El trigo HB4 de Bioceres, con la tecnología de tolerancia a sequía, única a nivel mundial, fue aprobado hace casi un año por el Gobierno Nacional.
Desde entonces, se estima que se han realizado ensayos en varios miles de hectáreas con la variedad, por lo que las entidades agropecuarias integrantes de la Mesa de Enlace alertan que se ocasionarían potenciales perjuicios a la producción local y que las autoridades deberían garantizar su no ingreso en la cadena comercial.
De todas formas, aún falta un paso fundamental para la aprobación definitiva del evento: la autorización por parte de Brasil, el principal comprador de la producción triguera argentina.
Potenciales perjuicios
Durante “la campaña pasada ya se sembraron para ‘ensayos’ más de 6.000 hectáreas, y este año esa superficie se multiplicó por 9, más de 50.000 hectáreas para ‘ensayos’, lo que dará una producción que permitiría sembrar 2.000.000 de hectáreas, un 30% de la superficie total de trigo”, estimó en un comunicado la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias en el que renueva su oposición a la aprobación del trigo HB4.
Se calcula que en la campaña 2021/22 las exportaciones de trigo podrían generar divisas por unos u$s 3.200 millones. “Este valor peligraría en caso de que Argentina no sea considerada como un oferente de trigo pan”, alertan las entidades.
Por eso, “frente a semejantes perjuicios”, la CEEA exhorta a “las autoridades a que deben tomar medidas urgentes a fin de impedir que ellos se produzcan, confinando y garantizando totalmente su no ingreso en la cadena comercial y bajo estrictos protocolos a la desmedida producción de trigos transgénicos anunciada, así como la publicación de un informe con los controles realizados por la autoridad competente”.
Interrogantes
Las entidades también señalan como un dato relevante «que no existe país que haya aprobado el consumo de este trigo transgénico”.
Y si bien “hay trámites presentados ante Brasil, nuestro principal comprador (40% de las exportaciones argentinas), aún no hay nada concreto al respecto”.
“Aún suponiendo que Brasil aprobara la comercialización de estos trigos, hay que tener en cuenta que el resto de los destinos habituales de nuestra producción triguera directamente no aceptan trigos genéticamente modificados”, advierten.
“Cuesta entender la razón de hacer y autorizar semejante volumen de producción de trigo que legalmente no puede comercializarse. Tan elevado nivel de producción hace realmente imposible su contralor por las autoridades oficiales, razón por la cual será inevitable que se genere un proceso de contaminación de los trigos no modificados genéticamente”, alertan.
Para la Mesa de Enlace, “todo esto plantea un montón de interrogantes: ¿Quién va a controlar efectivamente esta producción? ¿Dónde se almacenarán las 240 mil toneladas potenciales a cosechar? ¿Existe algún plan de contingencia en el caso de las contaminaciones? ¿Qué pasará en los puertos y eventualmente ante un rechazo de embarques? ¿Alguien ha medido las consecuencias de que se declare a la Argentina como un origen de trigo contaminado? ¿Quiénes serán los responsables de semejantes perjuicios? ¿Cuántos serán los costos adicionales por controles y derrumbe de los precios internacionales?”.
No obstante, los reparos expuestos, las entidades agropecuarias reiteran su “apoyo a la ciencia nacional, la innovación tecnológica y los servicios que se siguen realizando en nuestro país, con vocación de aportar al desarrollo económico y social”.
Fuente: agro verdad