En el marco de la Red Nacional de Trampas para el Monitoreo de Dalbulus maidis, conocida como la chicharrita del maíz, se han obtenido resultados preliminares prometedores. Para profundizar en este tema, desde SUENA A CAMPO, entrevistamos al ingeniero agrónomo Augusto Casmuz, de la Sección de Zoología Agrícola de la EEAOC, quien nos compartió detalles sobre estos hallazgos y su importancia para el manejo de plagas en los cultivos de maíz. Las trampas amarillas, instaladas hace 15 días, están proporcionando valiosa información para mejorar nuestras estrategias de control y protección de los cultivos.
– ¿Podría explicarnos en qué consiste la Red Nacional de Trampas para el Monitoreo de Dalbulus maidis y cuál es su objetivo principal?
– En esta última, en los últimos 15 días de julio, se instalaron aproximadamente 150 trampas distribuidas en todo el país, de las cuales, a fines de la semana pasada, estuvimos recibiendo información de cómo habían dado los monitoreos. Hoy, en la actualidad, esa red se ha incrementado, porque ahora a principios de agosto se instalaron más trampas, con lo cual estaríamos totalizando unas 230 trampas que van a tener el reporte de la segunda quincena de agosto. La idea original es llegar a 450 trampas distribuidas a lo largo del país. Y en esta red de monitoreo participan distintas instituciones, por eso es una red que aporta información al sector productivo sobre cómo es el comportamiento y la dinámica de la chicharrita, que es el gran dolor de cabeza que tuvimos en la campaña pasada.
– ¿La figura de Red Nacional fue creada exclusivamente para estas últimas campañas?
– La figura ya viene de hace un tiempo, solamente que ahora estuvimos trabajando en definir los puntos, ver la coordinación, cómo se van a presentar los resultados y ahora estamos trabajando sobre la plataforma en la cual se va a cargar todos los datos que se va a ir generando. Esta red de monitoreo ya está funcionando con normalidad desde hace tiempo
– ¿Por qué recién hace 15 días se instalaron estas trampas?
– Básicamente porque todavía teníamos que organizarnos con las distintas instituciones para repartir los lugares de monitoreo, porque la idea era que no se superpongan las trampas. Entonces, la organización esa ha llevado su tiempo, pero ahora ya tenemos esa primera información, y la idea es que a esas casi 150 trampas, ponerlas ahora para que todo el sector productivo conozca cómo está la situación en cada una de sus zonas.
– ¿Cuáles han sido los resultados preliminares obtenidos de las trampas amarillas instaladas hace 15 días?
– Nosotros al país lo hemos dividido en distintas regiones. Tenemos por un lado el NOA, el NEA, en la zona del litoral, la zona centro-norte, que nosotros en la zona centro-norte hablamos de todo lo que es el norte de Córdoba, el norte de Santa Fe y San Luis, y después la zona centro-sur que viene a ser la zona núcleo. Básicamente lo que estamos viendo con los primeros resultados que venimos teniendo es que en todas las localidades que se relevaron en el NOA, que te estoy hablando de 59 localidades, desde Catamarca hasta el norte de Salta, es que en todas las localidades tuvimos presencia de chicharritas. Incluso en cerca de un 80% de las localidades esas teníamos captura de más de 10 chicharritas por trampa. ¿Qué quiero decir con esto? Que por lo menos acá en la región NOA la chicharrita está presente, las cantidades varían en función de la zona, por lo general en zonas donde el estado más protegido al resguardo de las heladas hay una mayor cantidad de captura. Venimos evaluando la dinámica de las chicharritas de hace un tiempo, que las heladas produjeron una reducción significativa de la población. Si uno se pone a ver lo que teníamos nosotros de dinámica alrededor del mes de mayo a lo que tenemos ahora, tenemos reducciones bastante significativas del 70-80% de la población, pero tenemos que tener en cuenta que las poblaciones con las cuales arrancamos la campaña pasada, o terminamos esta campaña, fueron muy altas.
– ¿Qué tipo de información se obtiene a través del trampeo y cómo se utiliza para el manejo de la chicharrita?
– Nosotros tenemos dos patas. Una es el monitoreo propiamente dicho de la chicharrita, y otra, ver el grado de esas chicharritas que están infectadas. Para tener una idea, nosotros esta última campaña de maíz tuvimos más del 40% de la población infectiva alrededor de febrero; incrementándose con el correr de los meses mientras tuvo maíz. Por lo tanto, acá en la zona del NOA, tenemos que seguirla muy de cerca esta problemática porque estamos viendo que está presente en todas las localidades que se están relevando.
– ¿Cuál es la importancia de la colaboración entre diferentes instituciones y agricultores en el éxito de este programa de monitoreo?
– Con respecto a los monitoreos para ver si la chicharrita está infectada a las muestras las estamos mandando a un centro en Pergamino, que hace los análisis, propiamente dicho. Estos son los análisis PCR, como el que se hacían para el COVID en ese momento, para ver si la chicharrita está enferma. La idea también, porque son pocos los centros que pueden hacer ese tipo de evaluaciones, es tratar -debido a la magnitud que tiene esta problemática- de ampliar los centros que estarían disponibles para hacer este tipo de estudios. Tiene su complejidad y, sobre todo, es un estudio que involucra a la adquisición de ciertos reactivos que son importados, con todo lo que ello involucra.
– ¿Dónde va a estar disponible la información?
– Cuando se la plasme en el informe que estamos por elaborar, va a estar disponible en las páginas web de todas las instituciones que participan de esta red de monitoreo, y también a través de las vías vinculadas a la Red Nacional de Trampeo.
(Fuente: Suena a Campo)