La mitad de la población mundial corre el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por mosquitos. El peligro es mucho mayor entre las poblaciones socialmente desfavorecidas.
Los científicos buscan desde hace décadas soluciones y creen haber encontrado la definitiva: la Wolbachia, una bacteria que vive de forma natural en el 60% de los insectos del planeta, que bloquea patógenos ,y que, aunque no vive en mosquitos como el Aedes Aegypti, que puede ser portador de enfermedades como el dengue, la malaria, la fiebre amarilla, el virus mayaro, el chikungunya o el zika, sí puede ser introducida en sus huevos o en su cuerpo mediante microinyecciones o ingeniería genética. Ambas soluciones ya se están probando. Y funcionan. La Wolbachia podría cambiar el mundo.
La urbanización, la globalización, el cambio climático y los cambios en el uso de la tierra han contribuido a la reaparición y expansión de las enfermedades transmitidas por mosquitos. La incidencia del dengue ha aumentado un 30% en el último medio siglo y los brotes de chikungunya, fiebre amarilla y malaria han aumentado en tamaño y frecuencia desde 2014.
La epidemia del virus del zika en 2015 y 2016 en América Latina y el Caribe provocó trastornos socioeconómicos a gran escala. Y la interrupción de la cadena de suministro debido a la pandemia de coronavirus está provocando un aumento del número de muertes relacionadas con la malaria en el África subsahariana.
Las enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue y la malaria, representan por tanto una carga muy significativa para la salud mundial. De hecho, el mosquito es el animal más peligroso del planeta, el que más muertes humanas provoca. Los métodos de control actuales basados en insecticidas y mantenimiento ambiental no han logrado eliminar la carga de la enfermedad.
Liberación de mosquitos modificados genéticamente
Los científicos buscan soluciones escalables, desplegables, algunas de ellas basadas en la genética para reducir el riesgo de transmisión de estas enfermedades. La liberación de mosquitos modificados genéticamente en el medio ambiente parece augurar grandes éxitos.
El estudio titulado “Combatir enfermedades transmitidas por mosquitos mediante tecnologías de control genético”, publicado en la revista ‘Nature’, revisa los últimos desarrollos y progresos en este campo, las similitudes y las distinciones entre las tecnologías que se están utilizando y sus aplicaciones futuras para el control de enfermedades transmitidas por mosquitos.
La Wolbachia no puede enfermar al ser humano ni a los animales y se transmite en los insectos de generación en generación a través del apareamiento. Cuando está presente en el Aedes Aegypti, anula su capacidad para infectar a las personas. Si se consiguiera que toda la población de estos mosquitos portara la bacteria, la posibilidad de contraer las enfermedades que transmite casi sería nula.
En numerosos países los científicos están introduciendo la Wolbachia en los huevos de mosquitos de Aedes Aegypti. Cuando los machos de esta especie que portan esa bacteria se aparean con mosquitos hembra silvestres, aunque estas no tengan Wolbachia, sus huevos no producen crías y se reduce la cantidad de ejemplares.
Otro sistema que también se aplica en algunos países es introducir la bacteria tanto en mosquitos machos como en hembras. El resultado también es satisfactorio. Asimismo, se están liberando en algunos lugares solo hembras esterilizadas. En lugares como Estados Unidos, Australia, México, Tailandia, Puerto Rico o Colombia la liberación de mosquitos con Wolbachia estas acciones han provocado un acusado descenso de sus poblaciones.
Experimentos con mosquito tigre, presente en España
Numerosos países trabajan ya con estrategias de control genético. Los investigadores están modificando ejemplares y soltándolos al medio ambiente con Wolbachia. Persiguen que la descendencia nazca ya con Wolbachia, anulándose así su capacidad para enfermar a las personas. En algunos países es necesario para las sueltas un permiso especial de las autoridades. Aún hacen falta muchos más estudios y nuevas investigaciones, pero los resultados han sido hasta ahora esperanzadores.
También se están realizando experimentos similares con el mosquito tigre (Aedes albopictus), presente en España y que también transmite el dengue y otras enfermedades para las que no hay vacunas. De hecho, un experimento realizado en China casi ha acabado con las poblaciones de esta especie en dos pequeñas islas.
El último párrafo del estudio publicado por ‘Nature’ es significativo: “Con vistas al futuro, la perspectiva de controlar las enfermedades transmitidas por mosquitos mediante tecnologías innovadoras es prometedora y nos encontramos en la era dorada del desarrollo de tecnologías de control de la población. Con el aumento de la confianza del público, el tiempo y el progreso, continuaremos viendo estas tecnologías desarrolladas y utilizadas de manera segura para abordar problemas de salud global y vidas humanas seguras”.
Fuente: Verde y Azul