Dentro de un establecimiento de cría porcina, los lechones recién nacidos son una prioridad debido a que en esta etapa se producen los niveles de mortalidad más altos en la piara, debido a condiciones de manejo y enfermedades.
El manejo del lechón al nacer es determinante para su supervivencia y desempeño productivo en etapas posteriores, por lo que debemos cuidar todos aquellos factores que aportan a los riesgos de mortandad.
A.- Factores ligados al lechón:
1.- Inmunidad del lechón:
El lechón nace con un nivel inmunitario mínimo (no existe transferencia de anticuerpos a través de la placenta -debido a la placentación de tipo epiteliocorial especializada) por lo que se hace imprescindible que el lechón recién nacido ingiera el calostro materno ya que es casi la única fuente de protección inmunitaria pasiva, y, por lo tanto, la única fuente para adquirir los anticuerpos necesarios para hacer frente a los microorganismos patógenos presentes en la explotación.
Además, el sistema inmune del lechón neonato es inmaduro desde el punto de vista anatómico y funcional. De ahí que los lechones recién nacidos sean vulnerables a las infecciones durante el periodo en que los niveles de anticuerpos han descendido en la leche y antes de que se desarrollen los mecanismos de inmunidad activa.
Un retraso de cuatro horas en la toma de los primeros calostros ocasiona un descenso muy importante de anticuerpos en los lechones.
2.- Comportamiento del lechón:
La tasa de supervivencia del lechón recién nacido depende en un porcentaje muy elevado de que se establezca el ciclo de amamantamiento lo antes posible, lo cual viene condicionado por la capacidad de búsqueda de la mama y por la competencia y lucha con el resto de la camada.
Las pautas de comportamiento del neonato van dirigidas fundamentalmente hacia la ingesta de calostro, asegurándose, además, una fuente de calor cerca de la madre. Con ello intenta prevenir la hipoglucemia y la hipertermia, responsables de un número muy elevado de muertes en las primeras horas de vida.
Este va a ser un aspecto muy importante en relación a la mortalidad neonatal, de ahí que nuestros esfuerzos en el manejo de la cerda y su camada deben ir encaminados a que se establezca lo antes posible el vínculo materno-filial.
En ocasiones dicho lazo no es posible, debido a una falta de vigor del lechón como consecuencia de una duración excesiva del periodo de expulsión del mismo, ocasionándole una hipoxia en el momento del nacimiento.
3.- Peso al nacimiento:
Existe una clara diferencia entre los lechones con un bajo peso al nacimiento y los más pesados en cuanto a la tasa de supervivencia en las primeras horas de vida. Los lechones con bajo peso tienen mayores probabilidades de morir por varias razones.
Presentan una mayor relación superficie /peso con lo que las pérdidas de calor son más importantes, y, por lo tanto, mayor el riesgo de morir de hipotermia. Presentan menores reservas energéticas al nacimiento y son animales más débiles por lo que se encuentran en desventaja a la hora de competir por las tetas más productivas con el resto de la camada. Y, por último, son animales de reacción más lenta en las primeras horas, por lo que el riesgo de ser aplastados por la cerda es mayor.
Por otra parte, tampoco deberíamos olvidarnos de los lechones grandes al nacimiento cuya tasa de supervivencia se puede ver comprometida debido a problemas durante el parto: distocias, asfixias, etc. Influye, igualmente, no solo el peso del lechón sino la uniformidad de la camada, de tal manera que la tasa de mortalidad es mayor a medida que disminuye la uniformidad. Para mejorar la uniformidad de la camada se debe vigilar el aporte energético en el último tercio de la gestación.
La mayor frecuencia de observar lechones de bajo peso al nacimiento (< 900 grs) se observa en
camadas muy numerosas. El peso al nacimiento está ligado al consumo de alimento de la cerda en el último tercio de la gestación.
Por lo que se recomienda aumentar el nivel energético entre un 15 y un 30% en el último mes de gestación, pero sin sobrepasar estos límites. En la última semana antes del parto reduciremos la ingesta de pienso e iremos aumentando paralelamente el aporte de
fibra, para evitar el estreñimiento de la cerda y la aparición del síndrome Metritis-Mamitis-Agalaxia, provocando la inanición y desnutrición de los lechones y finalmente, la muerte.
B.- Factores ligados a la Cerda
- Número de partos:
El mayor porcentaje de bajas se produce en el primer parto.
