La quema de caña de azúcar es una práctica que ha sido utilizada durante mucho tiempo en la producción de caña. Sin embargo, su impacto ambiental y social ha generado un consenso creciente sobre la necesidad de reducir y eventualmente eliminar esta práctica. En el episodio de hoy hablamos con el ingeniero agrónomo Juan Fernández de Ullivarri, investigador de la EEAOC en la Sección Agronomía de la Caña de Azúcar, en donde profundizamos en las razones por las cuales la quema de caña debe seguir cayendo y exploramos las alternativas sostenibles que están siendo desarrolladas y promovidas en la industria.
– ¿Cuáles son los principales problemas ambientales y sociales que están asociados con la quema de caña?
– Es uno de los principales problema ambientales que tiene la provincia; también es verdad que la quema está mal vista por la sociedad que no tolera un aire que no sea puro y eso está muy bien. Desde el sector productivo se dieron cuenta que eso no los beneficia, todavía sigue siendo un problema pero cada vez menos.
– ¿Cómo afecta la quema de caña al suelo y la biodiversidad del cultivo?
– Con la quema de la caña o rastrojo de caña, pierden la posibilidad que esa barrera siga evitando que se pierda el agua que tiene almacenada. Sobre todo en Tucumán, que casi no se riega la caña. Ese ese el principal problema que pueden tener los productores tras la quema.
– ¿Cuáles son los avances que se lograron para reducir la quema de caña?
– Los avances están dado sobre todo por la investigación, la difusión de los beneficios de no quemar. Otro de los avances es que hay una certificación; actualmente hay 54.000 hectáreas que ya están certificadas, esto hace que los productores busquen evitar q se propague o inicie el fuego.
– ¿Qué alternativas tecnológicas existen para reemplazar la quema de la caña de azúcar?
– En Tucumán, el 98% se cosecha con maquinas cosechadoras integrales, que no necesitan quemar. Una vez que cosechan dejan la capa de rastrojo que protege el suelo. Los problemas están en los pequeños productores, donde las maquinas no entran y después zonas con pendiente donde también no se puede ingresar. En la cosecha semimecanica todavía hay una quema de caña controlada a la cual se le debe buscar una alternativa, menos del 2% utiliza esta técnica y es un tema al que le estamos buscando solución.
– ¿Cómo responden los productores a estas iniciativas que van camino a reducir la quema de caña?
– Esta certificación arrancó en 2014 que se experimentaban como era el mecanismo, ahora tenemos el 54.000 hectáreas certificadas, es decir que es el 20% de la superficie que está certificada. El único beneficio que le lleva al productor es evitar incendio y multas, la certificación no le da otros beneficios como mayor cantidad de venta o vender los productos a un precio más elevado.
– ¿Cuál es el rol que juega la EEAOC en la investigación y promoción de estas prácticas sostenibles?
– La estación trabaja desde hace 20 años en el cultivo de caña verde, cosechar en verde y no quemar el rastrojo. Esta investigación se viene difundiendo desde hace tiempo. Tenemos muchas lineas de trabajo, ahora estamos estudiando qué pasa con los microorganismos del suelo cuando se quema. Creemos que puede tener algunas repercusiones en las futuras cosechas.
– ¿Hay una estimación de lo que se espera de producción para la zafra 2024?
Hace poquito sacamos un informe, esta producción será récord y esperamos que las condiciones sigan siendo así. Se espera un año húmedo, esto hace que la quema de caña no se propague. En 2023 fue un año con mucha lluvia y hubo menor cantidad de quema de caña. Si esto sigue siendo húmedo, la quema se mantendrá en un nivel bajo; pero también apelamos a la consciencia del productor para evitar la quema.
(Fuente: Suena a Campo)