“Desde el Chaco comenzamos los primeros pasos para la concreción de inversiones del país asiático, en un modelo de desarrollo integrado con productores provinciales como socios locales estratégicos”, explicó hace un par de días el gobernador de esa provincia, Jorge Capitanich, al suscribir en Buenos Aires con la empresa Feng Tian Food un convenio de cooperación que posibilitaría la puesta en marcha en la provincia de tres complejos productivos porcinos integrados con destino a exportación de carne porcina a ese país.
Los socios locales son realmente “estratégicos”, como dijo el gobernador. Aunque su creación en el plano local data de apenas un año, Feng Tian Food está integrada por algunas personas singulares que vienen trabajando con China desde hace rato: la voz cantante la llevan el ex decano de la Facultad de Agronomía y ex secretario de Agricultura del kirchnerismo, Lorenzo Basso, y el empresario e ingeniero industrial Daniel Alberto Gallardo, que vive en aquel país y tiene múltiples contactos allí.
Un tercer socio en los papeles de la empresa llamó también la atención: es Gustavo Idígoras, ex consultor agrícola y actualmente presidente de Ciara-Cec. Idígoras aclaró que mantiene esa sociedad desde hace varios años, pero casi no participa. El desarrollo del proyecto, pensado específicamente para el Chaco, lo realizó Basso, que es titular de la Cátedra de Cerdos en la UBA desde hace más de 20 años. Gallardo, que tiene aceitados muchos contactos allá.
Lo cierto es que la decisión chaqueña de picar en punta se adelantó a la presentación del convenio marco que negocian la Cancillería Argentina y las autoridades de China, y que apunta a instalar en el país en los próximos cuatro años hasta 25 enormes criaderos de cerdos, para exportar la carne producida exclusivamente hacia dicho país. Los montos de esas inversiones son multimillonarios, pues suponen que la Argentina duplique su actual dotación de madres y por lo tanto sus volúmenes de producción de carne porcina. Por eso intervienen ambos gobiernos. Se espera para noviembre el texto final del acuerdo.
A Capitanich le gustó mucho el proyecto de Basso, que planea emplazar tres de esas mega-granjas “en áreas estratégicas del territorio provincial: uno al noreste, otro en el centro y el tercero en el sudoeste”. En Chaco, existe una buena disponibilidad de soja y maíz como para llevar a cabo el emprendimiento.
“La firma Feng Tian Food cuenta con líneas comerciales desarrolladas entre ambos países y a partir del instrumento firmado con la Provincia comenzará inmediatamente a desarrollar contactos directos con inversores chinos de acuerdo al modelo productivo planteado por el gobernador para alcanzar los primeros acuerdos que promuevan esas inversiones”, se explicó desde la gobernación.
Según Capitanich, de estas gestiones también participa la Cancillería. Según se informó a la prensa local, el proyecto de estas tres plantas implicará una inversión de 129 millones de dólares y la creación de 360 empleos por cada uno de los tres emprendimientos. Cada complejo demandará al año 32.300 toneladas de soja y 87.400 de maíz para la alimentación de los cerdos. “Es un volumen que se podrá abastecer locamente sin inconvenientes ya que la provincia produce aproximadamente 1 millón de toneladas de maíz por año y 1,6 millones de soja”, indicó el gobernador.
“A la par de las inversiones chinas, también estamos buscando financiamiento para los empresarios locales que se asocien a esta iniciativa”, anticipó el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, que llegó a convivir con Basso durante su paso por el gobierno nacional.
Cada una de estas granjas tendría unas 12.000 madres, por lo que la apuesta total del Chaco es contar con instalaciones para un total de 36 mil madres, cerca del 10% del objetivo que negocian las autoridades de ambos países.
El ministro de Producción, Industria y Empleo, Sebastián Lifton, precisó: “Cada complejo estará integrado por cinco granjas de 2.400 madres cada una; un frigorífico exportador; una planta de biodiesel; un biodigestor con generación de energía; y una planta de alimentos balanceados”.
“El modelo propuesto implica asociar inversores chinos con socios locales. Bancos de la República Popular China financiarán a sus inversores y desde la banca local nacional se financiará a los productores que se integren al proceso”, añadió el ministro. La idea es “combinar también los fondos de garantías, tanto el Fogar (Nación) como el Fogach (Chaco)”, explicó Lifton.
Fuente: Bichos de Campo