El vivero Floricienta brinda todos los consejos para mantener los jardines y huertas en las mejores condiciones y de manera ecológica.
Su propietaria, María José Nuñez, comentó a Suena a Campo que existen diferentes formas de preparar la tierra para mantener una buena nutrición de las plantas con distintos tipos de abonos.
Destacó, además, que existe una gran diferencia cuando las plantas se encuentran en tierra que cuando se encuentran en cajones o macetas. En el caso de jardines es más fácil ya que muchas veces la tierra está dotada de buenos contenidos de nutrientes que se van renovando. En macetas en cambio, la planta absorbe esos nutrientes y con el paso del tiempo esa tierra se vuelve inerte por lo que es necesario renovarla e incorporar abonos.
¿Qué tipos de abonos podemos utilizar?
Existen los bonos orgánicos y los abonos químicos. En el caso de las huertas, desde el vivero siempre recomiendan los abonos orgánicos, para así poder obtener hortalizas libres de residuos químicos y lo más naturales posibles para el consumo.
Se puede utilizar compost realizado con heces de animales de campo que dan excelentes resultados siempre y cuando estos estén secos, también hummus de lombriz que puede hacerse en casa o adquirir en los viveros.
¿Cómo preparamos compost casero?
Todos los deshechos orgánicos de la cocina como cáscaras de frutas, verduras y huevos y demás productos biodegradables se colocan en un tacho y se los cubre con tierra o mantillo hasta su descomposición, revolviéndolo de vez en cuando para que ingrese oxígeno a la mezcla.
Las macetas y cajones, tienen generalmente poco contenido de tierra y sustrato, por lo tanto se agotan con rapidez por lo que se recomienda renovarla una vez que se cosechó en el caso de las hurtas y una vez al año en el caso de plantas ornamentales.
La tierra que se extrae no debe ser desechada, sino que puede ser mezclada con otra tierra o con compost para volver a nutrirla y de ese modo puede ser reutilizada para otras plantas.
En el caso del compost, es importante diferenciar aquellos residuos que no aportan nada al suelo como ser vidrios, latas, verduras cocidas o grasas. En el caso del papel, es preciso que este no contenga tintas.
La propietaria del Vivero Floricienta opinó que la jardinería es una actividad terapéutica ya que el contacto con la tierra y el cuidado de seres vivos renuevan la energía de las personas que lo practican.
Como experiencia comentó sobre talleres de jardinería que se han realizado con niños con capacidades diferentes donde se ha notado mejorías en la conducta de muchos de esos chicos los días que trabajaban con las plantas y la tierra. “Es muy recomendable para todo tipo de personas” señaló.
Además, informó que, durante la, cuarentena han aumentado en un 100% las consultas en el vivero. Las personas al estar más en casa, han comenzado a prestar más atención a sus plantas y jardines o a buscar actividades recreativas. Por otro lado, el armado de las huertas se ha convertido en una moda al igual que el consumo de productos orgánicos.