Esto es debido a una disminución de la capacidad láctea de la cerda. A partir del séptimo parto la mortalidad aumenta dramáticamente debido a una heterogeneidad en las camadas al nacimiento y lechones menos vigorosos.
- Peso de la cerda:
En la medida que aumenta el peso corporal de la cerda aumenta los problemas podales y de aplomos por lo cual el riesgo de muerte por aplastamiento aumenta, esto principalmente porque la cerda se comporta de una manera torpe y brusca en sus movimientos.
- Comportamiento maternal:
El instinto maternal es decisivo a la hora de establecer el vinculo con la camada y cuando mas rápido se establezca este vínculo, se disminuirá la mortalidad por aplastamiento y canibalismo. En la actualidad las líneas genéticas maternas han desarrollado cerdas con un comportamiento e instinto maternal ideal pero es recomendable siempre estar atento a observar el comportamiento de las cerdas principalmente en las primerizas.
- Capacidad lechera:
En la medida que esté presente la mayor o menor producción de leche de la cerda así será la tasa sobrevivencia de los lechones.
Pero no debemos olvidar que la capacidad lechera está condicionada por una serie de factores tales como la edad de la cerda, raza, nutrición, consumo de agua, numero de tetas funcionales, ambiente y estado de salud de la cerda.
La nutrición y alimentación es una de los factores que más influyen en la capacidad lechera de la cerda, en términos generales una baja ingesta de nutrientes durante el periodo de lactancia disminuye considerablemente la producción láctea y altera cualitativamente la composición química de la leche reduciendo el peso de la camada al destete.
Revisar los chupetes cada día es una tarea que no debemos pasar por alto. Una cerda consume de 20 a 40 litros de agua por día.
Lograr esto disminuye las probabilidades del síndrome MMA (Metritis, Mastitis, Agalactia).
C- Factores de manejo y ambientales
- Instalaciones y manejo de los animales:
No cabe duda que de la buena capacitación e inducción de los operarios dependerá el mayor o menor porcentaje de mortalidad neonatal. Cuanta más atención y cuidados se le preste al lechón en las primeras horas de vida mayor será la tasa de supervivencia -la vigilancia de los partos aumenta la supervivencia en un 2-3%-. Durante el parto el operario prestará una especial atención al intervalo de nacimiento entre lechones.
Hoy en día una estrategia muy utilizada es la de programar los partos para se den en las horas cuando hay presencia de la mayoría del personal con el fin de poder atender los partos durante todo el proceso.
Otro aspecto de manejo es la vigilancia de la limpieza e higiene tanto de las cerdas previas al parto como de las instalaciones donde va a parir el lote de cerdas el cual deberá estar limpio y desinfectado, idealmente que se maneje con sistema todo dentro todo fuera para que se conserve el concepto de vacío sanitario.
Mortalidad de lechones en Maternidad
Hoy en día gracias a los avances en la mejora genética porcina se ha conseguido incrementar la prolificidad, lo que ha originado un alargamiento en el periodo total del parto y una mayor competencia entre los lechones por hacerse con los pezones de la madre y establecer el “orden de tetada” durante el amamantamiento; en definitiva, un incremento en la dificultad del manejo de los animales en la sala de parto.
Por todo ello, entendemos que el porcicultor debe conocer todos aquellos aspectos relacionados con la mortalidad neonatal, para poder manipular y atender a los lechones en las mejores condiciones.
La mortalidad perinatal es una causa mayor de ineficiencia en la producción porcina, con una alta incidencia en los rendimientos finales. Sin embargo, y, a pesar de ello, son muy pocos los ganaderos que le prestan la atención suficiente para evitar una incidencia. Solamente cuando comparan sus resultados con otras explotaciones adquieren conciencia del problema.
Cuando hablamos de mortalidad neonatal nos referimos a la que acontece en la primera semana de vida del lechón y dejaremos para otros artículos la que se va lo largo de la lactación o durante el destete. Durante esa primera semana post-parto va a acontecer el 90% de las bajas.
Tampoco haremos referencia a los lechones nacidos muertos cuyo porcentaje suele variar entre un 4 y un 7%, debiendo distinguir entre los lechones muertos antes del inicio del parto y los muertos durante el proceso del parto, siendo la causa más frecuente, en este último caso, la asfixia.
