Analistas consideraron insuficientes las medidas para generar confianza en medio de una grave crisis.
El peso argentino seguirá perdiendo terreno lentamente pese a las recientes medidas del Gobierno para estimular el ingreso de dólares al país y contener la caída de sus reservas internacionales. Analistas económícos consideraron insuficientes las medidas para generar confianza en medio de una grave crisis.
El Gobierno recibió el martes a una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar los términos de una deuda de 44.000 millones de dólares, arrastra una estanflación desde el 2018, que se vio agravada este año por la pandemia del coronavirus.
Pese al exitoso canje de deuda pública por casi 110.000 millones de dólares finalizado hace casi un mes, Argentina volvió a sumirse en turbulencias financieras por la incertidumbre que genera un presente de recesión, alta inflación y déficit fiscal financiado con emisión monetaria.
La diferencia entre las cotizaciones del peso en el mercado oficial -restringido por controles cambiarios- y el mercado alternativo, que se utiliza para acceder a dólares a través de la compra venta de títulos o acciones, alcanzó el jueves el 100,84% debido principalmente a la emisión a la que recurrió el Gobierno para lidiar con los efectos de la pandemia, que casi se duplicó en un año.
«Un pecado original es pensar que, después de la expansión monetaria que tuviste tan alta este año, el tipo de cambio nominal se pueda mantener», explicó Ezequiel Zambaglione, jefe de estrategia de Balanz en Buenos Aires.
El peso mayorista cayó 1,26 en lo que va de octubre a 77,15 por dólar, mientras que el dólar del mercado alternativo denominado «contado con liquidación» que se accede mediante operaciones con activos cerró el viernes a 154,95 pesos por dólar.
«Este tipo de cambio oficial, con el nivel de emisión que se tiene, no es consistente. Va a ser muy difícil convencer a la gente que el tipo de cambio está bien cuando ves un tipo de cambio paralelo tan diferente», agregó Zambaglione.
Como parte de un círculo difícil de romper, la expectativa de una inflación más alta -por la depreciación del peso- ha generado una mayor demanda de dólares de los argentinos que buscan proteger sus ahorros, lo que a su vez hace caer el valor del peso y empuja la inflación.
Por su parte, la moneda argentina en la plaza informal se depreció este viernes 5,39% a un nivel mínimo histórico de 167 unidades por cada dólar, en una plaza que no contó con vendedores genuinos de la divisa desde la apertura, dijeron operadores.
El Gobierno de Alberto Fernández logró desacelerar la tasa de inflación este año, en parte debido al congelamiento de tarifas por la pandemia y al menor consumo.
Sin embargo, los economistas consultados por el banco central estiman que la inflación volverá a acelerarse en el 2021 al 47,1%, desde el 37,8% previsto para este año debido a la emisión monetaria.
Según Bank of America, las reservas netas se encuentran en el orden de los 7.000 millones de dólares, mientras que las líquidas cayeron a unos 2.000 millones de dólares.
Fuente: Reuters