La citricultura representa una de las actividades agrícolas más importantes de la provincia de Tucumán y en los últimos años se ha visto favorecida por la apertura de mercados en diferentes países del mundo.
Para que esto fuera posible, la EEAOC (Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres), junto al sector privado y organismos del estado han trabajado en el desarrollo de los protocolos y exigencias para poder competir en dichos destinos.
El Ing. Dardo Figueroa, Jefe de la Sección Fruticultura de la EEAOC, comentó en entrevista con Suena a Campo, que desde la Estación se ha puesto a punto un sinnúmero de investigaciones y desarrollos para llegar a la calidad que estos mercados demandan.
“El último logro fue la reciente noticia de la llegada de un embarque de limones argentinos a China, lo cual fue muy gratificante y alentador para todo el sector ya que significa la posibilidad de agregar al gigante asiático a la agenda de destinos de la gran producción de limones con que cuenta Tucumán” expresó.
Con respecto al protocolo de ese mercado, explicó que está relacionado con con una plaga cuarentenaria que es la mosca de la fruta para lo cual se requiere de temperaturas adecuadas durante el viaje que dura unos 40 días.
Los destinos de la fruta fresca son muy variados por lo que también son variados los protocolos y las exigencias. Como ejemplo, el entrevistado citó al protocolo de la Unión Europea que es uno de los más exigentes y que este año han suspendido los pedido, por inconvenientes relacionados a la mancha negra.
“La mayoría son protocolos para evitar el ingreso de plagas y enfermedades cuarentenarias, como la cancrosis de los cítricos o la mancha negra, y además, existe un protocolo de mitigación para el ingreso de fruta sin presencia de mosca de los frutos o larvas” dijo.
Los mercados que hoy existen para los cítricos tucumanos son el resultado de muchos años de trabajo. Durante los años 2004, 2005 y 2006, se realizaron envíos a Japón con un protocolo muy exigente. Para cumplir con él se intentó desde la EEAOC someter a la fruta a temperaturas que rondaban 1°C durante unos 19 días. Los resultados en ese momento no fueron los esperados ya que la temperatura no era la indicada y no se pudo mantener la calidad de la fruta.
Para el especialista, la gran dificultad para ciertos embarques, radica en la cantidad de días que demoran en llegar a destino, como en el caso de China que requiere de 40 días de viaje.
A partir del año 2013, a través de nuevos desarrollos de protocolos, se intentó nuevamente, esta vez con temperaturas no menores a 3,2°C durante no más de 24 días. “Se evaluó un sinnúmero de variables para determinar su impacto en la calidad de la fruta, realizando simulacros de las condiciones de envío con todos los protocolos exigidos, por ejemplo, el encerado de la fruta, la temperatura, la posición de los pallets en los contenedores, entre otros” explicó Figueroa.
En este caso los resultados fueron alentadores permitiendo la apertura de otros mercados y el crecimiento sostenido de esta actividad en Tucumán. “Estos resultados son producto de un trabajo mancomunado entre la EEAOC, el sector privado, productores y organismos del estado” agregó destacando el rol de las empresas citrícolas que son quienes asumen todo tipo de riesgos.
Según el ingeniero, actualmente todo el sector trabaja en el desarrollo de nuevos mercados lo cual es una buena señal y un importante desafío.
Mencionó además, que la pandemia ha afectado el trabajo de la sección Fruticultura que tuvo que adaptarse a las limitaciones provocadas por la cuarentena. “Hemos tratado de cumplir con los objetivos planteados, en muchos casos nos ha tocado dar prioridad a ciertos asuntos más urgentes dejando de lado otros. Hoy podemos decir que hemos cumplido, en gran parte, con los objetivos para esta campaña” concluyó.