La especie porcina, nace sin una capa protectora de pelo y con una cubierta de grasa subcutánea muy fina, sin apenas reservas energéticas corporales, para poderlas movilizar en las primeras horas, y si a ello unimos el hecho de presentar una mayor superficie corporal relativa con respecto a su estado adulto, todo ello provoca un bajo aislamiento del lechón respecto a la temperatura ambiente. Lo que además se agudiza por el hecho de no contar el lechón con un sistema de termorregulación maduro en el momento del nacimiento. Todo ello va a contribuir a ocasionar un importante número de bajas por pérdidas de calor o enfriamiento y por hipoglucemia.
Sobre la supervivencia del lechón inciden de manera importante una serie de factores dependientes del lechón, de la cerda y del medio ambiente, que habrán de tenerse muy en cuenta a la hora de llevar un óptimo programa de manejo y cuidado de las instalaciones a fin de reducir la tasa de mortalidad neonatal. En el primer grupo de factores, es decir, los ligados al lechón podemos citar: peso al nacimiento, nivel inmunitario, comportamiento y tipo genético. El segundo lo forman los factores ligados a la cerda: número de parto, peso de la cerda, comportamiento maternal, producción lechera y tamaño de la camada. Y, por último, factores ligados al medio ambiente y sistemas de producción: instalaciones y manejo de los animales, alimentación, temperatura ambiente etc.
Generalmente no es un único factor el causante directo de la mortalidad neonatal del lechón sino que inciden varios factores como responsables, los cuales presentan una gran interconexión entre ellos.
Si dejamos a un lado la mortalidad neonatal como consecuencia de anomalías genéticas o malformaciones, el resto de las causas responsables de la mortalidad del lechón es susceptible de ser disminuida con una mejora en las técnicas de manejo del ganado.
Entre estas últimas causas podemos citar: aplastamiento, hipotermia o enfriamiento, hipoglucemia, canibalismo, infecciones y otras.
Lechones de bajo peso y de cerdas jóvenes; una peligrosa mezcla.
La mejora en los últimos años en la eficiencia reproductiva nos lleva a obtener cada vez con más frecuencia camadas numerosas que son el inicio para la obtención de un número superior de lechones destetados y con la finalidad de un mayor número de animales vendidos, cualquiera sea su causa, a los 20 kg o como animales de engorde.
Prolificidad media por encima de 15 lechones y destetados por encima de los 13 comienzan a observarse con frecuencia. Para obtener estos resultados hay un excelente número de factores actuando e interactuando y únicamente con una correcta supervisión de todos ellos conseguiremos los apropiados y óptimos rendimientos reproductivos.
Hay algunos de estos factores sobre los que podemos tener un control casi total, algunos que solo podremos asegurar en parte y otros que están bastante fuera de nuestro alcance. Obtener una camada numerosa dependerá de la Prolificidad de la cerda, habitualmente asegurada en distinto grado por la empresa que proporciona la genética, de su adecuada preparación como reproductora, en particular si la criamos en la propia granja (aspectos sanitarios y nutricionales principalmente), edad a la primera cubrición (8 meces), calidad del proceso de detección de celo (al 3º celo), control de la alimentación (120kgs de peso) y manejo
durante la gestación (en particular el último tercio) y finalmente atención durante el parto y la fase de lactación. Vamos a revisar la influencia de dos de ellos cuya importancia es creciente dentro de las tendencias actuales de producción, como son el porcentaje de lechones pequeños y el nº de parto de la cerda.
La mejora genética en los últimos años nos viene ofreciendo la posibilidad de obtener camadas cada vez más numerosas pero dicha mejora parece ir ligada en muchos casos a una menor homogeneidad de pesos al nacimiento, principalmente a la aparición de un porcentaje de lechones pequeños mayor del deseado, que en algunos casos rozan el límite de la viabilidad y cuyo porcentaje puede situarse en torno al 13 % .
También es conocido el efecto sobre la sensibilidad a las enfermedades y pérdida de rendimientos en los lechones que provienen de cerdas jóvenes, particularmente primíparas. Ambos factores, en particular combinados, llegan a tener un efecto notable sobre los resultados obtenidos en maternidad y en las fases siguientes.
Las curvas de Prolificidad actualizadas muestran que los valores medios, y los de las granjas de alto rendimiento siguen un patrón muy similar.
El menor peso al nacimiento se traduce en un menor crecimiento posterior y por tanto en un peso menor al destete que los lechones de cerdas adultas. Resulta interesante ver lo marcado que se mantiene este efecto cuando dividimos los lechones en categorías (ligeros con < de 0,850 kg, medianos de 0,850 a 1,5 kg y grandes > de 1,5 kg).
