Luego de haber provocado enojo en el campo al referirse a los agroquímicos como “agrotóxicos”, el presidente Alberto Fernández generó malestar en el sector con otra frase: “no tiene sentido tener tierras improductivas cuando alguien está necesitando un terreno”.
“No tiene sentido guardarlo para que el día que se muera, un hijo lo herede. Tiene mucho más sentido volverla productiva hoy, y que en ese lugar alguien construya techo, donde van a crecer sus hijos y sus hijas”, aseguró el martes pasado en un acto junto al gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof en Mercedes por la urbanización de lotes y créditos para construir en esos terrenos.
Para Gabriel De Raedemaeker, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), los conceptos expresados por el Presidente ponen en tela de juicio la seguridad jurídica de la propiedad privada, consagrada en la Constitución Nacional. “Es preocupante más aun viniendo de un jurista y sobre todo de la primera magistratura de la Nación», remarcó.
“Otra vez nos aleja de un clima propicio para la inversión productiva del país. Con este tipo de expresiones desafortunadas y con semejante tipo de inseguridad que pinta el Presidente de aquí hacia adelante, ¿quién se puede sentir atraído a invertir en tierras en el país?”, añadió.
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), expresó sobre la frase del mandatario: “Le diría al Presidente que la única manera de hacer productivas todas las hectáreas del país es generar reglas claras y estables. El respeto por la propiedad privada es la base de una sociedad”.
Para Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), las declaraciones de Fernández “siguen buscando justificación para avanzar con un intento de desplazamiento y apropiación, soslayando el derecho a la propiedad privada”.
“Esto, como otras políticas que vienen tomando, no hace más que generar incertidumbre jurídica entre quienes tienen propiedades que no pueden trabajar porque las malas políticas los está sacando del circuito productivo, como sucede con muchos pequeños y medianos productores”, describió.
Por su parte, Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), indicó que Fernández debería considerar que no es un ciudadano común sino que representa a todos los argentinos.
“Sus dichos y acciones tienen una connotación muy distinta. Pero aun más porque sus expresiones van en contra de dos preceptos constitucionales que son el derecho de propiedad y el derecho a la libre disposición de los bienes”, dijo.
“Dichos como estos justificarían las usurpaciones y las tomas que hemos vivido no hace mucho tiempo atrás. En una Argentina con una grieta política y en medio de una pandemia, con 42% de pobres y un difícil acceso a la vivienda, palabras como estas no ayudan en nada”, agregó.
En tanto, la diputada nacional por el PRO, Alicia Fregonese, le pidió a Fernández que “respete la propiedad privada como garantiza la Constitución, donde cada propietario pueda decidir libremente qué hacer con ella”.
“¿A esto se refería cuando dijo que era hora de entender que el capitalismo es un sistema que no había dado resultados? ¿En qué está pensando? ¿En qué el Estado meta mano en la propiedad privada y la vuelva a repartir?», se preguntó.
El lunes pasado, en la Quinta de Olivos, durante el anuncio de la promulgación de la Ley de Educación Ambiental Integral (EAI), el jefe de Estado había llamado a los fitosanitarios para controlar plagas y enfermedades en los cultivos como “agrotóxicos”.
“Aquello que cultivamos sin agregar agrotóxicos para preservar esa contaminación y hacer una producción alimentaria ambientalmente más valiosa hace también a la salud nuestra”, dijo.
Por último, Achetoni señaló que existe una gran preocupación en su entidad porque se habla mucho del acceso a la tierra para muy pocos, pero nada se dice o se hace por el egreso de la tierra de los 5000 productores que desaparecen por año y que se profundiza día a día.
“Al Presidente le hemos pedido reiteradamente, en base a nuestros estudios y nuestra experiencia, compartida con otros países de la región, para que se avance en la creación de un banco de tierras y la reglamentación de la ley de agricultura familiar, como un camino serio y respetuoso de los derechos existentes, para ayudar a quienes lo necesitan y no fomentar fantasías ilegales en momentos de tanta incertidumbre”, finalizó.
Fuente: La Nación