Las restricciones a la exportación de carne vacuna siguen provocando serios perjuicios en toda la cadena de ganados y carnes, pero están afectando sobre todo a los criadores. No hay que olvidar que en muchos campos de cría alrededor del 40% de los ingresos proviene de la venta de vientres.
Luego de dos meses de fuerte caída del valor de las vacas para industria, que se derrumbaron hasta los 80 pesos por kilo en el peor momento, la recuperación es lenta y sólo alcanza a $20-25 por kilo.
Tampoco ayuda a la actividad el estancamiento del precio de los terneros desde hace varios meses, en torno de los 220-230 pesos por kilo, producto de la acotada demanda de los feedlots y de los nubarrones que se avizoran para la actividad ganadera.
Otros elementos estacionales que juegan en contra de las empresas son las heladas y la escasez de humedad en varias zonas, que impiden la recuperación de campos naturales y de verdeos de invierno, también afectados por ataques de pulgón.
Estas condiciones adversas han catapultado el precio de los rollos hasta los $7000, porque los granos están fuera de las posibilidades para suplementar vacas de cría. tecnologías En ese contexto general, el negocio de la cría se ubica varios escalones por debajo de los que ocupaba meses atrás.
Esto determina que se haya interrumpido el proceso de fuertes inversiones en pasturas, genética e instalaciones que muchos criadores habían iniciado desde el segundo semestre de 2020.
“Hasta que no se vea un horizonte claro en el tratamiento que recibirá la ganadería por parte del Gobierno se ha interrumpido la incorporación de tecnologías de alto costo en los campos de cría y se vuelve a las de costos cero o muy bajo”, observa un técnico que trabaja en la Cuenca del Salado.
En esa línea de ideas, siempre se encuentran puntos por ajustar en las empresas. Por ejemplo, julio un mes donde se pudo observar la proporción de pariciones “cabeza”, “cuerpo” y “cola”. “Los productores más eficientes alcanzaron el 80-90% de cabeza en julio, mientras que los más atrasados no superaron el 40 por ciento”, distingue el asesor.
También hay puntos por monitorear en la inseminación artificial a tiempo fijo y en el seguimiento de la performance individual de los animales, carácter que se puede evaluar mediante caravanas electrónicas.
Fuente: La Nación