Cuando además mezclamos el tamaño del lechón y su rendimiento futuro en función del número de parto, podemos ver que el efecto anterior se mantiene ya que los lechones grandes y de cerdas maduras crecen más, pero hay una tendencia a que cerdas adultas puedan destetar con más peso a los lechones pequeños. Los datos recopilados muestran la importancia del control de los lechones de bajo peso y en particular si vienen de cerdas jóvenes, ya que su capacidad de ganar peso va a ser menor, por lo que las actuaciones y técnicas dirigidas a compensar esta situación cobran aún más importancia.
CAUSAS RESPONSABLES DE LA MORTALIDAD NEONATAL
1.- Aplastamiento:
Una de las principales causas de mortalidad neonatal es el aplastamiento de los lechones por parte de la cerda (30-45% de las bajas). De tal manera que con un correcto diseño se puede disminuir su incidencia.
La mayoría de los aplastamientos recaen sobre lechones débiles, con pocos reflejos y con movimientos lentos, lo que les provoca una reacción tardía ante los movimientos de la cerda cuando se tumba.
Por otra parte, se ha observado que el aplastamiento es más elevado en cerdas multíparas que en primíparas, seguramente porque éstas últimas tienen un menor peso corporal.
2.- Hipotermia o enfriamiento:
El lechón en el momento del nacimiento va experimentar un importante cambio en la temperatura externa, pasando de los 39º C del útero materno a los 20º C de temperatura ambiente de la sala de maternidad.
Los lechones en el momento del nacimiento presentan un intervalo de neutralidad térmica muy estrecho, con una temperatura
crítica inferior muy alta entorno a los 32º-35º C. Ante cualquier bajada de la temperatura ambiente de esos valores, los animales responden consumiendo las escasas reservas energéticas que poseen (grasa, glucosa y glucógeno) pero muestran una cierta dificultad metabólica para atender dicha demanda.
Por otra parte, los lechones de mayor peso al nacimiento tienen una temperatura crítica inferior menor y tienen mayores facilidades para movilizar las reservas energéticas corporales.
3.- Hipoglucemia.
De la ingesta de alimentos en las primeras horas de vida depende la tasa de supervivencia de los recién nacidos, lo cual se agudiza aún más en las especie porcina dada las características fisiológicas y anatómicas con las que nace el lechón. Ya hemos comentado como los lechones nacen sin apenas reservas energéticas (grasa, glucosa y glucógeno) de tal forma que si no ingieren rápidamente el calostro materno que aporta gran cantidad de energía debido a su alto contenido en grasa, los lechones se ven avocados a una hipoglucemia, seguido de un coma y posterior muerte. Por tanto, es necesario mantener una alta tasa metabólica lo cual depende tanto del estatus fisiológico como metabólico y de la disponibilidad de substratos metabólicos, lo que implica la importancia de la ingesta temprana de una adecuada cantidad de calostro.
4.- Infecciones.
La enfermedad aparece cuando el peso ejercido por uno o más agentes infecciosos desequilibra las defensas de los lechones. La magnitud de la infección depende de las características de los microorganismos y de las circunstancias que favorecen su presencia y supervivencia.
Entre los principales procesos infecciosos responsables de la mortalidad neonatal del lechón podemos destacar los siguientes:
– Enteritis
– Artritis-poliartritis.
-Neumonías.
– Septicemia
6.- Canibalismo: La cerda que antes de parto se muestra intranquila e irritable, tiene grandes probabilidades de morder a su camada, bien nada más concluir el parto o cuando los lechones intenten mamar y emiten los primeros sonidos, matándolos o lesionándolos. Muchas veces también se muestra agresiva hacia el hombre, en especial cuando se les intenta arrebatar a las crías.
En aquellas cerdas sobre las que tengamos sospechas que pueden desarrollar este tipo de comportamiento es conveniente retirarles las crías nada más nacer. El canibalismo es más frecuente en primíparas, las cuales reaccionan con miedo ante el primer lechón, comportamiento similar al que tienen con el operario.
PROGRAMA DE MANEJO DEL LECHÓN
En la actualidad es importante mejorar nuestro sistema de trabajo a través de la implementación de pautas de manejo en todas las áreas de la granja. Una manera sencilla de comenzar por el manejo del lechón al momento del parto hasta el destete. La idea es de refrescar ciertas medidas de manejo zootécnico y la alimentación en las primeras edades, a fin de lograr un manejo estatus sanitario, óptimo crecimiento y una ganancia de pesos excelente a través de un adecuado desarrollo del sistema digestivo del cerdito, de manera que pueda responder eficientemente a los distintos alimentos a lo largo de su vida productiva.
