La EEAOC (Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres) trabaja desde hace años en la incorporación de tecnologías en pos de mejorar los cultivos y rendimientos del sector productivo, protegiendo el medio ambiente y la salud mediante el desarrollo de bioinsumos para el agro.
La Dra. Nadia Chalfoun, perteneciente a ITANOA, una unidad ejecutora de doble dependencia entre Conicet y la EEAOC comentó a Suena a Campo que se desarrollan productos que aportan ventajas para el sector agroproductivo.
Se trata de insumos biológicos que pueden provenir de microorganismos, bacterias, hongos y algas o bien pueden ser elaborados a partir de extractos ya sea de origen vegetal o de microorganismos enriquecidos de ciertos compuestos purificados para lograr distintas formulaciones con efectos benéficos en los cultivos.
Entre las ventajas que estos productos presentan, la doctora destacó que son amigables con el medio ambiente, representan una alternativa a los agroquímicos que pueden generar inconvenientes para el medio ambiente o para la salud humana y animal. Estos productos en cambio, son prácticamente inocuos, biodegradables y económicamente rentables.
“Lo que hacemos es abordar diferentes estrategias de diseño de estos insumos dependiendo de los objetivos y de aplicación que queremos darle. Para eso usamos pruebas de concepto en el laboratorio o en invernaderos con fines diversos como, por ejemplo, incrementar la resistencia a ciertas enfermedades y plagas que atacan a los cultivos” explicó.
Las ideas surgen de la mano de la demanda del sector productivo que mantiene íntima relación con la EEAOC, de esa manera se van planteando las necesidades de los productores y, en base a eso, se diseñan los bioinsumos.
Existen también productos que se han desarrollado para aumentar la resistencia a enfermedades o bien incrementar la tolerancia a la sequía o a suelos salinos, promotores del crecimiento vegetal o formulados como inoculante para soja y fertilizantes para caña de azúcar.
Teniendo en cuenta que en la presente campaña los productores han sufrido pérdidas a raíz de la sequía, la especialista comentó que a través de una investigación desarrollada para controlar enfermedades generando inmunidad ante patógenos, se observó que, en cultivos como cebada y maíz, el producto generaba tolerancia a la sequía y a suelos salinos. En esas condiciones extremas, los cultivos mostraron buenos rendimientos, lo que permitió ahondar en esta línea y estudiar el comportamiento del producto ante situaciones de sequía.
“Conociendo los pronósticos para el año que viene, realizaremos un ensayo a campo en soja que nos permita también recomendar el producto para reducir el impacto que tiene la seca en la soja, es algo que muy incipiente y en desarrollo, hemos tenido muy buenos resultados en la zona núcleo y ahora queremos trasladar esos resultados al Noa” añadió.
Si bien la sección se especializa en enfermedades que son recurrentes en el cultivo de soja, especialmente causadas por hongos y su interacción con la planta, se busca diseñar estrategias de control que sean aplicables a la mayor cantidad de cultivos posible.
Otra de las líneas en desarrollo tiene que ver con insumos que aporten resistencia a plagas de la caña de azúcar. Por otro lado, existen diferentes formulaciones en base a bacterias promotoras del crecimiento con la idea de aplicarlos como curasemillas en cultivos de soja o arrancadores en caña de azúcar.
Además, la Sección de Biotecnología trabaja con buenas perspectivas en el desarrollo de un bioinsumo que actúa como fungicida y es derivado de un extracto vegetal para aplicarlo en el control de enfermedades poscosecha en cítricos.
Según la especialista, todos los bioinsumos desarrollados pueden ser combinados con distintos productos de síntesis química, por ejemplo, agroquímicos coadyuvantes e insecticidas manteniendo sus propiedades y manteniendo su actividad a pesar de las combinaciones con otros compuestos.
“Todos los productos desarrollados han sido probados en combinaciones con productos de síntesis química ya que muchas veces para el productor es difícil sustituirlos, entonces lo que se hace es reducir el volumen de agroquímicos y combinarlos con los bioinsumos hasta que el productor se amigue con ellos y decida reemplazarlos por completo” concluyó.