Ledesma, empresa líder en producción de azúcar, papel y alcohol está llevando a cabo un proyecto de riego inteligente. Es decir, permite «gestionar el agua» que se utiliza regulando los caudales. Un aspecto importantísimo en este contexto de cambio climático y dónde hay que cuidar los recursos que tenemos.
El gerente de campo de Ledesma, ingeniero Fernando del Pino explicó para Suena a Campo que el sistema consiste en una tecnología de origen australiano, que regula de manera automática los canales de riego.
«Mediante compuertas que trabajan de manera automática y remota, miden y redireccionan los caudales abriendo y cerrando las compuertas», señaló Del Pino.
El cultivo de la caña de azúcar necesita 1300 a 1400 milímetros de agua anuales, para potenciar su desarrollo. «Acá en nuestra zona, el aporte de precipitaciones es de 700 a 800 mm, por lo que el resto de agua requerida debe aportarse con riego. Y este sistema nos ayuda de manera muy eficiente a aprovechar el agua», aseguró.
Los sistemas de riego mayormente utilizados no son del todo eficientes
El sistema de riego utilizado en los campos de Ledesma, cómo en la mayoría de los cañaverales, es por gravedad. Esto quiere decir que se aprovecha, en promedio, un 40 a 45%. A partir de aquí, los sistemas de riego aumentan su eficiencia hasta el riego por goteo que aprovecha hasta un 90% el recurso del agua disponible.
En cambio, con esta nueva tecnología de manejo de caudales permite realizar dos acciones para hacer eficiente el uso del agua: por un lado, logra direccionar el recurso de manera inmediata hacia los lugares donde más se necesita. La otra acción es la medición de los caudales, lo que permite conocer las distintas infiltraciones que tienen los canales. «De esta manera podremos tomar decisiones de revestimientos de los canales. O bien mandar el agua a lugares donde sea menor la infiltración», dijo Del Pino.
Este proyecto comenzó con la idea de disminuir las pérdidas de agua. «Hace 3 o 4 años encontramos este sistema australiano, que ya es bastante difundido en Chile, un lugar donde el valor del agua es más importante que el valor de la tierra«, comentó.
Para desarrollar esta tecnología, el ingeniero indicó que se eligió la finca de Ledesma ubicada más al norte, que cuenta con un poco más de 10.000 hectáreas. La misma tiene una toma de agua que hace ingresar la misma al campo y de esta manera se pone en marcha el funcionamiento.
A su vez, las compuertas pueden manejarse desde una oficina, con el celular, o bien en el mismo campo. «Además puede programarse para que deriven caudales específicos a cada canal. Y también se puede repartir el agua por porcentajes, según el ingreso a la toma«. Entonces, lo que antes se demoraba en corregir, hoy se lo consigue inmediatamente.
Otro aspecto interesante de Rubicon – Nombre del sistema- es que cuenta con la tecnología “machine learning”, que puede ir aprendiendo, entonces ante determinados disturbios, la máquina ya sabe lo que tiene hacer para resolver el problema.
«Desde el mes de agosto estamos trabajando con este sistema y estamos muy contentos».
Ledesma, una empresa sustentable
Consultado por otros proyectos de características sustentables. Del Pino comentó que este sistema es solo la primera parte de un proyecto millonario más grande, que consiste en aplicar esta tecnología a todos los canales que recorren el campo. Y además extenderlo hacia los otros campos. «Ledesma lleva muchos años estudiando los distintos sistemas de riego para caña de azúcar, buscando la forma de ser más eficiente«, finalizó.