Es interesante revisar todos los factores inherentes al galpón de maternidad, tal es el caso de: tipo de infraestructura, fuente de luz, control de temperatura, corrientes de aire, disponibilidad de agua, material y diseño del paritorio y si contamos con personal calificado, entre otros. Si la conjunción de todos estos factores y las medidas de manejo son adecuadas es seguro que tengamos ganancias en nuestro negocio.
Galpón de Maternidad
Colocar las cerdas próximas al parto por grupo de partos semanales.
Manejo del lechón recién nacido.
Al nacimiento: garantizar buena fuente de calor.
- Atención al parto, una vez que la cerda expulsa el primer lechón.
- Secar al lechón con papel absorbente y retirar envolturas placentarias.
- Atar y curar el ombligo, con tintura de yodo al 7%.
- Corte de cola y descolmillo.
- Garantizar el consumo de calostro, para asegurar buena protección inmunológica.
- Emparejamiento o nivelación de camadas de acuerdo a su tamaño.
- Piquetes de identificación.
- Colocar fuente de calor y debe asegurarse por espacio de 7-10 días, a una temperatura de 30 a 32ºC; ya que por debajo de esta se pueden encontrar problemas de hipotermia, incluso muerte por aplastamiento. También es importante controlar la corriente de aire frío al comenzar y durante las noches, con el uso de cortinas de polipropileno. Debe tomarse el tipo de piso de nuestra granja, bien si es de cemento o de rejilla, pues a través de ésta puede entrar frío y fomentar aplastamientos durante las noches.
- Limpiar la maternidad una vez que termina el parto.
- Pesar camadas y evitar mojar lechones.
- Aplicar IM de 2ml. con aguja desechable.
- 7mo-8vo día de edad: Dar alimento preiniciador granulado ad libitum en comederos para lechones, desde 6-8 días hasta 18días de edad. Este alimento, va a permitir desarrollar la fisiología del lechón y su sistema inmuno-enzimático digestivo.
Técnicas de adopción para garantizar la máxima supervivencia
Para garantizar que todos los lechones pueden acceder a un pezón totalmente funcional es necesario utilizar técnicas de adopción entre distintas camadas, sobre todo cuando tenemos una camada muy grande. El uso de estas técnicas de adopción no solo mejora los índices de supervivencia, sino que además contribuye al logro de lechones grandes y de tamaño uniforme al llegar al destete.
He aquí algunas recomendaciones sobre la adopción de lechones:
- Realice una primera adopción unas 6-12 horas después del parto, una vez que los lechones han ingerido ya algo de calostro.
- Para evaluar la capacidad de cría de cada madre tenga en cuenta su historial previo y haga una comprobación visual, de manera que pueda decidir cuántos lechones más se le pueden colocar o cuantos se deben quitar y pasar a otra madre.
- Planifique con cuidado todos los cambios antes de realizar la adopción, teniendo en cuenta la capacidad de cría de la madre y el número/peso de los lechones de cada camada.
- Si va a trasladar a algún lechón, intente siempre que sean los más grandes, ya que les resulta más fácil sobrellevar la tensión del traslado.
- Si tiene una cantidad suficiente de lechones pequeños, agrúpelos en torno a una misma madre, ya que estarán mejor si forman parte de un grupo con un grado similar de desventaja. Escoja una madre de adopción de entre dos y cuatro partos, con pezones largos y delgados, de más fácil acceso para los lechones. Durante los primeros días después del parto aplique una fuente adicional de calor.
- Los primeros días después del parto observe atentamente la actuación de los lechones mientras maman, de manera que pueda identificar rápidamente a aquellos lechones que no reciben suficiente leche y que se están quedando atrás, y así poder trasladarlos a otra cerda inmediatamente.
El peso del lechón destetado es un componente extremadamente importante en la rentabilidad de la granja, además, una gran influencia sobre el crecimiento y la eficiencia alimenticia desde el momento del destete hasta la venta de los cerdos.
Ing. Zoot. Lina Savino
Bibliografía:
- Cátedra de Zootecnia General II, Facultad de Agronomía y Zootecnia, UNT.
- Subsecretaría de Asuntos Agrarios, Ministerio de producción Gobierno de La Pampa.