“Se ha llegado al mes de agosto a los tropezones, por lo que actualmente los cultivos de trigo en la región presentan mucha irregularidad y muchos están complicados, debido a que las plantas están chicas y amarillas”, afirmó Daniel Gamboa, jefe de la sección Trigo y Maíz de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
“Los trigos vienen sufriendo mucho frío durante largos períodos, y una escasez bastante profunda de agua. La irregularidad de las lluvias en el momento inicial de siembra explica, en parte importante, por qué los trigos hoy se encuentren en esas condiciones”, dijo.
Añadió que aquellos lotes que se sembraron en abril y en mayo están mejor. “Pero estuvieron expuestos a fríos extensos e intensos, que seguramente los terminarán afectando”, lamentó.
Explicó que los efectos de las condiciones irregulares del clima hicieron que los lotes de trigo están afectados, incluso en ensayos que hicieron en la Escuela Agrotécnica de Famaillá: a pesar de estar en una zona más beneficiada con las precipitaciones en su momento, los trigos también sintieron allí los efectos del clima.
“El trabajo que realizan los docentes de esta escuela enseñando a sus alumnos sobre cómo trabajar en diferentes cultivos y el manejo de estos permitirá formar futuros operarios y técnicos que trabajaran en los campos cercanos a sus hogares”, dijo.
En cuanto al cultivo, admitió que resulta poco alentador lo que se está viendo en los campos de trigo de la provincia, pero precisó que algo podría cambiar si es que llueve un poco en estos días, aunque los pronósticos no son buenos.
“Hoy existe un gran mosaico de situaciones. Los trigos están mejor en las zonas de la franja central de la provincia y en el pedemonte y se complica hacia el este”, señaló.
Contó, además, que debido a la situación actual de la sequía se está viendo mucho daño por ácaros, y se espera un aumento en la aparición de pulgones.
“En lo que respecta al crecimiento, se ven materiales con poco despegue, ya que se empezó mal desde el mismo momento de la siembra”, dijo. Puntualizó que hay algunas excepciones. “También se pueden ver trigos muy bien trabajados por los productores, con siembra en lotes limpios y bien barbechados, por lo que tiene escasas o nulas malezas. Pero la falta agua desde el inicio de la siembra hizo que los trigos no dieran su potencial y les falte crecimiento”, insistió.
Consideró importante decir que, si no ocurren heladas durante las etapas de floración y llenado, seguramente habrá cosecha.
“Lo bueno es que el productor entendió que el solo hecho de tener sembrado los lotes durante el invierno es bueno, ya que de esa manera se llega a los cultivos de verano con los suelos limpios, lo que es una gran ventaja”, dijo.
En lo referente a los cultivos de cobertura o de servicio, contó se sembró poca superficie, y que al igual que los trigos, la falta inicial de humedad y la tardanza en que fueron cosechados los lotes de soja hizo que el productor no pudiera sembrar oportunamente.
Los trigos y otros cultivos de invierno están sembrados y sintieron los efectos negativos del mal comportamiento del clima, pero que se sembró y los productores no bajan los brazos, esperando alguna lluvia que pueda ayudar.
Para cerrar Gamboa dijo que la trilla de maíz está finalizada y que los rendimientos son más que satisfactorios porque, pese a la irregularidad de las lluvias durante el ciclo de cultivo -con promedios por debajo de lo normal-, estas se dieron en el momento justo del período crítico del maíz aportando la suficiente agua para que florezcan y llenen adecuadamente.
Fuente: La Gaceta