La ocurrencia de severas heladas puede ocasionar la detención total de la maduración de la planta. Sin embargo, si se efectúan las correcciones de cosecha y molienda necesarias, en el corto plazo no se evidenciaría una disminución rápida de la misma.
Este nuevo escenario y su variabilidad espacial, propia de estos eventos meteorológicos, obligará a los ingenios y productores a evaluar en cada lote el nivel de daño de los cañaverales destinados a molienda, considerando la cantidad de entrenudos afectados y su condición inicial de deterioro, para establecer la prioridad de cosecha y definir el nivel de despuntado que resulte más apropiado.
La magnitud final de las pérdidas de azúcar dependerá de la incidencia de otros factores, cuya consideración y manejo permitirá minimizar las pérdidas potenciales.
Entre estos factores podemos destacar la influencia de las condiciones ambientales (incremento de la temperatura y lluvias) que se registren luego de las heladas y, en especial, desde fines de agosto en adelante.
Asimismo, influye el comportamiento de los cultivares comerciales (tolerancia al deterioro pos-helada, nivel de maduración, capacidad productiva y cobertura), la oportunidad de la cosecha, el sistema de recolección empleado, la eficiencia de su organización y control.
Pero sin dudas el factor de mayor gravedad y riesgo lo constituyen “las quemas”.
Asimismo, y con la finalidad de estimar el avance de cosecha de caña de azúcar, la Sección Sensores Remotos y SIG de la EEAOC, realizó un relevamiento satelital, utilizando imágenes CBERS 4 WFI (Cámara de Campo Ancho), correspondientes al 2 de agosto pasado.
Por medio del procesamiento de las imágenes satelitales, se identificó y cuantificó la superficie de cañaverales que ya había sido cosechada, lo que permitió constatar hasta ese día, un avance general de cosecha del 39% de los lotes de la zona cañera de Tucumán.
El análisis departamental indicaba un mayor avance de cosecha en los departamentos del norte, este y sur, con valores porcentuales de entre el 39% y el 52%, mientras que, en los departamentos del sector occidental y central del área cañera, el avance de cosecha oscilaba entre el 20% y el 32%.
El grado de reorganización de la cosecha, la modificación de la altura del despuntado, la eliminación o control estricto de la quema, y las demoras por estacionamiento de la caña cosechada, resultarán decisivos para disminuir el impacto negativo del frío y minimizar las pérdidas que este fenómeno climático pudiese provocar.
FUENTE: La Gaceta
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