Las altas temperaturas pueden representar un desafío importante para la producción porcina, especialmente en regiones cálidas como Tucumán. A diferencia de otros animales, los cerdos no pueden transpirar, lo que los hace particularmente vulnerables al estrés térmico. Para conocer más sobre las mejores estrategias de manejo y prevención, consultamos a Gabriela Cantarella, técnica del INTA Graneros, quien nos comparte recomendaciones claves para mitigar los efectos del calor en los sistemas de producción porcina.
– ¿Cuáles son los principales signos de estrés térmico en los porcinos y cómo pueden detectarlos los productores?
– Ante una situación de estrés térmico se puede observar una reducción del apetito, los animales disminuyen el consumo voluntario de alimento, como una medida de adaptación para reducir la producción de calor. Otros de los signos muy frecuentes es la respiración rápida y con la boca abierta, es decir un jadeo intenso.
Dependiendo el tipo de instalaciones podemos observar a los animales permanentemente en busca de lugares frescos, accionando los bebederos e incrementando el consumo de agua. Además de una reducción de la actividad normal de los animales. Pérdidas de peso en animales adultos y disminución en la ganancia de peso diaria en los animales en crecimiento y engorde.
– ¿A partir de qué temperatura ambiente comienza a ser crítico el estrés térmico en cerdos y cuáles son los factores que agravan la situación?
– Es importante tener en cuenta que el confort térmico varia con la edad, peso y etapa fisiológica en la que se encuentran los animales. Pero en términos generales para los cerdos adultos las temperaturas óptima ronda entre los 16°C y 22°C, y una humedad relativa del aire inferior al 60%. En el caso de los lechones al nacimiento requieren temperaturas de 32°C – 33°C aproximadamente, a medida que los lechones crecen van disminuyendo este requerimiento en 2°C por semana, hasta alcanzar una edad de transición a la quinta semana de vida con temperatura óptima que ronda entre los 22 – 24°C.
Con temperaturas superiores a las mencionadas los cerdos comienzan a activar mecanismos para regular la temperatura corporal, esta situación se ve agravada si además la humedad relativa es superior al 60%. Siendo las categorías más afectadas las cerdas en lactancia, cerdas en gestación y animales en engorde.
– ¿Qué medidas inmediatas pueden tomar los productores cuando detectan signos de estrés térmico en sus animales?
– En caso de observar signos de estrés por calor, se recomienda disminuir la densidad de animales por corral, lote o piquetes.; Otras de las medidas es mojar a los animales lo que ayudará a disipar el calor más rápidamente, esto puede realizarse con sistemas de aspersores o mangueras. Mejorar la ventilación de los galpones lo que se logra con manejo de cortinas o ventiladores en caso de ser necesario. Para los sistemas a campo procurar reparos y sombras naturales, incrementar el número de bebederos chupetes por piquete, brindando agua fresca y limpia de forma permanente.
– ¿Cuáles son las estrategias preventivas más efectivas para evitar que los porcinos sufran golpes de calor?
– En estos casos se recomienda programar las actividades y movimiento de animales temprano en la mañana, por ejemplo, las detecciones de celos, servicios naturales o inseminaciones, destetes, prácticas sanitarias y/o traslados de animales en la granja.
Ajustar la carga y la densidad animal (ubicar menos cerdos por lote).
Para los sistemas a campo, procurar la colocación de árboles como sombra natural o refugios, e incrementar la cantidad de bebederos por piquete.
Control permanente de temperatura y humedad ambiente en los sistemas confinados. Procurar la instalación de sistemas de ventilación y enfriamiento.
En cuanto al transporte, realizar los mismo en la mañana temprano o durante la noche. Efectuar la cargar y descargar en forma rápida y mojar a los animales antes de realizar el traslado.
– ¿Qué importancia tienen los sistemas de ventilación y enfriamiento en las instalaciones para mitigar el impacto del calor?
– Los sistemas de ventilación y enfriamiento en granjas en confinamiento son fundamentales porque ayudan a reducir el estrés por calor y a mantener un clima adecuado para los cerdos. Estos mecanismos de ventilación permiten eliminar el calor y disminuir la humedad excesiva. En el caso de galpones abiertos se logra con un correcto manejo de cortinas promoviendo la renovación del aire a través de la ventilación natural, se pueden implementar además ventiladores y extractores.
Otros de los mecanismos son a través de los sistemas de refrigeración evaporativa que utilizan la energía del aire para evaporar agua, lo que reduce la temperatura. Los sistemas de refrigeración por goteo evaporan agua directamente sobre el animal. Y los paneles de refrigeración refrescan el aire ambiental.
– ¿Cómo debe manejarse la alimentación en días de calor extremo para reducir el estrés térmico en los cerdos?
– Un buen manejo de la alimentación será clave para evitar importantes pérdidas desde el punto de vista productivo. Para ello, se deberá proporcionar el alimento preferentemente en las horas más frescas, a la mañana temprano y a última hora de la tarde o noche. El suministro debe efectuarse varias veces y en pequeñas cantidades, hasta completar la ración diaria para cada animal. Esta medida se deberá realizar con mayor atención en las cerdas en lactancia ya que una baja en el consumo genera importantes impactos en la cantidad de lechones destetados. Otras de las medidas efectivas para promover el consumo es humedecer el alimento. Se sugiere limpiar los comenderos diariamente, para evitar la acumulación y enranciamiento del alimento.
(Fuente: Suena a Campo)