El laboratorio canadiense Medicago en conjunto con GSK desarrollaron una vacuna contra el COVID 19 a partir de una especie vegetal, Nicotiana Benthamiana. Esta planta es una de las favoritas entre científicos en todo el mundo. La misma fue utilizada en diversas investigaciones y estudios sobre virus y vacunas, además intervino en otras patologías como el ébola y la influenza.
Sobre el estudio
En entrevista para Suena a Campo, el coordinador de la investigación a nivel provincial, doctor Conrado Llapur comentó detalles sobre el estudio de esta vacuna. “Es una investigación muy importante, y es la primera de este tipo para una vacuna específica para el coronavirus”.
El médico, quien además es Neumonólogo, señaló que la producción de esta vacuna se lleva a cabo en el laboratorio canadiense y que la misma se desarrolló con una tecnología basada en plantas.
Esta investigación comenzó el año pasado, con la aparición del virus. A mitad de año, comenzaron los estudios en fase I y luego en fase II, pasando estas etapas con buenos resultados. Recientemente se conoció que ANMAT autorizó el comienzo de la fase III en Argentina.
“En fase II se vio una respuesta en las personas muy buena. Tuvieron niveles de anticuerpos diez veces mayores que una persona que ha padecido covid. Esto es muy importante para poder empezar la fase III que se dará en el transcurso de las próximas dos semanas”.
Una duda muy frecuente para el ciudadano común es la posibilidad de desarrollar una vacuna efectiva en tan poco tiempo. En referencia a esto, el doctor mencionó que “todos los laboratorios que desarrollaron vacunas para el coronavirus, usaron sus plataformas que ya tenían para otras patologías y las orientaron para el COVID 19. Por eso son más rápidos los estudios. Porque ya todos tienen una plataforma armada y no hace falta el tiempo de antes para realizar todos estos estudios. Al contar con la estructura, solo cambia la proteína viral que estimula y genera los anticuerpos”.
Mecanismo de acción de la vacuna
En principio se inyecta la proteína spike del virus en la planta y se cultiva. Como la Nicotiana Benthamiana cuenta con un sistema inmune deficitario, no rechaza el virus y regenera partículas similares a éste en menos de una semana.
Luego, esto se extrae, se purifica y junto con el adyuvante forman la vacuna que genera la respuesta inmune en las personas. “Cuando uno inyecta esta partícula similar al virus, el adyuvante estimula la respuesta inmune y forma los anticuerpos neutralizantes contra el virus del coronavirus”, explicó Llapur.
En cuanto a los tiempos previstos para que la vacuna esté disponible a toda la población, el doctor señaló que el protocolo tiene una particularidad, ya que “se compara vacuna versus placebo y lo que se espera luego es un número de casos positivos de coronavirus -calculan que al cuarto o quinto mes de haber empezado el estudio- y se evalúe la efectividad de la vacuna. Si la misma es efectiva, se consigue la aprobación de emergencia y los participantes del estudio pueden cambiar de grupo: el que recibió placebo, va a recibir vacuna y a su vez, el que recibió vacuna va a recibir placebo”. Con la autorización de emergencia, el laboratorio podrá seguir avanzando con la producción.
Nicotiana Benthamiana
Es una especie herbácea de la familia de las solanáceas, de origen australiano donde se la puede ver en forma silvestre. En general, crece en colinas rocosas, afloramientos o cuevas.
La Nicotiana benthamiana ha sido utilizada en laboratorios en todas partes del mundo, en investigaciones sobre virus y vacunas, por su excepcional característica de no contar con un sistema inmunitario. No obstante esta particularidad la ha convertido en una planta considerablemente resistente.
Participación de Tucumán en la vacuna
La vacuna es producida en Canadá, y ya se encuentra en fase III. Para llevar a cabo esta etapa convocan participantes de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. Argentina por su parte, sumará alrededor de cinco mil voluntarios para obtener datos acerca de la eficacia y la seguridad del producto.
Dentro de las provincias elegidas se encuentra Tucumán bajo la dirección de la Clínica Mayo. “Nosotros participamos recibiendo ya el producto de investigación para el enrolamiento de los pacientes”, indicó el director del grupo de investigadores tucumanos.
Para acceder a la vacuna y colaborar con el ensayo, los interesados deben llenar el formulario de preinscripción en la página web de la clínica Mayo.
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSc40B3qRzxqwXsD0H703CLURAT3k9HcfoKBPVCNJpqZr4NmQA/viewform
Los requisitos que deben cumplir: ser mayores de 18 años y menores de 60 años -sanos o con morbilidades-, no haber tenido COVID 19 previamente. Asimismo, no pueden participar embarazadas ni estar amamantando. Además no debe superponerse con el programa de vacunación de la provincia.
“Para la provincia y para todos los tucumanos, poder colaborar con un proyecto de esta índole, con lo que estamos viviendo en el país, me parece que es importante. Esperemos que llegue a buen puerto y que podamos contar con una opción más de vacuna para la población”, finalizó.