente, por eso el control del productor debe ser e ese periodo donde sale de pupa como adulto y sólo sale a alimentarse, ahí se debe aplicar el cebo alimenticio con insecticidas.
– ¿Cuáles son las principales estrategias de manejo integrado de plagas que se están implementando para controlar la mosca de los frutos?
– Tenemos el control químico que es un cebo alimenticio con un insecticida de compuesto natural, también hay un control cultural, que sería una vez que termine la cosecha, eliminar la fruta que quedó en la planta o cayó al suelo y también el trampeo masivo, es un atrayente alimenticio, donde la mosca ingresa a una botella de la cual no puede salir y muere. Es algo que se hace en zonas urbanas pero también es utilizada por los productores.
– ¿Cómo se lleva a cabo la vigilancia fitosanitaria para monitorear la presencia y la propagación de la mosca de los frutos en la región?
– Desde el 2010 hasta hoy, tenemos un sistema de monitoreo en todo el macizo citrícola 1400 trampas, de las cuales el 30 son atrayente sexual y el resto de atrayentes alimenticios. Esto se monitorea semanalmente, los viernes los productores tienen el dato de las mosca trampa que había en su zona, según el umbral se identifica si hacen falta las aplicaciones.