La economía argentina desde hace 13 años que no crece. Esto se debe a que durante los últimos años predominaron los parches, sin soluciones estructurales: no logró equilibrio en las cuentas públicas y el déficit del sector público asciende al 5% del PBI. Y no se trata de caer en una visión fiscalista o que el desbalance fiscal sea un obstáculo para el crecimiento. Sucede que la persistencia del desequilibrio fiscal no permite el crecimiento porque genera inflación al tener que emitir dinero, más endeudamiento que provoca lo que se denomina “efecto desplazamiento de la inversión privada». Es decir, al subir la tasa de interés para hacer atractivos los bonos de la deuda, se resta financiamiento a la inversión privada. La otra fuente de financiamiento del sector público son los impuestos. Subir los impuestos, contrae la inversión y reduce la capacidad productiva de la economía. Entonces, no resulta inocuo mantener desequilibrio fiscal por mucho tiempo. La economía argentina perdió el equilibrio fiscal en el 2008 y no lo pudo recuperar aún.
CAMBIO DE MODELO
Los desequilibrios en el mercado monetario, por la persistente emisión de dinero, combinado con una merma en la producción, hacen que haya presiones inflacionarias. También hay desequilibrios en el mercado cambiario. Dada la elevada tasa de inflación de las últimas décadas, la demanda de dólares supera a la oferta. Lo que produce pérdidas de reservas internacionales y presiones devaluatorias. En 2023 la economía implosionó. La inflación alcanza dos dígitos mensuales desde septiembre 2023, las reservas internaciones son negativas en 15.000 millones de dólares y la pobreza llega al 45%. La administración de Alberto Fernández incumplió el acuerdo con el FMI al no lograr metas de acumulación de reservas internacionales, reducción del déficit fiscal y financiamiento vía emisión monetaria al Tesoro.
Durante los últimos cuatro años, el gobierno llevó adelante una política monetaria y fiscal fuertemente expansivas. El déficit fiscal primario, sin contar los intereses de la deuda, pasó de -0.4 en 2019 al 1,7% en 2023, de acuerdo con datos del FMI. Es decir, que se agravó la situación fiscal pese a la suba de impuestos y al surgimiento de otros impuestos. Durante la gestión de Alberto Fernández se sancionaron y aumentaron 14 impuestos. Desde implementación de nuevos tributos como el impuesto PAIS a las transacciones cambiarias, pasando por los aumentos de alícuotas de impuestos ya existentes y la suspensión de rebajas previstas de impuestos internos. La política monetaria expansiva se justificó durante 2020, pero luego continuó en el año electoral 2021, con el nombre de “plan platita”. El crecimiento de los agregados monetarios, con una economía en situación de estancamiento, provoca más inflación. Un efecto derivado de la emisión de dinero con caída en la demanda de dinero es el desequilibrio del mercado monetario. Hay exceso de pesos en la economía. Para absorber el exceso de pesos, el Banco Central emite instrumentos de deuda como las denominadas Leliqs, Letras de Liquidez, por las que el Banco Central les paga a los bancos una tasa de interés. Por ello, se denominan pasivos remunerados y representan actualmente cerca de 40.000 millones dólares. No obstante las políticas expansivas, la pobreza aumentó un 10% en comparación con el inicio de la gestión Fernández, alcanzando al 45% de la población en el segundo semestre del 2023.
¿Cuál es la orientación de la economía de la gestión Milei?
La orientación de la gestión Milei parte del siguiente diagnóstico: la economía tiene problemas del lado de la oferta agregada. Entonces para reequilibrar la economía hay que destrabar el proceso productivo mediante reformas de carácter estructural. Esto implica desregular la economía, quitándole restricciones burocráticas, mejorar la infraestructura para bajar los costos de producción, tratar de reducir la presión fiscal y mejorar el acceso al crédito. Para el modelo anterior, el populismo lo importante es tratar de expandir permanentemente la demanda agregada con expansión fiscal y monetaria, que se tornan insostenibles por la falta de financiamiento y la maraña de subsidios y controles.
Las primeras medidas de la gestión Milei pasan por considerar que hay que evitar que la situación de la economía se agrave. Para ello, implementa medidas de carácter cambiario, fiscal y monetario.
‣En el plano cambiario decidió una devaluación importante del 120%, y postula mini devaluaciones del 2% mensuales. Medidas por ahora, muy menores, de contención del gasto público.
‣Entre las medidas monetarias, decidió no elevar la tasa de interés de política monetaria para no encarecer el costo de las Leliqs (Letras de Liquidez) y tener que emitir dinero. Por ahora, las medidas no tienen una forma estructurada en un plan. Hay una fuerte aceleración de la inflación y habrá un bajón en el nivel de actividad económica.