Reaparecieron los cortocircuitos en torno al etiquetado frontal de alimentos, pero esta vez se dieron específicamente entre la Unión Vegana Argentina (UVA) y la Autoridad Sanitaria nacional conformada por la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) y la Comisión Nacional de Semillas (CONASE).
¿Qué ocurrió? Desde la Secretaria de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional de la Nación se presentó un proyecto para regular el etiquetado de los productos considerados veganos, y la UVA denunció que esa iniciativa es una maniobra para “prohibir el veganismo en Argentina” (sic).
El proyecto en cuestión indica que el término “vegano” queda reservado para los productos que «no contengan ingredientes de origen animal y/o sus derivados (incluidos los aditivos y coadyuvantes)». Hasta aquí, nada raro.
Pero la iniciativa también determina que “será incompatible» la declaración de producto vegano «cuando la empresa declare ante la Autoridad Sanitaria que, aun habiendo aplicado las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), existe la posibilidad de contaminación accidental durante el proceso de elaboración de alguno de los alérgenos de origen animal”.
“Están pidiendo algo que es impracticable porque si esto fuera posible, tanto las certificaciones a nivel mundial como la norma ISO lo tendrían como algo usual y no es así. Los empresarios deben cuidar las buenas prácticas de manufactura. La CONAL se metió en algo que no le corresponde porque la autoridad sanitaria no aplica con el veganismo, que es una posición ética, y no tiene nada que ver con riesgos sanitarios”, dijo Manuel Martí, presidente de la Unión Vegana Argentina.
Contrario a lo que podría llegar a pensarse sobre el intento de la CONAL de lograr una mayor transparencia en los ingredientes de los productos, y asegurar de esa forma que ninguna persona vegana consuma algo con derivados de origen animal, desde el veganismo el proyecto fue interpretado como la implementación de un requerimiento que ninguna empresa del rubro alimenticio podrá cumplir, lo que derivará en una traba para la producción de productos veganos.
“Ni siquiera los que tengan plantas de producción exclusivas para productos veganos podrían asegurar que la materia prima que ingrese a su planta no tenga trazas”, señaló la UVA en un comunicado. Por eso elevaron un pedido para que estos productos sean rotulados bajo “estándares internacionales como los de la Norma ISO V 23.662 de Francia, los Criterios de V-Label de Suiza o los Criterios de la Vegan Society de Reino Unido, entre otros”.
“¿Cómo se va a involucrar el Estado sino controla los agrotóxicos que hay en las frutas y verduras? Cada vez que va al Mercado Central todas superan los límites permitidos y eso sí que es peligroso, la gente se muere, es un veneno. Acá no estamos hablando de ningún veneno, simplemente se está hablando de que puede haber trazas que son involuntarias, que no hacen falta para producir. Si ahora la CONAL es vegana y se pone la camiseta de que no tiene que haber ninguna traza de origen animal, bueno, bienvenido sea, pero que dejen trabajar a la gente”, afirmó Martí.
El proyecto en cuestión tiene otro párrafo que también fue cuestionado: “En los rótulos de estos productos no se podrá hacer referencia a alimentos de origen animal con identidad definida establecida en el presente Código (Alimentario Argentino), ni tampoco utilizar términos o nombres de fantasía que hagan alusión a los mismos”
La intención, según lo mencionado por Martí, es que productos como las “leches y carnes vegetales” no puedan llevar esos nombres en tanto que no son realmente productos a base de leche y carne.
Si bien desde la UVA se indicó que eso no representa un peligro, ya que se podrían sustituir esos nombres, se tomaron el trabajo de refutar el argumento por medio del uso de las definiciones del diccionario de la Real Academia Española.
“El término carne, además de las de origen animal, dice lo siguiente: ‘parte de un fruto o de un tubérculo, generalmente blanca, que está bajo la cáscara o la piel’. Y del término leche, además de las de origen animal, dice ‘jugo blanco obtenido de algunas plantas, frutos o semillas’”.
El proyecto aún no ha sido publicado en el Boletín Oficial, por lo que está vigente , y desde la UVA realizaron un llamamiento público para lograr una versión alternativa de la iniciativa.
Fuente: Bichos de Campo