La demanda de fertilizantes en Argentina se ha multiplicado por tres en los últimos 20 años, según datos de Fertilizar. Frente a ello, «la producción nacional no da abasto para atender las necesidades del consumo, especialmente de urea, explicando el aumento de las importaciones. En efecto, entre enero y septiembre las compras al exterior de urea suman ya más de 1,1 Mt», destacó el último informe de la BCR.
La urea representó el año pasado el 40% del total de los fertilizantes aplicados en el país, siendo de esta manera el producto más utilizado de su tipo en Argentina. Si sumamos el resto de los fertilizantes nitrogenados, éstos representan casi el 56% del total de fertilizantes que se utilizan anualmente en nuestro país.
Las crecientes importaciones de fertilizantes en general, y de urea en particular, encuentran a nuestro país en un contexto internacional muy complejo. El precio promedio de importación de urea (incluyendo costo, seguro y flete o condición CIF) pasó de U$S 271/t en septiembre del año pasado a U$S 460 en septiembre de este año, una escalada del 70% en dólares, muy difícil de absorber ante la relativa pérdida del poder adquisitivo de la moneda nacional en el ínterin.
¿Qué ocurre en el mundo?
Un cuarto de la urea del mundo se produce en China, que además de ser un importantísimo consumidor de este fertilizante, es también el segundo exportador mundial. El nuevo plan quinquenal del gigante asiático aspira a lograr una doble circulación en su economía. Es decir, desdoblar la dinámica interna de la economía china de la dinámica externa.
La crisis del coronavirus no ha hecho más que profundizar el foco sobre el mercado interno de la República Popular China. No conforme con ello, severos controles en el uso de la energía vienen limitando la producción de urea china, lo que afecta no sólo las exportaciones, sino que corre el riesgo de poner en riesgo el propio abastecimiento interno.
A partir de marzo comenzó a especularse con las compras de urea por parte de la India, el principal importador y consumidor mundial. No obstante, la India se encontró con escasas ofertas y alzas de precios por parte de su principal proveedor. Más aún, el país conducido por el primer ministro Narendra Modi comenzó a atrasar su demanda de urea esperando una baja de precios que no se dio, lo que está obligando a la India a comprar no sólo más tarde, sino más caro.
Para peor, la progresiva salida de la pandemia viene desatando importantes subas en los costos del flete marítimo, que llegaron a máximos de 11 años. Como destaca IF, a mediados de año comenzó a escasear espacio en barcos Handysize, que son utilizados generalmente para para el transporte de fertilizantes, lo que contribuyó aún más al alza de precios.
En los últimos meses, los precios de la energía comenzaron a elevarse, con especial ímpetu en la Unión Europea, muy dependiente del gas importado desde Rusia. El país, es el principal exportador mundial de urea, que tiene al gas como su principal insumo para ser producido. Con los precios del gas hacia arriba, los precios de la urea en Rusia también se han elevado. En este contexto, esta semana se impusieron cuotas a la exportación de fertilizantes desde Rusia, en busca de asegurar el abastecimiento interno para el principal exportador mundial de trigo.
Complicando aún más este panorama, con estos costos energéticos crecientes muchas plantas de fertilizantes de la Unión Europea están produciendo por debajo de su capacidad o directamente están cerradas. De esta manera, la demanda de urea en la UE no logra cubrirse y el bloque europeo está requiriendo crecientes importaciones desde el norte de África. Consecuentemente, los precios de exportación de la urea producida en Egipto y Argelia se elevaron fuertemente, con un impacto directo en nuestro país toda vez que estos dos países son principales proveedores de urea para la Argentina.
La urea es el centro de la relación comercial entre Argentina y Egipto. Cerca del 92% de las importaciones argentinas desde Egipto consisten en urea. Argelia y Omán completan el podio con el 9,2% y el 7,5% de las importaciones totales, respectivamente.
Un impacto adicional local en los precios se observa por la bajante del río Paraná. Con costos logísticos al alza por el bajo nivel del río, se encarece también la urea importada. En muchos casos ni siquiera llega directamente a los puertos del Up River, sino que ingresa por los puertos del sur de la provincia de Buenos Aires.
En un contexto de escasez de divisas, este rally de precios no es una buena noticia para la Argentina, considerando que se han pagado hasta ahora más de U$S 467 millones en concepto de importaciones de urea. Este valor representa un alza de más del 57% respecto a los U$S 296 millones de importaciones de urea en todo el 2020. Estos incrementos de precios podrían desalentar la incorporación de tecnología en aquellos cultivos que requieran elevadas cantidades de fertilizantes, como el maíz.
La tormenta perfecta de la urea condiciona un contexto atravesado por múltiples variables. Los elevados precios de la energía, las turbulencias en el mercado de fletes marítimos, la demanda creciente de fertilizantes, políticas de seguridad alimentaria y aspectos proteccionistas, en un contexto de profunda incertidumbre, no hacen más que seguir impulsando a alza los precios de la urea.
Fuente: Campo Litoral