La contaminación por vinaza es uno de los principales problemas que presenta la industria azucarera. Pero gracias a intensas investigaciones las alternativas de solución están cada vez más cerca.
«Hemos trabajado durante 4 años aplicando 100 metros cúbicos por hectárea de vinaza, esta dosis equivale al aporte de urea que se aplica normalmente al cultivo. En la zona de la llanura deprimida, no salina de Tucumán, que es la zona en la que hemos realizado nuestros ensayos, podríamos recomendar la aplicación de dosis similares a ésta, siempre tomando en cuenta la condición del suelo. Además, teniendo en cuenta que la vinaza aumenta la concentración de sales, lo ideal sería aplicar la vinaza año de por medio», explicó a Suena a Campo la Ing. Rocío Porto Carrero, integrante del Equipo de Gestión Ambiental de INTA Famaillá.
Según comentó, lo que pudieron observar en las parcelas experimentales, en las que realizaron un manejo convencional, es que se produce un aumento de materia orgánica en los primeros 10 centímetros de suelo y la conductividad eléctrica – debido a las sales -. «En cuanto al rendimiento vimos un comportamiento similar al que tiene el cultivo tratado con urea, por lo que podría ser un complemento o bien un sustituto de este producto», aseguró.
Si bien la vinaza está compuesta por materia orgánica, que mejora la estructura del suelo y sales, principalmente potasio, calcio y magnesio que favorecen al cultivo, no es tan sencillo su manejo. Según Porto Carrero, «una de las complejidades que presenta esta práctica, es la cantidad de efluente que se genera. Por otro lado las dosis deben ser controladas, porque si se aplica más de lo necesario, aumenta la concentración de sales en el suelo, que pueden llegar a contaminar las napa freatica, afectar al cultivo y el equilibrio microbiológico».