Las hormigas son una plaga frecuente en el jardín. Estos insectos forman parte de los himenópteros y están divididas en tres partes principales: cabeza, tórax y abdomen. Las antenas son uno de los órganos más importantes y les sirve tanto para comunicarse como para oler.
Las hormigas tienen tres pares de patas y unos ojos con un amplio campo de visión. En el abdomen contienen unas glándulas que segregan ácido fórmico que, además de servir como rastro para otras hormigas, que pueden llegar a matar a las plantas en las que lo inyecten.
Mantén tu jardín siempre bien limpio
Lo mejor que podemos hacer para eliminar las hormigas del jardín es asegurarnos de que lo mantenemos completamente limpio y libre de restos que puedan resultar atractivos para ellas.
Por ejemplo, es habitual que cuando realizamos la poda o cortamos el césped, posteriormente recojamos todos los restos. Pero al pasar la desbrozadora es frecuente ver que muchos dejan estos nuevos restos en el suelo a modo de compost, algo que en realidad no sirve para nada más que para atraer a las hormigas y otras plagas.
De igual manera debemos cuidar la limpieza de cualquier tipo de resto. Por ejemplo, cuando comemos en el jardín y caen restos al suelo: migas de pan, líquidos derramados, cereales… Cualquier cosa que caiga al suelo se convierte en potencial alimento para ellas, por lo que la mejor forma de evitar que vengan es manteniendo el sitio limpio.
Químicos con efecto inmediato
También hay en el mercado químicos con efecto inmediato, es decir, que los aplicamos y desaparecen todos los bichos.
Sin embargo, nuestro consejo es que esto los utilices solo si te encuentras en un caso especial y tienes mucha necesidad, ya que estos productos también pueden afectar negativamente al entorno, dañando a otros animales que son beneficiosos para tu jardín.
Productos naturales y limpios para eliminar las hormigas del jardín
Hemos estudiado dos opciones; la prevención, manteniendo el jardín limpio, y la radical, que es a través de pesticidas y químicos fuertes, de manera que lo que nos queda ahora es la alternativa natural.
Si actuamos a modo preventivo reduciendo los restos, automáticamente también se reducirá la población de hormigas, pero claro, es muy posible que todavía sigan encontrando otros restos que sean de su agrado, de manera que siempre viene bien tener a mano un buen remedio natural, el cual no afectará al entorno y conseguirá poner freno a estos bichos.
Existen remedios que podrás preparar con las cosas que tienes en casa:
A las hormigas no les gusta el ajo: si tienes ajos plantados o dispuestos en algún sitio, te habrás fijado que por ahí las hormigas ni se acercan, y esto se debe a que no les atrae en absoluto. Por esa razón, lo único que tienes que hacer es picar ajo y dejarlo reposar en agua para que esta coja bien la esencia, y posteriormente pulverizas en la zona donde no quieres que entren.
Pulveriza agua jabonosa: esta es otra opción muy interesante, y que además también funciona contra otras plagas habituales como algunos pulgones, por lo que puedes plantearte pulverizar agua con jabón en aquellos sitios donde tienes problemas.
Zumo de limón: pulverizar zumo de limón por el camino de las hormigas puede ser también útil.
Por otro lado, plantas como la lechuga, la caléndula, el espliego o lavanda las repelen de forma natural.
Otra de las ventajas de estos remedios naturales es que, además de no contaminar, tampoco dañan a los insectos, sino que los repelen, por lo que es una solución mucho más equilibrada.